La Consejería de Salud no dio prioridad a los grupos de edad más jóvenes en su estrategia de vacunación “para vacunar antes al que más riesgo tiene”, argumentó ayer Pablo Fernández ante la comisión de Sanidad de la Junta General. El titular de la cartera sanitaria justificó las razones de la estrategia seguida en Asturias respecto a otras comunidades autónomas que, como iban más retrasadas en el calendario de la vacunación, decidieron “iniciar antes” este proceso en los grupos de población más joven debido a los brotes masivos que coincidieron con el fin del curso y el inicio de las vacaciones estivales. Ahora, el Principado trata de contener los contagios en el grupo de edad comprendido entre los 12 y los 35 años, con el llamamiento a un cribado pero desde la tranquilidad que da no tener una presión excesiva sobre el sistema hospitalario en la quinta ola.
“Vamos por el buen camino, pero no está todo conseguido, debemos seguir mejorando la situación”, planteó Pablo Fernández para, a renglón seguido, recordar que la incidencia de covid en Asturias es, pese a ser las más bajas de España, “tres veces mayor de la que teníamos a finales de mayo”. No obstante, el Consejero admitió que “ahora somos un poco más optimistas, porque hemos bajado en el nivel de riesgo”.
Fernández explicó a los cuatro grupos que acudieron a la comisión de Salud, en la que no estuvieron Ciudadanos, Foro y Vox, las razones de por qué Asturias presenta unas tasas de vacunación más bajas que otras autonomías entre los grupos de edad más jóvenes, pese a tener la media más alta del país en general. “Seguimos la estrategia marcada desde el inicio de la vacunación: vacunar antes al que más riesgo tiene”, indicó el consejero, quien añadió que otras comunidades optaron, al ir más retrasadas, por adelantar la vacunación a los más jóvenes. “Ahora ya estamos, en primera pauta, por encima de la media nacional tanto en el grupo de 12 a 19 años como el de 20 a 29”, afirmó Fernández, quien aseguró que en Asturias “se está poniendo el cien por cien de las vacunas que llegan”, mientras “en otros sitios quedan en las neveras”, unas palabras que le valieron el reproche de Beatriz Polledo (PP).
La inquietud del Principado por la baja inscripción de los jóvenes en los cribados convocados por la autoridad sanitaria, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, cristalizó ayer en un llamamiento público para que los asturianos de 12 a 35 años sin pauta completa que hayan estado expuestos a riesgos de contagio soliciten una PCR gratuita. Este reclamo trata de reactivar el diagnóstico masivo que Salud lleva haciendo entre la población juvenil desde que la quinta ola se disparó a principios de julio y toma asiento en la comprobación de que tras un arranque a buen ritmo últimamente el ritmo de respuesta de los interpelados ha perdido fuelle. El Gobierno regional les recordó ayer que los formularios para solicitar las pruebas siguen disponibles en la web de Astursalud y que el llamamiento se extiende a quienes “se hayan sometido a un test de antígenos en farmacia con resultado positivo”.
Se trata de contener la expansión de la quinta oleada en las franjas de edad más expuestas y con mayor nivel de incidencia, las únicas en las que Asturias no es la comunidad menos afectada de España. En el conjunto de la población, el Principado sigue siendo de largo la autonomía con un impacto más bajo, pero el detalle por edades arroja algún matiz significativo.
De resultas tal vez de las decisiones distintas sobre la priorización de los jóvenes en la vacunación, aparece como la última región en todas las franjas de edad salvo en las de 12 a 19 años, donde es la tercera menos afectada –tras Canarias y Cataluña, dos autonomías que adelantaron la inmunización de los más jóvenes– y la de 20 a 29, en la que Canarias mejora sus cifras.
Ayer la región se mantuvo por cuarto día consecutivo por debajo del centenar de casos notificados. Se computaron 94, correspondientes a diagnósticos del miércoles, con una tasa de positividad del 5,21 por ciento, y doce ingresos en planta y tres en unidades de críticos que, sumados a las once altas, mantienen los niveles de hospitalización en cotas de riesgo bajo, con 112 ingresados, 23 de ellos en UCI. Se contabilizaron dos nuevos brotes detectados entre el 9 y el 15 de agosto, lo que eleva a catorce los focos activos, con un total de 270 casos; y dos fallecimientos, ambos de mujeres de 73 años.
