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Balance en la primera mitad de la legislatura Teresa Mallada Presidenta del Partido Popular asturiano

“Estamos hartos de ver que no se hace nada: presentaremos una ley de demografía”

“Hay que vigilar la letra pequeña de la inversión en Arcelor; no aceptaremos que se pierda empleo o producción”

Teresa Mallada, ante el edificio de la Junta General. | Miki López

Teresa Mallada (Cabañaquinta, Aller; 1973) afronta la mitad de la legislatura con la mirada puesta en el viento favorable a un cambio de ciclo político. Pendiente de un congreso autonómico que deberá asentar su liderazgo en el partido, anticipa que el PP tomará la iniciativa al considerar que el gobierno regional no actúa como debería.

–¿Cuál es su balance?

–El de dos años marcados por el autobombo y la propaganda, sin tomar medidas para que Asturias tenga una actividad económica que no ya cree empleo, sino que al menos lo mantenga. Barbón no tiene un plan para Asturias y ha tratado de tapar esa ineficacia con la gestión de la pandemia, en la que se ha centrado. Ha quedado en evidencia que el gobierno regional depende del central por la falta de iniciativa del Presidente asturiano: dependemos en cuestiones como la gran industria, la ganadería, la formación, los fondos europeos... Y lo que vemos es que el gobierno central trata a Asturias como una región sin la suficiente importancia, porque prefiere primar a aquellas de las que depende la continuidad de Sánchez en la Moncloa.

–¿Qué es lo que más ha echado en falta?

–Que no haya habido herramientas para las medianas empresas que iban a estar en situación difícil por la pandemia; ahora dependemos de rescates de la SEPI. En resumen: falta de iniciativa y de proyecto para Asturias.

–¿En qué se manifiesta eso?

–Un ejemplo. Llevamos dos años viendo cómo se destruye empleo, y parece mentira que Barbón pueda estar contento por los 7.000 empleos de junio, cuando más de 2.000 vienen de Ertes. Tenemos una cifra de desempleados superior en 5.000 personas a la de junio de 2019, y entonces ya éramos de las peores comunidades. Y con esta situación preocupante, el Presidente sigue sin tomar medidas, pensando en que todo se recuperará por inercia. Yo creo que no debemos conformarnos con eso.

–¿No cree que el anuncio de inversión en Arcelor es positivo?

–Hay que ver la letra pequeña y estaremos muy pendientes de que no se ponga en peligro el empleo ni de que disminuya la producción. De Arcelor dependen muchas empresas auxiliares que generan riqueza. Un proceso de descarbonización no se hace de la noche a la mañana e implica muchas medidas que se habrán de tomar y que intranquilizan. Nos preocupa que ese “grandioso” anuncio en mitad de legislatura sea la forma de contentarnos solo con eso en el reparto de fondos. Yo pedí que Sánchez no se fuera de Asturias sin adquirir el compromiso de que seríamos de las comunidades más beneficiadas en ese reparto.

–El PSOE la ve instalada en el frente del “no”.

–¿Yo? ¡Si he llegado a acuerdos con todo el mundo en todos los ámbitos en los que he estado! Incluso con el SOMA y CC OO, nunca he tenido problemas con nadie y en el ámbito interno tampoco. Los hechos se demuestran. Soy optimista y positiva. Desde el minuto uno de la pandemia le hemos dicho con lealtad al Gobierno lo que nosotros haríamos y no han aceptado ninguna propuesta; luego por detrás nos dicen que son buenas ideas pero que no van a aprobar nada que venga del PP.

–¿Por ejemplo, qué habría hecho usted?

–Aplicar medidas que han tenido resultado en otras comunidades, como Madrid, que ha creado 100.000 empleos desde septiembre. Y gran parte del éxito se basa en escuchar a los colectivos y creer en nuestra potencialidad. Barbón no escucha.

–Concrete.

–Por ejemplo, en materia de ayudas por la pandemia. Las que se han dado a las pequeñas empresas las habría estructurado de otra manera. Ahora se enfocan a quien ha cerrado el negocio, que necesitaban ayudas antes. Y no hay nada para quien ha mantenido el local abierto con su esfuerzo. Pusimos en la pasada negociación del presupuesto la idea de ayudas para salvar a autónomos y pymes. Con las medianas empresas está pasando lo que veíamos venir: antes de la pandemia eran rentables y ahora sufren los efectos. ¿Qué habría que haber hecho? Cambiar las herramientas públicas financieras, que ahora son microcréditos. Con apoyo de entidades financieras se podrían haber dado más ayudas, y evitar por ejemplo que Imasa, con 1.200 trabajadores tenga que pedir un rescate.

