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Asturias exhibe su mayor red público-privada: “Juntos podemos hacer cosas muy grandes”

Más de un centenar de científicos y empresarios presentan en Gijón los seis proyectos piloto que servirán a la región como “trampolín” para captar fondos | “Las sinergias creadas tienen un valor incalculable y solo son un inicio”, resalta el Consejero

Foto de familia de los integrantes de los seis consorcios público-privados. | MARCOS LEÓN

Asturias hizo “historia” ayer con la presentación de la mayor red de colaboración público-privada tejida hasta la fecha. Más de un centenar de investigadores y empresarios compartieron asiento en el teatro de la Laboral de Gijón para demostrar que “entre todos podemos hacer cosas muy grandes”. Para empezar, el desarrollo de seis proyectos piloto vinculados a dos grandes retos: la longevidad y el envejecimiento activo, y la reducción de emisiones. Estas iniciativas, que se materializarán antes de que finalice el año, forman parte de la primera convocatoria de “Misiones científicas de Asturias”, un programa pionero a nivel regional, que hasta ahora solo existía a escala nacional y europea. “Lo importante aquí no es tanto la cuantía económica –son 800.000 euros a repartir entre todos– sino las sinergías que hemos creado. Eso tiene un valor incalculable”, destacó el Consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez.

Y así lo reconocieron durante el acto los científicos y empresarios que ya trabajan de forma intensa en los seis proyectos piloto con los que Asturias aspira a captar financiación externa. “En esta región hay mucha capacidad y entre todos podemos hacer cosas muy grandes”, dijo el director del grupo DEX, Fernando Méndez Navia. “Trabajar en cooperación siempre nos hará más fuertes”, señaló la catedrática de Biología Celular de la Universidad de Oviedo, Ana Coto. “Estas colaboraciones no deben quedar aquí; tienen que ser el primer paso para desarrollar más iniciativas”, opinó, por su parte, el geólogo de Hunosa Noel Canto.

El Consejero lo sabe y, por eso, avanzó que su intención no es solo mantener el programa en el tiempo sino incrementarlo y llegar a las cinco líneas clave que recoge la Estrategia de Especialización Inteligente de la región (S3). Son: agroalimentación; energía y economía circular, industria 4.0; salud y longevidad; y patrimonio y biodiversidad. Por ahora, las “misiones científicas” han arrancado con solo dos de estos ejes estratégicos, porque, como confesó Borja Sánchez, “presupuestariamente no teníamos pa más”. El titular de Ciencia remarcó que los proyectos en marcha –seleccionados entre diecinueve presentados– son “escalables” y servirán de “trampolín” para captar fondos nacionales e internacionales. Incluso, el Gobierno del Principado se plantea financiar directamente “algún plan piloto que destaque por su aplicación inmediata o porque vaya a tener un efecto muy positivo”.

Por la izquierda, Roberto Hidalgo (Capsa), Patricia Ruas (IPLA), Miguel Ángel Menéndez (AGR), Manuel Miranda (Idonial), Fernando Méndez (DEX), David González (Idonial), José Fidalgo (FINBA), Miguel Ángel Acero (Izertis), Ana Coto (Universidad de Oviedo), el consejero Borja Sánchez, Noel Canto (Hunosa), Juan Carlos Piquero (Idonial) y Mamen Oliván (Serida), en el escenario del teatro de la Laboral.

La gala de ayer reunió a científicos de la Universidad de Oviedo, del CSIC, de la FINBA, del ISPA... A representantes de grandes y medianas empresas, de pymes, de spin off y de startup, como Izertis, Idonial, Capsa Food, myOmics, Metrohm DropSens, Neoalgae... E incluso a la sociedad civil, de la mano de colegios profesionales, DOPs, IGPs, asociaciones... “Aquí tenemos representado a casi todo el ecosistema”, subrayó Borja Sánchez. El director de desarrollo de Idonial, David González, hizo de maestro de ceremonias y confesó que hace año y medio, cuando “un grupo de sesenta personas” se juntaron para buscar soluciones a la pandemia –una de ellas fue la impresión en 3D de respiradores médicos– pensó: “No vamos a ser capaces de repetir una colaboración así”. Y, afortunadamente, sí hubo segunda vez y, encima, a lo grande. Ante él estuvieron ayer sentadas 140 personas, algunas de ellas de “empresas competidoras” en el mercado, pero aliadas en la construcción de un futuro mejor para Asturias.

