El Gobierno asturiano está dispuesto a modificar su política para combatir el declive demográfico y estudiar la concesión de ayudas directas para fomentar la natalidad. El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha anunciado la disposición a estudiar la introducción de esas ayudas en el marco del próximo Presupuesto del Principado, el de 2022, durante su respuesta al portavoz de Foro, Adrián Pumares. Barbón ha querido aprovechar el último turno de preguntas al presidente del curso político para pedir a varios partidos su apoyo de cara a la negociación de las próximas cuentas. "Asturias necesita un presupuesto en 2022", afirmó.
"Estamos dispuestos a hablar de las ayudas a la natalidad que, reconozco, en Foro han defendido siempre", ha respondido Barbón a la pregunta que le realizó el portavoz de ese partido, Adrián Pumares. Barbón quiso resaltar que el reto demográfico es un asunto de estado, que se debatirá en una Conferencia de Presidentes monográfica que tendrá lugar en Salamanca, pero destacó algunos datos positivos del último año para Asturias como el que "ocho de cada diez concejos rurales han aumentado su población por primera vez", un dato que "no se producía desde hace un año". Pumares insistió en los resultados que han dado "las estrategias para combatir la pérdida de población en Alemania y Francia". y aceptó la oferta de negociar las ayudas directas en la próxima negociación presupuestaria porque para frenar el declive demográfico "nos encontrarán siempre".
El debate que marcaba el fin de curso, con la pandemia en vías de control, estuvo prácticamente exento de crispación. Hasta la habitual falta de química entre Barbón y la jefa de la oposición, Teresa Mallada, brilló de ausencia, lo que no evitó que la portavoz del PP asturiano cuestionase la tardanza del Ejecutivo socialista en la gestión de las ayudas a los afectados por la crisis del covid-19. "Les advertimos que esas ayudas iban a ser escasas pero rechazaron todas nuestras enmiendas porque dijeron que era excesivo y ahora quieren vender como un éxito suyo el aumento en 25 millones más", cuestionó Mallada, quien reprochó que Asturias ha sido la última autonomía en sacar las ayudas estatales, cuya primera convocatoria ha salido publicada hoy mismo. "Madrid ya las sacó el 29 de abril, pero Asturias llega siempre tarde", recalcó la presidenta del PP asturiano. Barbón, que admitiría el retraso en la concesión de las ayudas autonómicas más adelante, justificó que "otros gobiernos no han dado ninguna ayuda antes" mientras que el Principado ya destinó "75 millones en marzo del año pasado, 33 en noviembre pasado" y tiene otros 232 para este año, de los que 107 son los estatales. El presidente apuntó a este verano como el momento en que se va notar la mejoría económica, que permitirá dejar tras los ERTE en los que todavía están actualmente 9.500 asturianos. "El dinamismo económico es el mejor camino para proteger a los trabajadores en ERTE", afirmó Barbón, que basó sus augurios optimistas tanto en el descenso de las cifras de paro en los últimos cuatro meses, 5.900 menos en Asturias, como en las expectativas en sectores como la hostelería y el turismo".
