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“Llueve sobre mojado” con el nuevo corte vial en Salas: “Perdemos los mismos de siempre”

Otro golpe a empresarios y transportistas solo un día después de estrenar el paso alternativo al “argayón”: “Es una vergüenza, parece una broma”

Salas y Tineo están que trinan. El día después de la apertura del paso alternativo al “argayón” se produjo un nuevo corte de tráfico, y sin previo aviso, en la calzada de doble sentido de la carretera N-624, entre Casazorrina y La Espina (Salas). Esta vez es para arreglar un puente y solo afecta al tráfico pesado, pero “llueve sobre mojado”.

Tras más de tres meses transitando por vías secundarias por el desprendimiento originado en las obras de construcción de la autovía, los camiones de más de 3.500 kilos se vuelven a ver obligados a rodear. Unos camioneros y transportistas que afirman que el desvío les supone 30 minutos más como mínimo. “Es una vergüenza. No tengo palabras. Cuando me lo contaron pensé que era una broma”, sostiene Juan Carlos Berdasco, que lleva leche a la Central Lechera Asturiana. “Si es necesario por seguridad qué se le va a hacer, pero si es una obra nueva y ya tiene fallos....”, lamenta Benjamín Alba, dueño de Alvemaco, empresa de alquiler de maquinaria. Este último desvío fue causado por un hundimiento en un puente entre Casazorrina y La Espina, que ha provocado problemas en el firme.

El jefe de la Demarcación de Carreteras de Asturias, César Nespral, afirmó que la obra será iniciada de emergencia, con el fin de abrir el paso cuanto antes, algo de lo que no parecen fiarse los camioneros de la zona. Aunque el rodeo es menor que el anterior, este corte sigue suponiendo casi una hora de retraso y más gastos extra que tienen que asumir las empresas y autónomos, mermando la competitividad y los beneficios. Por no hablar del tiempo, que, como dice Berdasco, “no tiene precio”, haciendo alusión a las horas perdidas en las que no puede estar con su familia. “Pasaba el día y no les veía, al final perdemos los mismos de siempre”,  afirma impotente el transportista de la Central Lechera Asturiana.

Luis García es el gerente de Pellets Asturias, una entidad que produce alrededor de 40.000 toneladas anuales de pellets de pino (un combustible de emisión neutra y uso doméstico). García admite que tener que circular por la carretera nacional supone un problema para su empresa, pero “de menor calibre que el desvío que tenían que hacer anteriormente” por el argayo. Por otro lado, prefiere esperar a saber la duración del corte para opinar al respecto: “No es lo mismo plantearse un problema a tres días que a tres meses”.

Patricio Pérez, gerente de Agrícolas Patricio y de Desguaces PérezOso, se muestra más indignado ante un nuevo imprevisto para sus empresas, justo un día después de que se abriese el ansiado paso alternativo al “argayón”. “Montan una inauguración por todo lo alto, como si no llevásemos más de 20 años para que construyan 60 kilómetros de autovía, y al primer día, otra vez obligados a rodear. Esto es de risa, ya tiramos la toalla”, lamenta. De hecho, Sergio Hidalgo, alcalde de Salas, no se presentó al acto de inauguración del paso alternativo, indignado por la tardanza. “Yo le aplaudo”, espeta Berdasco.

Pérez afirma que el problema es que en esta zona “somos cuatro gatos” y señala directamente a la clase política como culpable: “Solo les importan los votos; dudo que en ningún otro lugar de España se haya tardado tanto para arreglar algo que es nuestra única vía de acceso”. Por su parte, a Raúl Menéndez –de Maderas Navelgas– solo le sale la palabra “vergüenza”. Las empresas afectadas trabajan toda la zona centro (Oviedo, Gijón y Avilés) y, además de la pérdida de tiempo, recalcan la peligrosidad de las vías por las que se ven obligados a circular. “El día que haya un accidente veremos de quién es la culpa”, afirmó Menéndez, que lamenta que “empresas que generan empleo sean marginadas de esta manera’’. “Si yo gestionase mi empresa cómo se gestionan las carreteras, mi empresa no existiría”, concluyó tajante. Todos estos inconvenientes están suponiendo un aumento de costes que amenaza con ser insostenible, tanto para las empresas como para los autónomos.

El “argayón”, además, vuelve a retrasar un año la apertura del tramo Cornellana-Salas de la autovía A-63 (Oviedo-La Espina), considerado como esencial para muchas empresas de la zona. Los camioneros están hartos de esperar por una obra que se prometió acabar en 2009. “Somos la España abandonada. Solo pedimos vías de comunicación, el resto ya lo hacemos nosotros”, clama Benjamín Alba.

Está previsto que la construcción de la autovía se finalice en 2023, aunque en el sector no se muestran muy optimistas. “¿Un año más para la nueva autovía? Firmo si lo hacen en tres, mira si confío en ellos”, comenta irónico Patricio Pérez.

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