“Si luego llegan los fondos, bien. Pero el objetivo prioritario es tener un producto, un conocimiento... En definitiva, definir qué puede generar riqueza para nuestra región”, manifestó David González a los medios de comunicación minutos antes del acto. Su empresa, Idonial, participa en cinco de los seis proyectos piloto, que “pueden tener salida en el mercado” dentro de uno o dos años. De todas las propuestas la que está más avanzada es la bautizada con el nombre “eHealth”, que lidera la empresa Izertis. Se trata de fabricar un corsé a medida mediante impresión aditiva que ayude en la escoliosis idiopática adolescente, una deformación de la columna que afecta a adolescentes y, fundamentalmente, a niñas.

David González, de Idonial, que presentó el acto.

El resto de proyectos consisten en introducir cambios en las dietas del ganado –en este caso, a través de la magaya de la manzana y las algas– para reducir las emisiones de metano (Agroalimentación 0 emisiones); en caracterizar a la población senior asturiana para identificar el índice de fragilidad asociado al envejecimiento (ELDER); en crear una “mina” de materias primas estratégicas que ayuden a la región a tener autonomía de suministro (Maprestas); en monotorizar la microbiota intestinal mediante la nutrición personalizada (Alimes); y en comprobar qué materiales responderían bien a un futuro uso masivo del hidrógeno verde (Hoja de ruta para el despliegue de la industria del hidrógeno-H2).

Todo esto “no es más que el principio”, aseguró el director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas, que cerrar una gala de casi dos horas de duración. “Os animo a que estos lazos no se rompan, porque tenemos un horizonte impresionante”, concluyó.

Magaya y algas para que las vacas contaminen menos


Introducir la magaya de la manzana y las algas en la dieta de las vacas para modificar su microbiota y reducir, en consecuencia, las emisiones de metano. Ese es uno de los proyectos piloto que desarrollará el consorcio Agroalimentación 0 Emisiones, liderado por el grupo DEX y compuesto por quince socios más diez colaboradores. “Afrontamos el reto de reducir las emisiones desde la perspectiva de la cadena de valor”, explicó Fernando Méndez, director de DEX. Así, el consorcio “no se ha conformado –agregó Méndez– con un único proyecto piloto, sino que desarrollaremos un grupo” de ensayos. El primero es, precisamente, el de modificar la dieta de los animales, dentro del primer eslabón de la cadena. “La ganadería es uno de los principales focos de emisión de gases de efecto invernadero y estamos a punto de hacer un ensayo in vitro con la magaya y las algas. Esperamos que eso modulen la composición de la microbiota del ganado”, detalló Mamen Oliván, directora del Serida. Los demás proyectos piloto consistirán en la “recuperación de compuestos de alto valor alimentario procedentes de destríos, descartes y subproductos” y en la “producción de bioplásticos a partir de biorresiduos”.

Un laboratorio del envejecimiento para atajar la dependencia


Asturias convertirá la debilidad de ser una de las regiones más envejecidas de Europa en una oportunidad investigadora. Así lo hará el consorcio ELDER, constituido por once socios y seis colaboradores, y liderado por la empresa myOmics. La idea es crear un laboratorio del envejecimiento, con el objetivo último de avanzar en la medicina preventiva y reducir la dependencia. El punto de partida será la caracterización de la población senior asturiana para obtener su índice de fragilidad. “Un problema que tenemos con las personas mayores es que de repente entran en una situación que nosotros llamamos de fragilidad”, detalló Ana Coto, catedrática de Biología Celular de la Universidad de Oviedo y coordinadora científica de la alianza. Esto es que, “ante un pequeño suceso, tienen unos resultados fatales y acaban cayendo en dependencia. Por qué son frágiles y cómo podemos saberlo antes de que ocurra son los interrogantes a los que responderemos”, añadió. Y para eso hay que estudiar “todas las características posibles” de la población. A partir de toda esta información, el consorcio podrá hacer desde un análisis de la microbiota hasta conocer la capacidad inmunitaria de los mayores ante el covid. El objetivo del futuro laboratorio es crear sinergias con instituciones de fuera.

Crear una “mina” de materias primas para la industria


Un dato: el 60% de la producción mundial de cobalto, vital para la fabricación de baterías, se concentra en la República del Congo. Pregunta: ¿Qué sucedería si el suministro se cortase, por ejemplo, por la llegada de un nuevo virus? Asturias quiere evitar la respuesta catastrófica a este interrogante y avanzar en su autonomía. Maprestas es un consorcio encabezado por la empresa AGR Caralyst Recovery y formada por otras ocho instituciones y tres colaboradores. Su objetivo, según contaron Miguel Ángel Menéndez, de AGR, y Manuel Miranda, de Idonial, es evaluar y catalogar las materias primas estratégicas que hoy en día utiliza la región y, en base a ello, proponer un listado de otras materias que puedan explotarse a nivel local. Por ejemplo, el cobalto, el carbón de coque, el vanadio y la bauxita. Se trata, en definitiva, de crear una “mina” propia de recursos. “Aumentar esa autonomía dará pie a una reducción de las dependencias. Y lo haremos por dos vías: la minería y los subproductos o residuos generados por la industria”, comentaron. El proyecto “busca mejorar la eficiencia de las materias primas y, por supuesto, la circularidad”. El consorcio abre la puerta a futuras investigaciones.

