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Salud revisará un plan antisuicidio iniciado en 2018 del que nunca dio datos

El Plan de Salud Mental 2021-25 no se aprobará hasta el año que viene e incidirá en la prevención de las autolesiones, anuncia el Consejero

El consejero de Salud, Pablo Fernández Muñiz, anunció ayer en la Junta que el Plan de Salud Mental 2021-25 en el que trabaja el Gobierno asturiano abordará, de forma prioritaria, la detección precoz del suicidio. Según el Consejero, esta hoja de ruta podría ser aprobada por el Consejo de Gobierno a principios de 2022, una vez que se culminen las seis fases de actuación previstas. El proceso incluirá una consulta ciudadana sobre recursos y necesidades de atención.

El Principado –subrayó el Consejero en su comparecencia parlamentaria– puso en marcha, en 2018, un protocolo de detección y manejo de casos en personas con riesgo de suicidio, que “se está revisando” de cara a su actualización. Este protocolo consiste en un plan piloto de carácter preventivo del que “tres años después de su implantación no se nos ha facilitado ningún dato”, explicó horas más tarde Julio Bobes, catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo.

En declaraciones a este periódico, el profesor Bobes dio la bienvenida a “cualquier iniciativa que contribuya a atajar un problema que es acuciante”. Sin embargo, precisó que “debe ser prioritario cumplir con los compromisos adquiridos con la sociedad y con los profesionales, que en este caso hablaban de facilitar resultados desde el primer año para poder ir avanzando todos juntos”.

El titular de Salud compareció en la Junta General del Principado a petición de Podemos. “Tenemos que trabajar no solo en detectar, sino en prevenir”, indicó el Consejero, quien indicó que el suicidio es “aún, en gran medida, un gran tabú social”.

La jefa de la Unidad de Coordinación de Salud Mental, María del Mar Fernández, explicó a los diputados que una persona que se suicida no tiene por qué ser un enfermo mental. “Si a alguien mayor de 80 años le diagnostican una enfermedad terminal con la que sabe que va a padecer muchos dolores y generar mucho sufrimiento a su familia termina suicidándose, ¿creen ustedes que era un enfermo mental?”, preguntó a los diputados.

Los responsables sanitarios señalaron que en 2018 se suicidaron 138 personas en Asturias. De esa cifra total, solo ocho casos tenían algún criterio de riesgo suicida recogido en su historial. Es más, solamente tres habían entrado en el protocolo que se aplica en Asturias para evitar suicidios. En 2020, entre enero y mayo, el número de suicidios en Asturias se redujo con respecto al mismo periodo del año anterior.

¿Cuál fue el dato completo de 2020, año con casi diez meses de pandemia de covid? Según Julio Bobes, Asturias registró una caída significativa de la cifra de suicidios. Frente al promedio anual de 135 en la última década, el año pasado se registraron 110, lo que representa un descenso del 18,5 por ciento, según los datos que maneja el catedrático de Psiquiatría.

El consejero de Salud destacó la importancia del papel que desempeñan en esta materia los medios de comunicación. Asimismo, enfatizó la necesidad de sensibilizar e informar a la sociedad y de formar a los profesionales sanitarios.

En el turno de fijación de posiciones, la diputada del Partido Popular Beatriz Polledo reclamó a Salud más recursos para la puesta en marcha de “medidas concretas y efectivas” como campañas de concienciación, lo mismo que pidió el portavoz de Ciudadanos, Armando Fernández Bartolomé.

Por parte de Podemos, Ricardo Menéndez Salmón, solicitó acciones preventivas porque el suicidio es un problema de “salud pública” y constituye la primera causa externa de fallecimientos por delante de los accidentes de tráfico. A juicio del representante de Foro, Adrián Pumares, los suicidios en Asturias presentan unas tasas “muy elevadas”, una situación que hace necesario potenciar la colaboración entre la red de Atención Primaria y las unidades de salud mental. Por parte de IU, Ovidio Zapico pidió al Consejero planes para prevenir y combatir esta problemática, mientras que la diputada de Vox Sara Álvarez puso el foco en que el número de víctimas de la “violencia intrafamiliar es menor del que las personas que se suicidan”.

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