“No hay ninguna observación, ni actual ni histórica, de la presencia de esta especie en Asturias, por lo que es falso hablar de recuperación o reintroducción. El pigargo nunca ha sido asturiano”. Son las palabras del grupo de ornitología “Mavea”, quienes aseguraron ayer estar “muy sorprendidos” ante la suelta de pigargos europeos (Haliaeetus albicilla) en el área cantábrica.
El “proyecto Pigargo”, emprendido por la entidad conservacionista GREFA y el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO), tiene como fin reintroducir en España el pigargo europeo, un ave rapaz parecida a un águila que permanece extinta en nuestro país desde hace al menos un siglo y medio y que consta en el catálogo ministerial de especies extinguidas. Sin embargo, desde el grupo de ornitología afirmaron que no se conocen observaciones históricas del animal en el Principado, “habiendo existido sólo un registro de un ejemplar en las marismas de Santoña, en Cantabria”. Desde Mavea apuntaron que “es una especie rara en España”, y señalaron que “solo se conoce una decena de observaciones invernales en las últimas dos décadas, fruto del aumento de la población europea”.
Los ornitólogos expresaron que el proyecto de reincorporación “son castillos en el aire sin bases sólidas detrás”, debido a una información ofrecida por el Ministerio para la Transición Ecológica en la que se citan unas supuestas referencias de nidos en Baleares y en el Levante, de las cuales “no tenemos constancia de que eso esté confirmado”, aseveraron.
Por otra parte, Mavea subrayó que, “para colmo de males”, este tipo de rapaz “es un depredador tanto de peces como de aves acuáticas”, con el peligro que esto supone para el ecosistema asturiano, debido a la gran cantidad de especies con “poblaciones reducidas, en declive y amenazadas”. “Esto es un peligro para especies como el cormorán moñudo (Gulosus aristotelis), que pueden ser presas del pigargo”. El grupo ornitológico expresó su descontento y dijo “no entender” como los técnicos del Miniserio y de las Comunidades Autónomas pueden “financiar un proyecto sin bases sólidas y sin estudio de impacto ambiental riguroso”, debido a la gran cantidad de especies autóctonas que “se están extinguiendo y necesitan una atención urgente, como, por ejemplo, el urogallo o la náyade margaritona”.
Además, Mavea cargó contra el Ministerio de Transición Ecológica y contra la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial, quienes introdujeron el pasado lunes los primeros nueve ejemplares de Pigargos en el Principado. Estas aves vivirán en un jaulón ubicado en Pimiango, en el concejo de Ribadedeva, para aclimatarse al medio y, una vez termine el periodo de adaptación, se abrirá la puerta del jaulón y las rapaces quedarán en libertad.
Los expertos en aves alegaron que “falta mucho presupuesto en Asturias para cumplir los planes de gestión de los espacios protegidos y de las especies protegidas, para eliminación de especies invasoras y para mantenimiento en buen estado o restauración de hábitats prioritarios”; y aseguraron haberse dirigido a estos organismos con el fin de solicitar la documentación que avala el proyecto, su estudio de impacto ambiental y la paralización del mismo. “Nos parece cuando menos descabellado tirar el dinero en ideas absurdas, cuando la naturaleza asturiana tiene muchísimas otras carencias sin atender”, apostillaron.
