La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El debate sobre la reforma de la norma básica de Asturias Adrián Pumares Portavoz de Foro en la Junta

“Hace falta una amplia reforma fiscal que haga de Asturias un lugar más atractivo”

“Barbón no está siendo suficientemente claro respecto a la reforma del Estatuto, que no debe limitarse a la lengua”

Adrián Pumares

A media legislatura, releyendo dos años después el discurso de investidura del presidente del Principado, al portavoz de Foro en la Junta le pesa mucho más lo que queda por hacer que lo hecho. Adrián Pumares evalúa con severidad el primer legado de su tocayo y paisano Adrián Barbón, encarece agilidad y acción y plantea una reforma del Estatuto de Autonomía que vaya más allá de la cooficialidad del asturiano.

–Puntúe al Gobierno.

–Los datos hablan por sí solos. Barbón y algunos consejeros se sienten muy cómodos utilizando la pandemia como excusa, pero dos años después, los grandes retos que el Presidente anunciaba en el debate de investidura siguen ahí. Estamos hablando de la sangría demográfica, de la despoblación de amplias zonas del medio rural o de los problemas de nuestra industria. Hablamos también de la financiación autonómica, porque no se es capaz de poner ni uno solo de los problemas de Asturias sobre la mesa del Consejo de Ministros. Todo eso sigue vigente, agravado por la pandemia, y el balance no puede ser positivo. Hay mucha fotografía, mucho marketing y ruedas de prensa insustanciales y pocas medidas concretas.

–Califique a la oposición. ¿Qué podrían haber hecho de otro modo?

– A veces, da la impresión de que determinados partidos en lugar de hacer oposición al Gobierno se la hacen entre los grupos, en algún caso a mí. Pero a mí nunca me van a encontrar ahí. Tengo claro quién gobierna y a quién tengo que pedir responsabilidades. No es mi trabajo valorar lo que hacen otros diputados.

–¿Se arrepiente de haber dado de paso el presupuesto?

–No. Estamos en una situación muy complicada y sin presupuesto no podríamos haber movilizado los recursos del “fondo covid”, que está tardando demasiado en llegar, que dijimos que era insuficiente, pero que hacía falta. Sin cuentas tampoco se habría ahondado en la fiscalidad diferenciada para el medio rural, ni en las medidas fiscales para la retención del talento... Hay asuntos que no se están llevando con agilidad, aún no sabemos por ejemplo cuándo van a empezar las obras de ampliación del Hospital de Cabueñes, pero no me puedo arrepentir. Era una cuestión de responsabilidad.

–¿Qué escenario debe darse para que vuelva a hacerlo?

–Lo primero es cumplir con lo recogido en el presupuesto. En el último Pleno puse sobre la mesa las ayudas directas a la natalidad y la necesidad de avanzar en política demográfica, y no oculto que mi objetivo sería una amplia reforma fiscal que rebaje impuestos y haga de Asturias un lugar más atractivo para vivir y trabajar, aunque sé que una mayoría de la cámara opta no sólo por no bajar impuestos, sino por subirlos. También necesitamos una apuesta más decidida con un plan de conexiones aéreas internacionales, o mantener el refuerzo de los profesores contratados por el covid...

–Parece que las ayudas a la natalidad se las aceptan. ¿Es un avance?

–Lo desconozco. Yo las medidas las tengo muy claras, porque están recogidas en nuestro programa electoral. No sé si el Gobierno tiene voluntad de implantarlas, pero sí que necesitamos políticas para frenar esta sangría demográfica, o que los 100.000 jóvenes que han abandonado la región en lo que va de siglo demuestran el fracaso de las políticas socialistas y el de Asturias como comunidad autónoma.

–¿En qué reforma del Estatuto de Autonomía están pensando?

–Es complicado responder a esa pregunta, porque parece que el presidente Barbón nos quiere tener entretenidos y que sigamos enredando. No hay ninguna propuesta sobre la mesa. Es al Gobierno a quien compete presentarla, en ese momento nos pronunciaremos. Pero no está siendo lo suficientemente claro ni poniendo cuestiones clave sobre la mesa. Mientras tanto, quiero ser prudente.

–Su voto va a ser decisivo. ¿No va a entrar si la propuesta se restringe a la oficialidad?

–En absoluto consideramos que la reforma del estatuto se deba limitar a la lengua. En caso de abrir este melón, hay que abordar otras cuestiones. Ya hemos mencionado algunas, como la cuestión competencial, la red de cercanías o el marco en el que se sitúa al Principado en el preámbulo como región histórica.

–¿Están tan cerca como parece de apoyar la oficialidad tras la refundación del partido?

–En realidad, nuestros nuevos estatutos no cambian nada. Reafirman lo que Foro viene diciendo desde 2011. El debate está abierto en el seno del partido, y cuando Barbón por fin traiga su propuesta a la Junta, Foro lo discutirá en los diferentes ámbitos que tiene. Todo lo demás no es afrontar el asunto con rigor.

–¿Habría vaticinado hace dos años la agitación interna que ha sufrido su partido?

–Si se mira la historia de Foro, tampoco esta agitación resulta muy sorprendente. Hemos optado por ser útiles, por no crispar permanentemente y creo que hemos hecho lo que debíamos, poniendo en manos de la justicia comportamientos que podían ser delictivos de acuerdo con una visión que parece que los tribunales comparten, por eso van a sentar en el banquillo a Francisco Álvarez-Cascos. Era nuestra obligación, pero doy por cerrada esa página, vamos a seguir centrados en los problemas de Asturias.

Compartir el artículo

stats