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La izquierda respalda a CC OO y arremete contra la “gestión incapaz” de Industria

El sindicato augura un “otoño caliente” mientras toda la oposición repele el “brindis al sol” del plan a 2030 | Podemos pide “cambios estructurales”

Concentración por el futuro de la industria asturiana, el pasado 13 de mayo en Avilés. | Ricardo Solís

Falta “capacidad política”, no se percibe liderazgo. El mensaje del secretario general de CC OO en Asturias, José Manuel Zapico, tiene al Gobierno del Principado en el destinatario y al fondo, en el horizonte, la previsión de nuevas movilizaciones antes del verano y un “otoño caliente” para tratar de espolear al Principado hacia la proactividad en la tarea pendiente de “liderar el futuro de la industria asturiana”. El sindicato acaba de apearse de la “Estrategia industrial de Asturias 2030”, una tentativa de compromiso de mínimos que apadrina el Gobierno autonómico y que como simple “punto de partida” necesitado de mucha concreción sí han respaldado UGT, la patronal FADE y la Universidad de Oviedo. Zapico se bajó el lunes dejando dicho que echa en falta compromisos concretos, con presupuesto y calendario. A mayores, no le consta “ninguna gestión práctica” del Ejecutivo regional desde la firma de la Alianza por la Industria y las manifestaciones en las que los sindicatos clamaron estos meses contra la “irrelevancia” del Principado frente a lo que interpretan como agresiones constantes del Gobierno estatal al sector fabril asturiano.

El portazo de CC OO tiene un contexto en el que la izquierda alternativa al PSOE ha ido endureciendo el discurso contra la política industrial asturiana, llegando incluso a manifestar serias dudas sobre su misma existencia y llevando esta disonancia al eje de su labor de oposición. La Consejería que encabeza Enrique Fernández guardó ayer silencio sin más consideración que la puerta siempre abierta que mantiene, dice, para la organización sindical. La portavoz socialista en la Junta, Dolores Carcedo, sí invitó a tomar en consideración “un documento importante, que define el marco general de actuación en materia industrial” y sobre el que manifestó su esperanza en que “las diferencias puntuales que puedan existir no quiebren el clima de consenso, unidad y confianza que requiere la defensa firme de nuestra industria”.

Todo lo demás es un chaparrón unánime de reproches para la gestión de la Consejería de Industria. Podemos, partiendo de que la posición resistente de CC OO es a su juicio “razonable y justa”, se ve reafirmado en su propia reticencia a sumarse a la Alianza por la Industria en enero. El secretario general, Daniel Ripa, recuerda aquello como “una foto sin proyecto, un paripé sin contenido y un brindis al sol sin acciones concretas” y se ratifica en que el Principado “carece de una política industrial, con una gestión lamentable e incapaz desde la Consejería de Industria”. Entiende, más allá, que “son necesarios cambios profundos y estructurales”.

Podemos, cuya matriz nacional forma parte del Gobierno de la nación, camina por la línea argumental del resto de la izquierda política y sindical asturiana y sostiene que “la falta de política industrial y la inexistente defensa de los intereses de Asturias, más allá de enviar un email con un archivo adjunto a los ministros de su partido, ha tenido como consecuencia la destrucción del tejido fabril asturiano y un reguero de deslocalizaciones”.

La huida de CC OO del intento de consenso en torno a la estrategia industrial para 2030 es un síntoma grave en la voz de la portavoz de IU. “No es cualquier sindicato el que se descuelga”, afirma Ángela Vallina. “Es el mayoritario”, y sus razones denotan una forma anómala de gestionar en la que el Consejero “nos vuelve a pedir un cheque en blanco sin estrategias, sin plazos, inversiones” ni medidas para el corto plazo. Tampoco ve nada más que una declaración de intenciones, que “papel mojado sin nada detrás”. “Parece un brindis al sol”.

PP: “Una cortina de humo”

De izquierda a derecha se oye más de lo mismo. Ayer, en el día en el que casi toda la oposición presentaba unida una iniciativa transversal –de Podemos, PP, Ciudadanos y Foro– contra la pretensión de Industria de instalar una ITV en Granda (Gijón), todos cuestionaron también al unísono la gestión del departamento que dirige Fernández. La propuesta se debate mañana en la Junta, en la misma sesión en la que el Consejero está citado para defender su polémica estrategia industrial para 2030, pero la portavoz del PP, Teresa Mallada, ya adelanta que “sin medidas concretas”, sin el conocimiento previo de los grupos parlamentarios y con la reciente bajada de CC OO el plan “nace muerto”. “Estamos ante otro plan propagandístico de Barbón, una cortina de humo para dar titulares y aparentar que hace”, subraya Mallada.

Con idénticas palabras, la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, exige “medidas concretas que no se queden en una mera declaración de intenciones” y el de Foro, Adrián Pumares, lamenta que “el itinerario marcado para transformar el modelo productivo de la industria asturiana carece de medidas u objetivos concretos, limitándose a un compendio de buenas intenciones”. Ignacio Blanco (Vox) escucha poco más que “palabrería” y añade que en lo tocante al futuro de la industria “se necesitan menos horizontes temporales a 2030 o 2050 y más bajadas del precio de la energía, reducciones de los costes de emisión de dióxido de carbono y no cargar con nuevos costes como las tasas de residuos”.

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