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Consecuencias del nuevo repunte de la pandemia

Acelerón al plan para quitar papeleo en los centros de salud para evitar su colapso

Salud suprimirá de las tareas médicas los justificantes escolares y certificados de aptitud física y afianzará las competencias de Enfermería

Protesta de usuarios ante el centro de salud de Perchera, en Gijón, el pasado mes de mayo reclamando la vuelta de la atención presencial. | Marcos León

Eliminar el “papeleo” de las consultas médicas y aclarar las competencias de facultativos, enfermeras y administrativos para evitar el colapso de la atención primaria. Estos serán los dos grandes ejes del plan de choque contra la saturación de los centros de salud, una medida que está a punto de concretarse con varias medidas “inmediatas” que acabarán de concretarse tras el verano. Las más urgentes, también por ser las más fáciles de aplicar, pasan por no derivar a los médicos burocracia relacionada con justificantes de no asistencia a clase, permisos no oficiales de tipo psicotécnico y volantes de derivación al hospital que dependen de los especialistas y no de los centros de salud. “No se trata de quitarle trabajo a los médicos, sino de separar y aclarar cuáles son las funciones de cada categoría profesional”, explican desde Salud.

El tema burocrático es desde hace años uno de los principales quebraderos de cabeza de los médicos de familia, que ven cómo pacientes acuden a su consulta para pedir certificados de aptitud para cursos y trabajos de todo tipo. Lo mismo sucede con gestiones que realmente no dependen de ellos, como el transporte de enfermos a una consulta de hospital o citas a especialistas que no dependen de la atención primaria. La idea de Salud es recoger por escrito un protocolo riguroso que diferencie quién debe encargarse de cada tarea y, se espera, afianzar unas competencias de enfermería que en muchos centros ya se realizan. “Ya está claro que pueden tomar la tensión o encargar retinografías a diabéticos, pero hay centros en los que no se hace por miedo o porque el médico no quiere”, concretan las mismas fuentes.

No obstante, la saturación de los centros responde a más cuestiones. “El problema es multifactorial” explica Graciela Martínez, coordinadora de la Unión de Sindicatos Independientes del Principado de Asturias (USIPA) y que resume la situación. “El personal se va de vacaciones y las citas se anulan, no hay sustitutos para cubrir esas vacaciones, los casos están subiendo entre los jóvenes y el sistema ‘call center’ ha sido eliminado”. Ese cúmulo de circunstancias explica el cóctel de desorganización que está en el punto de mira de la sanidad asturiana.

USIPA denuncia también la escasa comunicación que mantiene la Consejería de Salud con los representantes sindicales. “Por nuestra parte, la última información que tenemos ha sido la contratación de cuarenta nuevos rastreadores”, denuncia. En febrero de este mismo año, el Principado decidió prescindir de setenta rastreadores y se han visto desbordados con la actual crecida de casos.

Antonio Matador, secretario general del Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA), asegura que el problema de los veranos es algo habitual, pero que se ha “acrecentado en este año con la pandemia”. La atención telefónica sigue siendo el principal déficit, las líneas de teléfono están saturadas y los pacientes “se desesperan” para conseguir una cita, lo que con suerte consiguen después de decenas de llamadas en algunos centros de salud. “Hay un problema de hace tiempo y son las jubilaciones”, critica Antonio Matador, y añade: “los médicos se están jubilando y las plazas de MIR son escasas, así que la diferencia es clara y deficiente”. Desde el SIMPA se acusa al Sespa de no ser del todo transparente respecto de los contratos anunciados: “hablan de un aumento en las contrataciones, pero no parece real. No se refleja en el sistema”. El Principado anunció la contratación de 29 facultativos de familia, pero la previsión es que en los centros de salud asturianos se jubilen este año 60. A las plazas que queden sin cubrir hay que añadir las que tampoco se cubrieron por jubilaciones en años anteriores.

Por otra parte, a nivel hospitalario el personal sanitario y sindicatos alertan del regreso de los contratos de dos o tres días de duración por “los recortes del Sespa, que no quiere pasarse más de presupuesto”. “Es un negocio redondo, porque se ahorran vacaciones, pero también una falta de respeto, critican”.

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