Las dificultades económicas por las que atraviesan muchas familias asturianas están provocando un repunte de los desahucios. Especialmente sobre los de alquiler. Según los últimos datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), los Juzgados de primera instancia de la región ordenaron durante el primer trimestre del año (entre enero y marzo) 177 lanzamientos (lo que puede traducirse como desahucios) sobre pisos en alquiler. El incremento con respecto al mismo periodo del año pasado –que solo incluye dos semanas del estado de alarma por culpa de la pandemia– es del 20%. El porcentaje regional está, de hecho, bastante por encima del nacional (14%). Y muy por encima del de la gran mayoría de comunidades autónomas. Solo le superan Navarra, las Islas Baleares y Cantabria.
Las estadísticas del Poder Judicial también permiten anticipar que la situación puede ponerse peor durante los próximos meses. Tanto que los Juzgados de la región recibieron durante el primer trimestre 301 expedientes para tramitar de propietarios que exigían el desahucio de sus inquilinos porque habían dejado de pagarles el recibo. Son un 12,1% más de los que habían procesado durante el mismo periodo del año anterior.
No solo están creciendo los desahucios. El Poder Judicial recoge en ese informe, titulado “los efectos de la crisis sobre los órganos judiciales”, datos sobre la evolución de los concursos de acreedores (las antiguas suspensiones de pagos) y de los despidos que acaban ante el juez. En el primer caso, el de las quiebras, el aumento fue importante. Los Juzgados recibieron 38 solicitudes de empresarios de la región que no podían hacer frente a los gastos de su negocio. Parece una cifra pequeña, pero el aumento es del 31% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
En el caso de los despidos el incremento fue muchísimo más contenido. Tanto que no hubo prácticamente subida. Los jueces de la región tramitaron 645 demandas por despido en la región entre enero y marzo, que son solamente un 0,4% más que hace un año.
