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Al aire libre y con metro y medio de distancia: así será la norma para quitarse la mascarilla

La flexibilización llega a los geriátricos si está vacunado el 80% de cada residencia: 11.200 mayores no tendrán que llevar tapabocas en Asturias

La mascarilla dejará de ser obligatoria en exteriores desde este próximo sábado, pero siempre que se pueda guardar una distancia de seguridad de 1,5 metros con los no convivientes. La ministra de Sanidad, Carolina Darias, confirmó la primera flexibilización sobre el uso del cubrebocas en el Consejo Interterritorial de Salud celebrado ayer. La medida, de obligado cumplimiento en todas las autonomías, no generó polémica. El requisito de que haya una distancia interpersonal de metro y medio había sido solicitado por Asturias, según reveló el consejero de Salud, Pablo Fernández. También habrá un cambio relevante en el uso de mascarilla en los geriátricos, ya que los residentes no tendrán que llevarla si está vacunado el 80% por ciento de su centro, aunque sí será obligatoria para los trabajadores y las visitas, según confirmó la Ministra.

“Todos los indicadores nos dicen que vamos en el camino adecuado y, con las altísimas tasas de vacunación, es aconsejable que se empiece a introducir una flexibilización respecto al uso obligatorio de las mascarillas“, argumentó Darias al término del Consejo Interterritorial. “Son medidas progresivas, graduales y prudentes. Es una medida importante, que vendrá bien porque la ciudadanía la demandaba, pero hay que ser prudentes”, detalló la ministra de Sanidad, que recalcó un consejo, que se hará habitual desde el sábado, sobre la mascarilla: “Siempre hay que llevarla encima”.

El responsable de la consejería de Salud, Pablo Fernández, habló de “flexibilización gradual” en el uso del cubrebocas. “Es muy importante que se siga manteniendo el uso de mascarilla si no se puede garantizar la distancia de seguridad. Era una preocupación y una petición que teníamos desde Asturias y vemos que queda reflejada”, valoró Pablo Fernández una vez finalizada la reunión con la ministra Darias y sus homólogos de otras autonomías.

Cambios por real decreto

El real decreto, que modifica la ley sobre el uso obligatorio de mascarilla en exteriores e interiores y recoge los criterios propuestos en el informe de la Ponencia de Alertas, será aprobado hoy en un Consejo de Ministros extraordinario para su entrada en vigor este sábado. Los principales cambios consisten en que la mascarilla deja de ser obligatoria en exteriores siempre que se respete una distancia de seguridad de 1,5 metros, aunque seguirá siendo obligado su uso si hay aglomeraciones de personas. De ahí que haya que tenerla siempre a mano. Tampoco habrá que llevarla en eventos al aire libre, si el público está sentado y a esa misma distancia de seguridad. En cambio, en eventos multitudinarios sin esa distancia, como conciertos, habrá que poner el tapabocas.

El alivio en el uso de la mascarilla también llegará a los cruceros, ya que no será obligatoria para los pasajeros de barcos y buques en su camarote y tampoco cuando se encuentren en cubierta siempre que puedan mantener la distancia de seguridad de metro y medio con las personas no convivientes.

Uno de los cambios más relevantes en este “flexibilización gradual” tendrá como potenciales destinatarios a los 11.200 mayores asturianos que viven en las 238 residencias públicas y privadas de la Asturias, un colectivo que resultó especialmente castigado en la primera y segunda ola de la pandemia. A partir del sábado tampoco tendrán que llevar mascarilla en el interior de la residencia, siempre y cuando esté vacunado el 80 por ciento de los residentes, un requisito que se cumple en la totalidad de los geriátricos de Asturias.

La consejera portavoz del Principado, Melania Álvarez, comentó ayer que Asturias “recomendará” mantener el uso de mascarilla en exterior “para situaciones concretas”, aunque no las precisó a a la espera de conocer el contenido del real decreto. “Se trata de ir poco a poco, para no volver atrás”, planteó Melania Álvarez, en una jornada en la que se contabilizaron 68 nuevos casos. El director general de Salud Pública, Rafael Cofiño, ofrecerá hoy una rueda de prensa en la que posiblemente se pronuncie sobre los cambios y flexibilización de la norma sobre el uso de las mascarillas.

Una relajación con el recelo a la variante india, con repuntes en Israel y Gran Bretaña


La flexibilización que supone dejar de llevar la mascarilla en espacios exteriores, siempre que se pueda guardar la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros, tiene como contrapunto el recelo que suscita la variante delta o india: varios países como Israel e Italia ya han recuperado restricciones o estudian hacerlo ante el repunte de casos. Israel exigirá a los viajeros que salgan del país una declaración en la que se comprometen a no viajar a “puntos calientes” de contagio, como Sudáfrica, México, Argentina y Brasil. Se impondrán multas de hasta 1.285 euros a quien mienta. También parece inminente la obligatoriedad de volver a llevar mascarilla en espacios cerrados. Israel acumula 840.166 casos positivos, de los que 110 son de las últimas 24 horas, y 6.428 muertos. Gran Bretaña ha aplazado la última fase de su desescalada, prevista para el lunes, tras notificar ayer 16.135 casos, la cifra más alta desde febrero, un empeoramiento que se atribuye a la variante delta. El primer ministro de Italia, Mario Draghi, abrió la puerta a un retraso en la retirada de restricciones para frenar el impacto de nuevas variantes. En principio, Italia permitirá la entrada de turistas “bajo condiciones de certificación” y tiene previsto retirar la obligatoriedad de mascarilla en exteriores a partir de la próxima semana.

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