Pasarse un curso entero repitiendo divisiones y multiplicaciones ya “no tiene sentido” y, además, es una “pérdida de tiempo”. Lo dicen expertos de toda España en un documento que han enviado al Ministerio de Educación y que sienta las bases de las “nuevas” Matemáticas con el fin de que sean tenidas en cuenta en la reforma del currículo escolar que prepara Isabel Celaá, tras la aprobación de la LOMLOE. “Es la primera vez que nos hemos puesto de acuerdo todas las sociedades científicas y profesionales de matemáticas del país sobre cómo creemos que hay que estudiar esta asignatura en colegios e institutos”, resalta el profesor de la Universidad de Oviedo Luis José Rodríguez Muñiz, que es uno de los trece autores –el único asturiano– del texto.
Principalmente, explica Rodríguez, el documento elaborado por el Comité Español de Matemáticas (CEMat) lo que pide es que los números sean abordados desde el punto de vista del “razonamiento” y la “resolución de problemas”. Es decir y dicho con otras palabras, hay que dejar de lado los procesos de reproducción o repetición, que “consumen muchas horas” y que aportan más bien poco. “Claro que hay que saber lo que es una división y una multiplicación, pero no podemos pasarnos todo el curso repitiendo estas operaciones. Se trata de aprender mejor y las horas que hasta ahora se destinaban a ese trabajo mecánico, emplearlas para entender mejor las divisiones y las multiplicaciones, de forma que los alumnos sepan cuándo hay que utilizarlas y resolver así problemas”, detalla Luis José Rodríguez, que, es desde 2018 presidente de la Comisión de Educación de la Real Sociedad Matemática Española.
Los expertos nacionales recogen en el documento “la gran revolución que han experimentado las Matemáticas en los últimos cincuenta años, con la irrupción de los ordenadores”, por lo que subrayan que el nuevo currículo “debe contemplar el uso de la informática”. En este sentido, dicen que “la tecnología es esencial en la enseñanza y el aprendizaje de las Matemáticas” y sostienen que uno de los retos es “conectar la matemática escolar con la programación”.
El profesor asturiano insiste en que el currículo de la asignatura en Secundaria y Bachillerato necesita una “actualización”. También, apunta, “hay que hacerlo más ligero, pero más profundo”. “Se trata de que los alumnos estudien menos, pero estudien en profundidad”, aclara. Algunos ejemplos de prácticas que conviene reducir en las etapas más superiores son la manipulación de expresiones algebraicas –“¿De qué sirve simplificar y simplificar si me lo va a hacer un ordenador y aporta más bien poco?”–, la realización de funciones o cálculos a mano –“Ya tenemos los móviles; lo más útil es hacer preguntas sobre esas funciones”–, el estudio de definiciones de geometría –“Tenemos que centrarnos en interpretar esas definiciones”–, o el desarrollo del cálculo estadístico –“De poco sirve pedir a los alumnos que calculen la media, la mediana y la moda”.
Los asesores ven clave unir la matemática escolar con la programación
Por su parte, en Infantil y Primaria, el currículo escolar no es malo, sin embargo, hay “un problema de implantación práctica”, afirma Luis José Rodríguez. “Encontramos todavía hoy a un montón de profesores que mandan hacer hojas de cuentas a sus estudiantes, cuando eso ya es algo que debería estar superado”, opina. Este intento de darles un vuelco a las Matemáticas en las escuelas persigue hacer esta asignatura más atractiva y útil para los alumnos, teniendo en cuenta además el valor que tiene para la vida. El famoso informe PISA, en su edición de 2021, señala la “necesaria capacidad de un individuo de razonar matemáticamente y de formular, emplear e interpretar las Matemáticas para resolver problemas en una amplia variedad de contexto de la vida real”, remarcan los autores del trabajo enviado al Ministerio.
En el texto, los expertos hablan de grandes ideas matemáticas (patrones, modelo, variable, relaciones y funciones, movimientos y transformaciones, distribución, incertidumbre, magnitud...), que, explican, se pueden trabajar de manera recurrente pero de diferente forma en función de cada nivel. “Por ejemplo, en relación a la variable nosotros proponemos introducir ya el álgebra temprana en Primaria. No estamos diciendo que los niños se pongan a trabajar con la ‘x’, sino buscar patrones, formas de generalizar esas variables...”, detalla Luis José Rodríguez, profesor del departamento de Estadística e Investigación Operativa y Didáctica de las Matemáticas.
La revolución de las Matemáticas que los profesionales quieren que llegue a las aulas pronto “ayudará a quienes van más avanzados y a quienes van más rezagados”. “Atiende la diversidad”, opina Rodríguez. “El que no sepa multiplicar, no va a aprender por mucho que repita la operación. Y el alumno que ya lo sepa, con ese tipo de ejercicios lo único que vamos a conseguir es que le genere aburrimiento y desapego”, razona el asturiano.
