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Las cooperativas agroganaderas, una solución para llenar la Asturias vaciada

“La gente se vino al centro, pero nosotros estamos en las alas”, dice Arturo Gancedo, que preside la asociación que engloba a estas empresas

Viabilidad económica, cuidado del territorio y, sobre todo, mejores condiciones de vida para las zonas menos pobladas de Asturias. Todo eso pueden aportar las empresas cooperativas a la región o, al menos, eso se desprende de la Asamblea que celebró ayer la Unión de Coopeartivas, en la que estuvieron presentes Alejandro Blanco, consejero de de Medio Rural y Cohesión Territorial, y Gabriel Trenzado, director técnico y especialista en asuntos internacionales y para la Unión Europea de Cooperativas Agroalimentarias de España.

La reunión sirvió para poner de relieve algunos de los asuntos que más preocupan a los cooperativistas de la región, entre los que se encuentran la falta de mano de obra y la ausencia de jóvenes con la formación y experiencia suficientes como para garantizar el futuro de estas empresas. Un problema que a la vez puede convertirse en una oportunidad para generar actividad en las zonas donde estas cooperativas desarrollan su actividad, que en muchos casos coinciden con las zonas menos pobladas de la región.

“Asturias tiene un millón de habitantes y 800.000 personas estánviviendo en el centro, nosotros somos una zapatilla larga, y mientras casi todo el mundo se vino al centro las cooperativas estamos en las alas, somos fundamentales y somos un interlocutor indispensable, pero para que una explotación se quede en una zona tiene que ser viable”, sostenía el presidente de la Unión de Cooperativas, Arturo Gancedo, que añadía que Asturias tiene “un papel importante en la España vaciada, no en vano tenemos la primera empresa cooperativa láctea de España, que es Clas”.

Alejandro Calvo, por su parte, coincide en esa apuesta por el desarrollo rural a través de estas empresas que considera “instrumentos de desarrollo económico, donde el papel de los productores es fundamental, donde las personas siguen siendo importantes, donde las mujeres cada vez tienen más peso, donde los jóvenes se están incorporando; ese tejido es del que dependemos para que haya futuro en el medio rural y para que el desarrollo económico autónomo del medio rural sea lo que lo dote de futuro, no que esté subsidiado por lo urbano”, añadía.

Empezando por la izquierda, Gabriel Trenzado, Alejandro Calvo y Arturo Ganzado, ayer tras la Asamblea. | LNE Antonio LORCAA. L.

El consejero de Medio Rural reconoce que le toca a la administración trabajar para que en esas zonas rurales se pueda vivir “en condiciones de equidad” con respecto al centro de Asturias: “Me gusta decir que el futuro y el relevo generacional dependen de que haya viabilidad económica, pero de muchas más cosas”. En esa línea, reconció que son necesarios “servicios públicos de calidad, que haya una actividad cultural suficiente, que haya expectativas de futuro para que la gente quiera vivir en el medio rural”. Una de las oportunidad les ha llegado precisamente con la pandemia, que ha hecho que mucha gente mire al campo como una buena opción para vivir: “Hay unas condiciones de vida alternativas que se han demostrado fundamentales durante la crisis sanitaria, vamos a ver si conseguimos consolidar ese fenómeno y que una parte de la población apueste por vivir en el campo”.

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