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Las altas perspectivas de los nuevos estudios de Ingeniería de Datos de la Universidad de Oviedo: “Van a poder elegir dónde trabajar”

La titulación a estrenar en Gijón convoca 61 plazas y baraja facilitar prácticas desde el primer curso: “Muchas empresas están interesadas”

Por la izquierda, Juan Carlos Campo, Ignacio Villaverde, Borja Sánchez y Antonio Bahamonde, ayer, en la EPI de Gijón. | Juan Plaza

“Es el trabajo más sexy del siglo XXI”. Así definió ayer el nuevo grado de Ciencia e Ingeniería de Datos de la Universidad de Oviedo el profesor Antonio Bahamonde, parafraseando un titular del “Harvard Business Review”, durante la jornada de presentación de la anunciada nueva titulación que tomó ayer como sede la Escuela Politécnica (EPI) de Gijón, donde se impartirá a partir del próximo curso con 61 plazas. La cita, que contó con la presencia del rector Ignacio Villaverde, el consejero de Universidad, Borja Sánchez, y Juan Carlos Campo, director de la EPI, dio unas pinceladas sobre la utilidad de la formación, que se espera que arroje buenas cifras de empleabilidad. “El problema de los graduados no va a ser encontrar empleo, sino elegir dónde trabajar”, presumió Campo.

El director de la EPI, que reconoció que ante cada visita del Rector siempre aprovecha para “pedir algo”, sugirió también la posibilidad de vincular este nuevo grado a dobles titulaciones con el de Ingeniería en Tecnologías y Servicios de Telecomunicación y el de Informática, aunque es consciente de que tanto la Universidad como el Principado han hecho “un gran esfuerzo” para sacar el nuevo grado adelante. “No salió gratis e intentaremos estar a la altura. No hay muchas universidades con esta titulación, la más cercana de la red pública es A Coruña y la mayoría están en Cataluña, Valencia y Madrid. Tenemos un gran potencial para atraer a alumnos de otras comunidades”, apuntó.

Villaverde, por su lado, destacó la “decisión consciente” de que la carrera adopte un formato presencial. Será la primera que lo haga de forma estable. “Este grado debería haber llegado antes, pero llega aún a tiempo. Con este tipo de titulaciones nos jugamos el futuro de la Universidad, es un momento importantísimo para dar el salto”, señaló. “Nosotros estamos en este mundo”, dijo señalando un cuaderno, “pero el mundo de hoy y del futuro es este”, añadió, señalando su teléfono móvil. “No recuerdo ninguna titulación que nada más anunciarla ya tenga a empresas interesadas en colaborar con prácticas con alumnos de primer curso”, zanjó.

Bahamonde, por último, desgranó en una breve ponencia con diapositivas las ideas generales del grado, cuya comisión de diseño él dirigió. Entiende que contar con esta oferta ahora permitirá a la Universidad estar a la altura de las previsiones. “Se calcula que el sector supondrá un 4% del PIB de la Unión Europea”, aseguró. El perfil del graduado, aunque muy específico –aúna, simplificó Bahamonde, las nociones de las matemáticas y la informática–, arroja una parrilla de salidas profesionales muy variadas, desde la industria, el comercio y la automoción hasta el cuidado de mayores, servicios lingüísticos y la biomedicina. “Ahora debemos formar cantera, cuidarla e ilusionarla para que los alumnos se queden aquí”, concluyó el docente.

La nueva titulación


El grado. La Universidad de Oviedo impartirá desde el próximo curso el grado en Ciencia e Ingeniería de Datos, que nace con 61 plazas y varias empresas que ya han anunciado su interés en acoger a estudiantes en prácticas desde el primer curso. Los interesados pueden preinscribirse, como con el resto de grados, a partir del viernes.

El temario. La comisión a cargo de la formación ha aunado nociones de matemáticas e informática en un grado que tocará temas muy variados como sistemas inteligentes de recomendación en internet, procesamiento de textos y audios y algoritmos predictivos de todo tipo. 

Las salidas laborales. Entienden los responsables universitarios que la carrera tendrá tasas de empleabilidad muy altas, y que en los próximos años surgirán nuevos trabajos en busca de este perfil. De momento, la biomedicina, la automoción (con vehículos que se conducen solos), el comercio, la biomedicina y el cuidado de mayores son algunas de las salidas laborales ya previstas.

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