–Más propuestas que les hayan rechazado...

–Rebajar los impuestos. El Gobierno se permite mantener la fiscalidad en una situación como esta, en la que urge una reforma. O una ley para facilitar el traspaso de negocios, que eso no suponga coste, cuando es positivo que esos negocios sigan vivos. Hemos pedido menos burocracia y lo que vemos es que el Gobierno lo ha fiado todo a la nueva ley de simplificación administrativa, que tiene 11 artículos y siete de ellos buscan facilitar que el Gobierno pueda gastar más rápido y con menos control. Eso no es lo que necesita Asturias. Me gustaría también mencionar otro asunto: el declive demográfico.

–No será porque se ha hablado poco de ello.

–Hablar sí, pero hacer, nada. Ese fue un compromiso que adquirió Barbón y hasta nombró un comisionado. Han pasado dos años y ahora van a crear una comisión en la Junta por la que, en septiembre, pasarán expertos. Después quedarán las propuestas de los grupos políticos. Total, que llegaremos al final de la legislatura sin tener claro qué medidas tomará el Gobierno.

–¿Qué habrían hecho ustedes?

–Aplicar medidas desde el Principio. Galicia, en plena pandemia, aprobó una ley de demografía. Ahora Barbón habla de ayudas directas, pero nosotros llevamos tiempo pidiendo el “cheque-bebé”, deducciones en el IRPF por nacimientos, cuidado de menores, gastos de guarderías o ayudas a autónomos con permisos o reducción de jornada para cuidar a sus hijos. Pedimos ampliar de 16 a 20 semanas el permiso en los funcionarios y lo rechazaron. Pedimos acabar con la brecha salarial de las funcionarias embarazadas y acabaron metiéndolo a regañadientes. En vez de pasar dos años para crear una comisión, nosotros habríamos legislado. Y como estamos hartos de ver que no se hace nada, antes de final de año presentaremos una ley de demografía de Asturias. Y también, un plan para la atracción de teletrabajadores. Se nos llena la boca diciendo lo espléndida que es Asturias para captar a gente que pueda trabajar desde casa, pero eso hay que regularlo, dando facilidades a las empresas o ayudas fiscales.

–El PP está siendo especialmente combativo con la gestión de los recursos sanitarios

–Representa muchísimo de nuestro presupuesto, pero la clave no es cuánto se gasta, sino cómo. Aunque el gobierno saca pecho de la gestión sanitaria de la pandemia, la verdad es que hay indicios de ineficacia absoluta, si hablas con los sanitarios o los pacientes. Hay muchos profesionales que se van a otras comunidades, nuestro precio de las horas de guardia es de los más bajos, el tiempo que se tarda en resolver las ofertas públicas de empleo es vergonzoso. Se necesita un plan claro para fidelizar y retener a nuestros profesionales de la Sanidad. Tenemos al 40% de los centros de salud sin coordinador. Y nuestras listas de espera duplican a las de otras comunidades como Galicia, Madrid o Murcia.

–¿Para cuándo el congreso regional del PP?

–Los tiempos los marca la dirección nacional. No hay fecha aún.

–¿Cuál será el objetivo?

–Seguir la linea actual, fortalecer el partido, incrementar nuestra presencia territorial. Sin partido no soy nada; estoy muy contenta del trabajo en el grupo parlamentario, de los cargos orgánicos. Creo que se trabaja y no percibo otra cosa.

–¿Cómo va la relación con el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli?

–Excelente, como siempre. Fue uno de mis apoyos para que fuese nombrada presidenta del PP de Asturias.

–¿Qué posición mantendrá en la reforma estatutaria y la cooficialidad del asturiano?

–El Presidente ha dicho que es su compromiso electoral; espero que cumpla todos los demás que está descuidando. En todo caso, ¿toca de verdad cambiar el estatuto? Desconocemos qué propuesta hará, pero a priori creemos que no es urgente ese debate.

–¿Cómo va la estrategia para captar cargos de Ciudadanos?

–Nunca la ha habido. Repito lo que siempre dije: estamos abiertos a que se incorpore todo el que crea que es necesario unificar el voto del centro derecha.

–Foro Asturias ha sido aliado electoral del PP. ¿Tras el giro del partido tras el último congreso, hay que replantearse eso?

–El cambio de rumbo de Foro es, como mínimo, sorprendente para cualquiera de sus votantes. Desde luego, ahora no es momento de pensar en alianzas.

–Disculpe, pero si el PP está defendiendo su papel como alternativa de gobierno, ¿no es un poco absurdo meterse en el jardín de la Guerra Civil?

–Esos debates no llevan a nada. Mi preocupación es resolver los problemas de hoy de Asturias.

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