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Asturias, a punto de quitarse la mascarilla en la calle: estos son los lugares dónde sigue siendo obligatoria

Los ciudadanos podrán relajar el uso del cubrebocas, obligatorio en la en la vía pública desde el 14 de julio del pasado año

Asturias, a punto de quitarse la mascarilla en la calle: estos son los lugares dónde sigue siendo boligatoria

Las mascarillas en el exterior dejarán de ser obligatorias a partir del próximo 26 de junio, el sábado de la semana que viene, siempre que se guarde la distancia interpersonal mínima de un metro y medio. Tras varias semanas en las que Fernando Simón anunciaba que la medida estaba cerca, Pedro Sánchez ha decidido este viernes dar él mismo la buena nueva, durante su participación en la clausura de la XXXVI reunión del Círculo de Economía.

“Nuestros rostros recuperarán en los próximos días su aspecto normal. Volveremos con ello a disfrutar de una vida en la calle sin mascarilla (…). Lo vamos a hacer porque estamos cumpliendo todos los hitos que nos hemos marcado frente a la pandemia. Por todo ello, este será el último fin de semana con mascarilla en exteriores”, ha dicho Sánchez.  

Era la decisión que con más interés seguían los ciudadanos. Tanto el Ministerio como las autonomías eran proclives a adoptar esa decisión, aunque el cubrebocas seguirá siendo necesario en interior o situaciones en las que no exista distancia de seguridad. La decisión final debía ser del Gobierno central, ya que las comunidades no pueden regular por su cuenta una cuestión que exige modificar una ley estatal. No obstante, han sido varios los gobiernos autonómicos que han reclamado una relajación en el uso de la prenda: Castilla-La Mancha inició un movimiento que secundan Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Navarra o Murcia. Estas comunidades han planteado que la mascarilla deje de ser obligatoria en julio en lugares abiertos y siempre que pueda respetarse una amplia distancia interpersonal. El Ejecutivo asturiano ha afrontado esta cuestión “con prudencia”, sin prisas y sin ánimo de tomar la iniciativa.

En poco más de una semana, los asturianos podrán guardar la mascarilla en el bolsillo o en el bolso y caminar sin un complemento que ha tapado el rostro de los ciudadanos en la región desde el 14 de julio del pasado año, cuando el gobierno regional obligó su uso en zonas urbanas y en poblaciones con importante afluencia turística.

Ahora, se podrá ir sin mascarilla en los espacios exteriores, siempre que se respete la seguridad de 1,5 metros con personas ajenas a nuestra burbuja social.

¿Dónde será obligatorio el uso de la mascarilla?

En el resto de lugares donde hasta ahora era obligatorio el uso de la mascarilla, la normativa no cambia. Tanto en hostelería como en el resto de espacios cerrados será obligatorio su uso.

También en los medios de transporte aéreo, marítimo, en autobús, o por ferrocarril, así como en los transportes públicos y privados complementarios de viajeros en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, si los ocupantes de los vehículos de turismo no conviven en el mismo domicilio. En el caso de los pasajeros de buques y embarcaciones, no será necesario el uso de mascarillas cuando se encuentren dentro de su camarote.

¿Debo ponerme la mascarilla para salir a correr?

Esto es lo que dice el BOE al respecto: "No será exigible en el caso de ejercicio de deporte individual al aire libre, ni en los supuestos de fuerza mayor o situación de necesidad o cuando, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades sanitarias".

“En verano la pandemia atravesará en Asturias un largo valle”: el pronóstico del matemático Juan Luis Fernández


El catedrático de Matemáticas de la Universidad de Oviedo Juan Luis Fernández, que ha elaborado acertadas proyecciones de evolución de la pandemia desde su origen, considera que el comportamiento del covid-19 durante el verano será el de un “largo valle” con casos en continuado descenso y con posibilidad de que alcancen los “cero contagios” en el mes de agosto. Dos son los factores que, a juicio de Juan Luis Fernández, permiten establecer esa hipótesis: por un lado la exitosa campaña de vacunación, que en el verano puede permitir que cerca del 70 por ciento de los asturianos hayan recibido ya la pauta completa de inmunización, y por el otro las temperaturas estivales que merman las posibilidades de transmisión del virus. Juan Luis Fernández, junto con el estudiante de ingeniería de Telecomunicación José María Loché Fernández-Ahúja, fue pionero al establecer una correlación entre la propagación de la enfermedad y factores geográficos, como la temperatura, la humedad o la presión atmosférica. El estudio, que vio la luz en la revista “International Journal of Hygiene and Enviromental Health” sugiere que “un grado más de temperatura media establece que haya 8,5 infectados diarios menos por cada millón de habitantes”. Sin embargo, hay algunos aspectos que hay que tener en cuenta en la ecuación. La relajación de medidas (más flexibilidad en el uso de mascarillas, vuelta al ocio en grupo o encuentros entre jóvenes sin las debidas precauciones) pueden hacer que surjan brotes en la población que aún no estará inmunizada en el verano. No obstante, estos casos apenas tendrán incidencia en los servicios sanitarios, ya que la tasa de personas que ingresan por covid-19 entre jóvenes es mucho más baja que entre los mayores, que ahora estarán vacunados. Otro factor será la propagación y aparición de variantes, una posibilidad abierta en tanto que la capacidad de mutación del virus sigue produciéndose.


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