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En corto y por derecho

La difícil decisión de Pilar Llop, con madre asturiana y peluquera

Anda que no le habrá costado a la Presidenta del Senado anular la enmienda que iba a dar un poco de aire a los peluqueros y peluqueras de este país para rebajarles el IVA (del 21 al 10%), algo que les iba a venir de perlas para amortiguar las pérdidas de la pandemia.

A buen seguro que Pilar Llop se cuidó ese día de autos de dejarse ver por el madrileño barrio de Bellas Vistas donde su madre, la asturiana María del Pilar Cuenca, regentó toda la vida una peluquería en la que Piluqui (como conocen cariñosamente los vecinos a la presidenta) ayudó de vez en cuando a limpiar y a recoger al volver de clase.

Por mucho poder que atesore como cuarta autoridad del país (por detrás del Rey, del presidente del Gobierno y de la presidenta del Congreso), no debe de ser fácil dar la cara ante su madre y defender que los de su gremio sigan pagando el máximo de IVA. Menos mal que ya le queda poco a Llop para sus vacaciones en Villaviciosa, la tierra de su abuela materna, Soledad, como también llama a su hija. A orillas de su querida ría podrá descansar y desconectar.

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