La aprobación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), junto a la Ley Europea del Clima enmarcada en el Green Deal, establecido por la Comisión Europea, han marcado la hoja de ruta para llevar a cabo una transición energética inminente en la que, de hecho, ya estamos inmersos.

Uno de los ejes estratégicos para alcanzar este proceso de forma exitosa y cumpliendo con los ambiciosos objetivos marcados para 2030 y 2050 es la movilidad y el transporte sostenible. En este sentido, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana ha desarrollado una hoja de ruta sobre movilidad, infraestructuras y transporte para los próximos 10 años.

Coche de Nortegas repostando en un punto de suministro de gas natural vehicular. Cedidas a LNE

Se trata de un gran reto, no solo por avanzar en la descarbonización de la economía, también porque es vital asegurar la accesibilidad a todos y que nadie se quede fuera de esta gran revolución. La electrificación de los turismos y motocicletas puede dar respuesta a muchas necesidades, especialmente dentro de las grandes ciudades y en desplazamientos cortos, pero la movilidad va mucho más allá. Se debe pensar en los vuelos transoceánicos, en buques de carga que recorren miles de kilómetros transportando materiales y bienes imprescindibles para el día a día, camiones, furgonetas de reparto y un largo etcétera que construyen la realidad tal y como se conoce.

Repsol y Nortegas firmaron el pasado año un acuerdo para abrir una red de puntos de suministro de gas natural vehicular (GNV)

La movilidad es un derecho, un elemento de cohesión social y de crecimiento económico, tal como indica la Estrategia de Movilidad nacional, y por ello es necesario que, tanto las políticas definidas desde las administraciones como el sector privado, desde la colaboración, se propongan avanzar en los objetivos climáticos. En este sentido, desde Nortegas llevan varios años investigando y desarrollando soluciones sostenibles y eficientes que se muestren como una alternativa frente a otros tipos de energía. No solo en movilidad, también con el objetivo de ofrecer a la industria y la ciudadanía una opción energética limpia y de futuro a través del gas natural, los gases renovables y el hidrógeno.

Coche de Nortegas Cedidas a LNE por Nortegas

Para que la transición energética sea eficiente es clave el aprovechamiento de las infraestructuras actuales y la red de gas natural será, por tanto, un actor principal en esta transición. España cuenta con una sólida infraestructura en el sector gasista que puede ser aprovechada y reutilizada con gases renovables, sin requerir mayor inversión. El gas es una fuente energética ampliamente probada, que cuenta con una gran solidez; y desde Nortegas cuentan con la experiencia que les ha dado su actividad en los territorios en los que están presentes.

El año pasado anunciaron su acuerdo con Repsol, compañía líder en el suministro de energía para la movilidad en España, para abrir una red de puntos de suministro de gas natural vehicular (GNV) a lo largo de diferentes puntos estratégicos de la geografía. Un acuerdo que tiene como objetivo común el compromiso de poner a disposición del público puntos de suministro de GNV directamente en las estaciones de servicio de Repsol, facilitando así el acceso a este combustible alternativo e impulsando su desarrollo como parte del mix energético sostenible.

La primera gasinera del acuerdo se ubica en Sestao, Bizkaia, en un enclave estratégico para vehículos ligeros (turismo y furgonetas), así como vehículos medios y pesados urbanos (furgonetas y camiones de reparto). De esta forma, Repsol y Nortegas ponen a disposición del público un combustible alternativo con un suministro directo, sin necesidad de depósito, gracias a la amplia infraestructura disponible en España. Este año ambas compañías han seguido avanzando y sumando nuevos puntos de recarga de GNV como el que se inaugurará próximamente en el barrio de Pumarín, Gijón.

Nortegas está comprometida y convencida del papel del gas natural en la transformación energética de la movilidad. Concretamente, toda su flota de vehículos usa GNV, reduciendo así la huella de carbono como compañía.

Por su parte, Repsol lleva años inmersa en un proceso de transformación y de diversificación de sus negocios con el objetivo de liderar la transición energética, siendo la primera compañía de su sector en fijarse la meta de ser una compañía con cero emisiones netas en el año 2050. Además, Repsol liderará el suministro multienergético a los consumidores, aumentando el peso de energías de bajas emisiones y desarrollando productos y herramientas digitales que permitan una mayor personalización de las ofertas y una mejora de experiencias.

El GNV, una alternativa sostenible y económica

El uso del gas natural como combustible mejora la calidad del aire de las ciudades: reduce las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx) en un 85%, elimina el 96% de las emisiones de partículas sólidas (PM) y contribuye a conseguir los objetivos de emisiones de CO2, ya que reduce estas emisiones hasta en un 25%, llegando a eliminar completamente estas emisiones con el uso de biometano (gas natural renovable). Estas propiedades han hecho que en España estos vehículos dispongan de la etiqueta ECO, otorgada por la Dirección General de Tráfico (DGT), que les exime de las restricciones de circulación en las ciudades y les permite acceder a las zonas de bajas emisiones.

El motor a gas dispone de una mecánica similar al de gasolina y, en muchos casos, es posible realizar la transformación del motor del vehículo para que emplee gas en sustitución del combustible tradicional con una inversión muy baja. De esta forma, vehículos antiguos que no cumplen con los parámetros medioambientales actuales pueden adaptarse y disponer de una segunda vida.

Tenemos la oportunidad de transformar el sistema energético tal y como lo conocemos para convertirlo en un modelo eficiente, eficaz y responsable con el medioambiente. La transición energética debe pasar por crear un equilibrio entre las energías renovables, gas natural y los gases renovables para crear un mix energético que responda con éxito a las necesidades energéticas de los diferentes sectores.

A su vez, Nortegas tiene la capacidad de integrar en su infraestructura energética la estrategia de reducción de las emisiones, clave para alcanzar el reto de la transición energética en España. Por ello es vital el apoyo institucional y de las entidades para dirigir y acompañar al sector privado en esta transformación, generando sinergias entre agentes activos del sector que nos permita avanzar en una transición sostenible en plazos y economía.