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Educación pretende una salida de la crisis “a coste cero”, denuncian los docentes

Los sindicatos afirman que la planificación del curso no garantiza la presencialidad total que anuncia el Principado y exigen los refuerzos del covid

La consejera de Educación Carmen Suárez

La confirmación de lo que ya sabían sobre las condiciones de organización del próximo curso escolar renovó ayer la insatisfacción de los docentes asturianos. La presentación que la Consejería de Educación hizo ayer de sus intenciones ante los agentes sociales y las patronales de la enseñanza pinchó de nuevo en el hueso de los profesores, que acusan al Principado de elegir una salida de la crisis sanitaria “a coste cero”, de reincidir en los errores del curso pasado y de elegir dar continuidad sólo a “las medidas que son gratis”, renunciando a la muy demandada extensión de los refuerzos de personal con los que es sabido que no cuenta la Administración.

La autoridad educativa se reafirmó ayer en sus propósitos sobre la búsqueda de la “presencialidad total en todas las etapas y niveles” con los conocidos 1,2 metros de distancia interpersonal que los sindicatos denuestan, pero la respuesta sindical interpreta el anuncio como un enunciado sin contenido ni respaldo económico. “No se garantiza la enseñanza presencial para el próximo curso”, repiten a coro, porque las instrucciones se reproducen la parte sin coste de las impuestas en el ejercicio pasado y entonces no hubo garantía de atención presencial para todo el alumnado, denuncian casi en los mismos términos las organizaciones.

El curso empezará con mascarilla obligatoria a partir de los seis años y la novedad conocida de las “clases burbuja” con grupos estables hasta Sexto de Primaria. Los centros mantendrán la jornada lectiva que tenían antes de la crisis sanitaria y seguirán obligados a organizar entradas y salidas escalonadas, recreos por turnos y ventilación cruzada, así como a reducir desplazamientos y aforos en los espacios comunes. El documento que ayer conocieron de primera mano los agentes sociales prevé tres posibles escenarios en función de los dictados de la autoridad sanitaria, partiendo de la presencialidad total, pero sin descartar limitarla si la pandemia empeora ni el cierre de centros y el retorno a la docencia telemática en el caso extremo de confinamiento. Se persevera en la “docencia compartida”, con dos educadores en el aula, también denostada por alguna organización sindical, como opción para la atención a la diversidad…

“Se está planificando el curso 2020-2021 con menos recursos económicos y humanos y con las mismas medidas que hemos visto para el ejercicio que termina y que ni siquiera ha garantizado la presencialidad para todo el alumnado”, resume Francisco Suárez Cuervo, representante del sindicato ANPE en la reunión. “Se presenta una planificación con el objetivo principal de ahorrar y que llevará a un retroceso en la calidad de enseñanza”. Reincide además en protestas conocidas, la demanda del mantenimiento de las contrataciones extraordinarias del curso pasado y la vuelta de la distancia interpersonal al metro y medio para poder bajar las ratios de alumnos por aula, y las justifica en “la incidencia desbocada” que ha adquirido el covid entre los jóvenes, “que aún no han sido vacunados y que nos tememos que no van estarlo de aquí a que comience el curso escolar”.

“Solo medidas gratis”

Desde CC OO, Borja Llorente reprueba en términos similares el contenido de “un documento impreciso que asume gran parte de los errores de los que rigieron la prevención del curso pasado” y pretende “una salida a la crisis sanitaria a coste cero, o a saldo negativo para los profesores”. Lamenta también que “se reducen las contrataciones y no hay dotación extraordinaria de recursos” y la dejación de funciones que supone que “ni siquiera se deje claro de quién es la responsabilidad de aplicar las medidas de prevención, o quién se va a encargar de las mascarillas del profesorado”. Cristóbal Puente (UGT) asiste con decepción a “una reedición a la baja de las medidas aplicadas este curso” que, “lo diga quien lo diga, no garantiza la enseñanza presencial. Sólo se opta por las medidas que son gratis”, denuncia. “Nadie sabe quién va a comprar las mascarillas o los medidores de CO2” y se opta por “la ventilación cruzada, que no requiere más que abrir una ventana y la puerta correspondiente”. “Solo será posible un curso con normalidad si en septiembre no hay coronavirus”, concluye.

El “trágala” sin negociación posible que se les plantea, y que también rechaza CC OO, encabeza los motivos de la decepción de Tino Brugos (SUATEA). Para creer que la promesa de la presencialidad va a ser real, resalta, “hay que reducir las ratios de alumnado por aula y en eso no parece que haya cambios”. Se plantea, a su juicio, algo así como “una cuadratura del círculo”, porque la docencia presencial conduce a la “acumulación de alumnado en aulas reducidas” y “solo el refuerzo de plantilla garantizará los espacios escolares seguros. Además de sumarse a la petición de renovación del personal de refuerzo del covid, el sindicato abunda en la certeza de que “esta Consejería ha logrado que haya un acuerdo de todas las organizaciones sindicales a la hora pedir la compra de material sanitario para los centros y de seguridad sanitaria para el profesorado en lugar de dejarlo a cargo de cada centro sin un presupuesto reforzado”.

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