El primer paso para la alimentación personalizada


“Si cada uno de nosotros utiliza una crema diferente para la cara en función del tipo de piel, ¿por qué no explotamos la alimentación personalizada, cuando además sabemos que cada nutriente afecta de forma diferente a cada persona?”. Lo dijo ayer Rubén Hidalgo, director de Ecosistemas de Innovación de Capsa Food, la compañía que lidera el consorcio Alimes, con nueve beneficiarios y ocho colaboradores. Esta alianza público-privada trata de identificar algo así como el “software” de nuestra microbiota –más conocida como flora intestinal–, “reprogramarla” y hacer con ello que “juegue a nuestro favor”, resumió Hidalgo. Y con ello “mejorar nuestra calidad de vida”. ¿En qué consistirá el proyecto piloto? Patricia Ruas, científica del Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA-CSIC), fue la encargada de explicarlo: “Partimos de que la microbiota puede ser modulable y haremos un ensayo con un microorganismo probiótico de nuestra colección del IPLA que hemos seleccionado porque reduce estados inflamatorios”. Ese ensayo se hará en un yogur fermentado y, a continuación, se evaluará la supervivencia del probiótico en el yogur y su capacidad para modular in vitro la microbiota fecal de ancianos. El siguiente paso, adelantó Patricia Ruas, sería hacer un estudio en vivo.

Objetivo: entrenar a la región para la futura industria del hidrógeno


En pleno “boom” de la industria del hidrógeno, Asturias “no puede quedarse atrás”, coincidieron ayer investigadores y empresarios. “No podemos perder el tren cuando somos una región con gran peso industrial”, defendió Noel Canto, geólogo de Hunosa, que lidera el consorcio “Hoja de ruta para el despliegue de la industria del hidrógeno a lo largo de su cadena de valor en Asturias”. Como su propio nombre indica, el proyecto en el que están trabajando ocho empresas e instituciones, con la colaboración de otras siete firmas, busca “poner a la región en el mapa del hidrógeno”. Este recurso, aclaró Canto, “no es nuevo, pues muchas industrias ya lo utilizan”. Eso sí, emplean lo que emplean es el hidrógeno gris y la revolución que viene es verde. Con el proyecto, el consorcio quiere saber cómo se comportan los materiales ante un uso masivo del hidrógeno. “Nosotros lo que analizaremos es la propagación de grietas en diferentes calidades del acero. De forma que si aparecen muchas grietas estaremos ante un acero poco útil”, concretó Juan Carlos Piquero, de Idonial. La iniciativa incluye un demostrador tecnológico para que cualquier empresa pueda probar “cómo funcionan sus materiales con el hidrógeno”.

Asturias, pionera en la impresión en 3D de un corsé para la escoliosis


Asturias se convertirá en la primera región del mundo en imprimir en 3D un corsé médico para tratar la escoliosis idiopática. Se trata, según explicó el doctor José Fidalgo, jefe de la sección de infantil y prótesis del servicio de Rehabilitación del HUCA, de “una deformación de la columna que aparece a una edad complicada (12-13 años), que afecta fundamentalmente a las niñas y que es irreversible”. “Lo único que logra revertir esta enfermedad hasta en un 95% es la colocación de un corsé, que las pacientes deben poner entre 20 y 22 horas y durante una media de dos y tres años”, ahondó Fidalgo, miembro del consorcio “eHealth”, que encabeza Izertis junto a dieciocho grupos de investigación y empresas. Al año, Asturias pone 175 corsés para combatir la escoliosis idiopática y el Sespa ya tiene dos prototipos. El que desarrollará este consorcio será el tercero y estará dotado de las últimas tecnologías. “Queremos mejorar la calidad asistencial del corsé de la mano de la tecnología digital. Y queremos que la mesa que pone el corsé esté sensorizada para saber en todo momento qué fuerzas aplicamos”, avanzó Fidalgo. Hay mucho más: a los pacientes les recibirá un robot para reducir su estrés al tratamiento; y se sensorizará el dispositivo para conocer qué presión tiene el corsé y durante cuántas horas ha sido utilizado.

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