Uno de los partidos a los que el presidente del Principado pidió expresamente su apoyo de cara al próximo Presupuesto fue a Ciudadanos. Quizá porque vea en el discurso del grupo naranja el preludio a una posición aún negativa aunque todavía quedan seis meses para pulsar en la Cámara la tecla del voto presupuestario. "El año pasado dijeron que el verano iba a ser un fiasco, luego que con la sobreexposición del Presidente habíamos conseguido atraer tantos turistas que era un desastre y que el brote era consecuencia de esa sobrexposición y afluencia de turistas y este año que no iban a venir turistas y ahora que ya el propio dice que va ser un buen verano ya hablan de que la gestión de este temporada será un desastre. ¿No se dan cuenta que entran en contradicciones permanentes?", replicó Barbón, que citó declaraciones de José Luis Almeida, presidente de la patronal hostelera Otea, para justificar que el sector "va levantando cabeza y Asturias será un buen destino para todos los turistas de España". Una situación que el presidente del Principado atribuyó a la gestión realzada por su Gobierno, cuestionada desde toda la oposición cuando aplicó restricciones especialmente dirigidas a los horarios y actividad de la hostelería. "Siempre defendimos que el control de la pandemia era fundamental para la reanimación de la economía y se reían de nosotros". Susana Fernández rebatió el discurso presidencial. "El turismo no está teniendo el apoyo que precisa", valoró Susana Fernández, que también echó en falta el apoyo del Principado para que los ayuntamientos puedan "controlar la mayor afluencia de turistas" y en la entrega de los 8,2 millones del Fondo de Cooperación Local, unas carencias que según la portavoz del grupo naranja se traducirán en dificultades para controlar cuestiones como los accesos y los aforos de las playas. No le gustó nada a Barbón que Susana Fernández dedicase parte de su turno a contestar a Podemos sobre su postura sobre la cooficialidad del asturiano, aunque la portavoz de Cs le pidió expresamente al Presidente que explore la posibilidad de una consulta ciudadana sobre la cooficialidad "sin que le haga falta exiliarse a Waterloo". Barbón acabó planteando a Cs que "Asturias no se puede permitir no tener Presupuesto en 2022, como no se lo podía permitir en 2021".
La última pregunta del curso de Podemos a Barbón trató sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres. "Se necesitan cambios estructurales porque es una brecha de la democracia", argumentó el portavoz de la formación morada, Daniel Ripa, quien consideró que despidos masivos como los de HM, Douglas o Modultec o los confinamientos por la pandemia han agravado las diferencias retributivas entre sexos, una media de 7.000 euros en Asturias. El presidente del Principado anunció que el Ejecutivo registrará en la Cámara el Plan Estratégico de Igualdad y destacó el carácter pionero de la concertación social de Asturias "en garantizar que no haya brecha social".
Ángela Vallina, de IU, examinó la gestión de la consejería de Educación en el segundo curso de la pandemia, a la que no vaciló en dar un suspenso, por cuestiones tan variadas como la atención a los alumnos con necesidades especiales, el transporte escolar, el progresivo aumento de la privatización de los comedores, o "el maltrato" a las familias que viven de las cafeterías de instituto. "Le invito a escucha a los padres y resolver todos y cada uno de los problemas pendientes. No puede volver a pasar lo que pasó este curso", planteó Vallina quien anunció que IU va a "priorizar la educación pública en la próxima negociación presupuestaria". Barbón volvió a reconocer "errores en la pandemia desde el punto de vista educativo, pero señaló que pese a la complejidad de la gestión de esa área "en el peor momento solo se cerró un 1,5 por ciento de las aulas". Y subrayó que Asturias "hizo un esfuerzo incomparable invirtiendo 42 millones, cuando recibimos 30 del Estado. Invertimos 5 millones en digitalización, creamos 675 nuevos grupos Covid y contratamos de 435 profesores. Ahora hay autonomías que dicen que no van a recortar, porque tampoco aumentaron antes el personal". El Presidente sostuvo que los niveles de vacunación, prevista para los alumnos de 12 a 17 años antes del inicio del próximo, harán que "la distancia de 1,20 sea segura".
El portavoz de Vox, Ignacio Blanco, pretendía que Adrián Barbón autocalificara su gestión pero no lo consiguió. "He tomado las decisiones que consideraba necesarias para los intereses de Asturias con independencia de que ello supusiera un desgaste", defendió el presidente del Principado, que reivindicó las diferencias entre las posiciones de su partido y Vox en materias como la autonomía de Asturias, los derechos de la comunidad LGTBI y dio por asumido que "no esperaba indulgencia" del partido de Blanco. El portavoz de Vox reprochó que el peso de Barbón en Madrid "es inexistente por no decir contraproducente" , tras afirmar que el Consejo de Ministros "orilla los problemas de Asturias". Barbón aprovechó la réplica para insistir en un discurso al que ya había recurrido meses atrás, cuando tuvo que acentuar las restricciones: "Tomé las decisiones que creía convenientes para salvar vidas".
