El Gobierno de Asturias se prepara ante la amenaza del cambio climático, que elevará las temperaturas de la comunidad y conllevará períodos más largos sin precipitaciones. Así, Asturias experimentará un notable aumento de las temperaturas máximas y mínimas -con incrementos de entre 1,4°C y 3,8° para las máximas y de 1,3° a 3,5° para las mínimas. Paralelamente, a medida que avance el siglo las heladas en invierno serán menos frecuentes y en verano habrá menos días de lluvia y periodos más largos sin precipitaciones.

El instrumento para afrontar este reto será la Estrategia de Acción por el Clima, que se aborda en el marco de la comisión de coordinación creada en febrero por el Principado para asesorar sobre esta materia, analizar las medidas para la transición ecológica que afecten a la comunidad e identificar oportunidades tecnológicas y de captación de financiación.

Los miembros de este órgano han acordado que la estrategia se apoyará en cuatro pilares: mitigación, adaptación, conocimiento e innovación, y gobernanza climática, e integrará todas las actuaciones que se realicen desde el Principado, teniendo en cuenta el Mapa de Estrategias 2021-2027, aprobado en 2020. Asimismo, tras el verano se presentará un avance del impacto en los ecosistemas naturales y los sectores socioeconómicos, tales como la salud, la agricultura o el turismo.

La viceconsejera de Medio Ambiente y Cambio Climático, Nieves Roqueñí, ha presidido este miércoles la reunión de la comisión, en la que se han analizado los documentos básicos para la elaboración de la futura estrategia, entre ellos, un avance de proyecciones climáticas regionales, realizado a partir de los datos del Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático e interpretados por la Unidad de Observación y Predicción Meteorológica de Galicia.

En el encuentro también se ha abordado la situación de los gases de efecto invernadero en Asturias, que constata el importante peso de la industria y la energía en la comunidad, con un 74% de las emisiones totales, frente al 42% de la media nacional. En este sentido, para fijar los objetivos de reducción, se ha acordado tomar como base el año 2019, el último en el que las condiciones socioeconómicas no se vieron afectadas por la pandemia.

Al margen de la contribución de los distintos departamentos de la Administración autonómica representados en la comisión y convocados para la elaboración de la estrategia, Roqueñí se ha comprometido a impulsar la participación de diferentes agentes económicos y sociales, con el fin de acordar entre todas las partes interesadas los objetivos que Asturias debe plantearse en la acción por el clima para 2030.

Junto con la viceconsejera de Medio Ambiente, en la reunión celebrada esta mañana han participado también el viceconsejero de Infraestructuras, Movilidad y Territorio, Jorge García; la directora general de Industria, Rosana Prada, y los directores generales de Cambio Climático y Calidad Ambiental, Pablo Luis Álvarez Cabrero; de Medio Natural y Planificación Rural, David Villar; de Asuntos Europeos, Javier Vila; de Ganadería y Sanidad Animal, Nino Rodríguez; de Vivienda, Fermín Bravo, y de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas.