Con "muchos nervios" y "cansancio" empezaron esta tarde casi 5.000 bachilleres asturianos la prueba de acceso a la Universidad (EBAU). Arrancaron con el examen de Lengua Castellana y Literatura entre estrictas medidas de seguridad.
Los aspirantes ya estaban sentados en sus sitios más de una hora antes de que se iniciase el ejercicio. Fueron minutos de repaso final y de peregrinación hasta los servicios. "Tengo miedo que se me complique la sintaxis", decía Paula Rozada, de Nava, poco antes de acceder al polideportivo del CAU, en Oviedo, una de las diecisiete sedes en la que se celebra este año el macroexamen.
"Hay nervios pero menos de lo esperado. La mayor opcionalidad que tenemos te da un colchón para elegir las preguntas que mejor llevas", señaló el poleso Ángel Fernández, que se examinó en la Facultad de Geología. Los alumnos avilesinos hicieron la prueba en el complejo deportivo del Quirinal, que fue uno de los espacios más masivos con unas 600 personas. Pablo Acinas, alumno del Número 5, repasaba los bloques que mejor conocía antes de enfrentarse a la prueba: “De Lengua lo tengo todo controlado menos poesía”. Daniel Lantarón, del Colegio San Fernando, se mostraba, por su parte, tranquilo. “No me parece que el examen vaya a ser difícil”, apuntaba.
La segunda y última prueba de la primera jornada fue Historia de España, que empezaba a las 18 horas. Hoy es el día más multitudinario de la EBAU, que acaba el jueves, pues los dos exámenes son obligatorios para todos los alumnos independientemente del Bachillerato que cursaron. En las distintas sedes se respetaron las distancias de separación, hubo entradas y salidas escalonadas, uso de gel hidroalcohólico, uso de mascarilla...
