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El Suroccidente retrocede 10 años: viaje al centro de Asturias, otra vez por La Espina

La demolición del puente de Godán invalida la principal conexión por carretera: “Estamos hartos del abandono”, claman los vecinos de Salas

Pedro Riesgo, regulando el tráfico bajo el puente de Godán antes de que se produjera el corte de circulación. | I. G.

Sólo diez años de vida. El puente de Godán en la carretera N-634, entre La Espina y Casazorrina se inauguró hace una década y ahora tiene que demolerse. La obra anula la vía que el Suroccidente demandó con insistencia para comunicarse con el centro de Asturias y hace que esta olvidada zona de Asturias encaje otro golpe: retrocede diez años en el tiempo, ya que el trayecto debe realizarse por la vieja carretera de La Espina.

Ariadna Pérez, Borja López y su padre, Ernesto, y Andrés García | I. G.

En Salas, el municipio donde se desarrollan las obras de demolición y que ya padeció los inconvenientes del “argayón” que obligó a abrir una conexión alternativa, a nadie le extraña que con tantos varapalos la zona se esté quedando vacía. “¿Cómo iba a estar bien la carretera si llevaba sin mantenimiento nueve años?”, se pregunta Andrés García. Suya era una de las empresas que perdió, en tres meses sin tener un buen acceso, entre ocho mil y diez mil euros. La demolición del puente ya no le afecta tanto, pero sí a Ariadna Pérez, con quien comparte la hora del vermú. Vive en Arcellana, y le cortan el paso para ir a su casa. Les dijeron que estarían así menos de seis meses, pero ellos ya no se fían de nada: ahora, para arreglar el “argayón”, están sin fechas. “Tenemos que dar un rodeo; otro rodeo más”, dice la joven. Ayer por la mañana, aún se podía pasar, pero al caer la tarde, comenzaron a cerrar el tráfico.

José Fernández, Manuel Álvarez y los hermanos José y Lidia Díaz.

“Entiendo que se hiciera un estudio y no lo pongo en duda, pero, ¿quién se equivocó? ¿Los ingenieros? Me parece raro. Estamos hartos del abandono”, señala con recelo Ernesto López, que es de Tineo y hace un descanso en Salas sentado en la misma mesa que Ariadna y Ángel. Se cuestionan todo porque llevan mucho acumulado. Pero lo que está claro es que al puente le asoman las grietas, y eso es un peligro. De las deficiencias ya advirtieron los vecinos hace mucho tiempo, dice Lidia García, que es de Villazón, una de las poblaciones más afectadas: “Iba a pasar. Porque tenían la tierra de mala manera, sin red ni nada. Lo que pasa es que lo dijo gente de aquí, sin estudios y no les hicieron caso”. La obra de la soñada autovía se les está haciendo interminable. Hay quienes dudan de si la verán finalizada. Sin buenos accesos, sin fibra, sin cobertura en muchas zonas y sin trabajo dicen que no quedará vida será en los pueblos.

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