El Día Internacional de la Sidra, que en Oviedo se conmemoró bajo el tonel de Gascona, sirvió para celebrar la comunión entre los hosteleros y el Principado. Coincidiendo con el anuncio de una nueva e inminente relajación de las medidas sanitarias para bares, restaurantes y locales de ocio nocturno, José Luis Álvarez Almeida y Begoña López, directora general de Desarrollo Rural, escanciaron en el Bulevar de la Sidra en una festividad que aunque no tuvo más público que los invitados, pretenden llevar a mayores en próximas ediciones. Esa es la voluntad de las asociaciones hosteleras, el Principado y el Ayuntamiento de Oviedo, hacer del Día Internacional de la Sidra, una fecha que, como la bebida, traspase fronteras.

Todo fueron elogios para el oro líquido de Asturias. "La sidra es el alma de los asturianos", sentenció la directora general. Begoña López se comprometió a ayudar al sector sidrero tras un año "complejo y complicado". En representación del ejecutivo, López aseveró que echarán una mano "con todos los medios" que tengan a su alcance, todo para conseguir "que la sidra sea y siga siendo un motor principal para la economía asturiana". La directora general opina que la sidra "contribuye a la biodiversidad, descontamina y es un patrimonio cultural que tenemos que cuidar entre todos".

El presidente de OTEA, habló de un "día de orgullo". "Esto tiene que ser una fecha más señalada en el calendario y prometemos acciones comunes más ambiciosas", adelantó Almeida. Que hizo, al igual que el nuevo presidente de la DOP Sidra de Asturias, Guillermo Guisasola, un alegato a favor de la sidra con denominación de origen. Alfredo García Quintana, se puso del lado de Almeida a la hora de apoyar una celebración más potente del Día Internacional de la Sidra.

Con la relajación de las restricciones, las sidrerías de Gijón brindan por una temporada que "parece que puede empezar a pintar bien". Con motivo de la celebración, los hosteleros gijoneses quisieron ver una luz de esperanza y normalización, especialmente con la vuelta del consumo en la barra, donde se consume la mayoría de la sidra. 

Pilar Álvarez, de la Sidrería el Restallu y miembro de la junta de OTEA, llamaba a "valorar nuestro producto", antes de recordar que "la situación es especialmente complicada para los productores y los llagareros", a la espera de que la nueva temporada sea más propicia habida cuenta de que "la sidra es social, en compañía, se vende en barras", con la confianza de que "Sanidad nos dé permiso pronto para ello". 

Por la izquierda, Jorge Costales, Javier González, Martín Rodríguez, Pilar Álvarez, Santos Tejón y Víctor Ramos Marcos León

En la misma línea se expresó por su parte Víctor Ramos en representación de la DOP Sidra de Asturias, "deseando que abran las barras y aún con limitaciones de espacio, habrá que ver cómo responde la gente aún se nota el miedo a entrar en los interiores; aunque hay algo más de movimiento aún es poco y tenemos que movernos con cautela". Juan Caso, de la sidrería Casa Yoli, quiso poner una nota positiva, porque "parece que los contagios van bajando y la gente cada vez tiene más ganas de normalidad; por lo que vemos en nuestro negocio podríamos estar ante un buen verano", sentenció.