Transportes solo se compromete a “estudiar” la propuesta de rebaja del peaje del Huerna

El Ministerio no entra a valorar las posibles similitudes entre la situación de la AP-9 gallega, recién abaratada, y la de la autopista asturiana

Peaje del Huerna

Peaje del Huerna / LNE

M. P.

Oviedo

Midiendo mucho las palabras, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se compromete de entrada solamente a “estudiar las propuestas que se le hagan llegar” sobre la rebaja del peaje del Huerna y que el Gobierno del Principado ha puesto encima de su mesa. Fuentes del departamento que dirige Raquel Sánchez no van más allá de esa disposición poco vinculante al valorar las aspiraciones del Ejecutivo asturiano de cara a una posible reducción de las tarifas que estará incluida en el orden del día de la primera reunión que el nuevo equipo ministerial y los representantes del Principado tienen programada para los primeros días de septiembre.

El consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, reiteró esta semana que Transportes ya tiene constancia de sus planes para el Huerna, o de su pretensión de que la partida destinada a bonificar el peaje del Huerna experimente un incremento en los presupuestos generales del Estado para 2022. “Vemos una oportunidad clara”, dice Calvo. En público, desde Transportes sólo responden, literalmente, que están “abiertos al estudio de las propuestas que se le hagan llegar, incluyendo los asuntos relacionados con la autopista AP-66”. Hasta ahí. A preguntas de este periódico, no entran a valorar la posible similitud de condiciones entre la situación de la AP-9 gallega, donde el Gobierno central ya decretó una “drástica” reducción del peaje, y la de la autopista asturleonesa.

El Principado ha reactivado su demanda de reducción de tarifas como “un asunto de justicia”, dijo todavía el pasado miércoles el Vicepresidente, Juan Cofiño, frente a la “discriminación” que en este terreno sufre Asturias frente a otras autonomías. La vieja aspiración se ha redoblado a raíz del anuncio del Gobierno central sobre el abaratamiento de la tasa de circulación por la Autopista del Atlántico y ha desembocado en la demanda persistente de una reducción que se espera que sea efectiva a partir de 2022. Asturias ha sugerido como fórmula un aumento progresivo de las bonificaciones que se aplican a las tarifas y ha apuntado hacia una solución “similar” a la que se ha comprometido en Galicia.

Juega a su favor la constancia de que algunas de las razones esgrimidas para argumentar la bajada de tarifas en la AP-9 concurren también en la del Huerna. Por un lado, ambos peajes fueron prorrogados en 2000 –con José María Aznar al frente del Gobierno y Francisco Álvarez-Cascos como vicepresidente–: el pago de la autopista asturleonesa se prolongó hasta 2050; el de la gallega, hasta 2048.

Además, la alusión a la Autopista del Atlántico como una de las más caras de España se reproduce en el Huerna, porque aquella es la tercera y esta la segunda en precio por kilómetro. El real decreto que modifica las tarifas también menciona, por lo demás, “la elevada demanda social” existente en Galicia, “que ya desde hace años aboga por un abaratamiento del coste del transporte para mitigar el impacto de los peajes sobre la economía de las familias, especialmente para usuarios recurrentes y aquellos que precisen hacer un uso intensivo de la infraestructura”.

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