La Consejería de Salud aprobará hoy la resolución que decreta el interior del ocio nocturno en toda Asturias para tratar de atajar el repunte de contagios, que afecta sobre todo al las franjas de edad comprendidas entre los 15 y y los 35 años. El endurecimiento de las restricciones también incluirá la prohibición de la venta de alcohol por la noche, tanto en gasolineras como en comercios minoristas con extensión de horario.
Las asociaciones más representativas del sector hostelero y hotelero, como Otea y la Mesa de Turismo de la Federación Asturiana de Empresarios, han pedido al Gobierno autonómico que module estas nuevas medidas y que, por ejemplo, en vez de cerrar el ocio nocturno, recorte su horario hasta la una de la madrugada, en vez de las tres de la mañana, como estaba permitido hasta ahora.
Los epidemiólogos ya habían advertido del riesgo que entrañaba mantener abierto el ocio nocturno y la necesidad de acotar potenciales eventos con mucha gente. “Estamos un “déjà vu” permanente. Ya hemos vivido esta misma situación en dos ocasiones anteriores en la hostelería”, afirmó Pedro Arcos, quien insistió en la necesidad de que los ayuntamientos controlen nuevos focos de riesgo, como los botellones o las reuniones en las playas. “Es más fácil prevenir y evitar que se produzcan a tener que intervenir cuando ya hay demasiada gente. Pero esta ya es una cuestión de orden público, escapa del ámbito sanitario”, afirma.
Precisamente el incremento de contagios en Canarias ha decidido al Gobierno de la comunidad insular a presentar ante el Tribunal Superior de Justicia una solicitud para poder limitar la movilidad entre las 00:30 horas y las seis de la mañana, para evitar aglomeraciones en ese horario. El toque de queda, a juicio del Ejecutivo canario, “es un instrumento que indudablemente ayuda a frenar los contagios y al producirse por la noche no hay una afección económica”.
