Domingo de verano, sol y altas temperaturas, playas abarrotadas... Atascos garantizados. En la Autovía del Cantábrico (A-8), a última hora de la tarde de ayer, se produjeron retenciones de hasta 15 kilómetros, al confluir la salida de uno de los arenales más frecuentados de la región, Rodiles, con el regreso de las playas del Oriente. La caravana atrapó a cientos de coches antes de llegar a Villaviciosa. El de ayer fue un día de gran bochorno, como pocos ha habido este verano en Asturias, con temperaturas que rozaron los 34 grados y superando incluso a Las Palmas de Gran Canaria (31,3). Para hoy se espera aún más calor, con subidas en la costa de más de cinco grados.
En concreto, y según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), los termómetros subieron ayer hasta una máxima de 33,6 grados en Ronzón (Lena). Pero fueron muchas más las localidades, todas ellas del interior, que superaron los 30. Por ejemplo, en Souto (Tineo), el mercurio alcanzó los 32,9; en Camuño (Salas), los 32,4; en Baiña (Mieres), los 32,1; y en Panizales (Amieva), los 31,9. En la costa, como de costumbre, las temperaturas fueron algo más suaves, pero igualmente altas: Gijón llegó a los 28,5 grados.
El intenso calor, unido a que era domingo, llevó a los asturianos a desplazarse a las playas de toda la región, provocando a última hora del día las habituales retenciones. A la registrada en la Autovía del Cantábrico, la más notable, se sumaron, como no, retenciones en la “Y”, a la altura de la obra del tercer carril. Y no fueron las únicas: se formó caravana, por ejemplo, en el cruce El Empalme (Carreño), por donde pasan, con destino Gijón o las Cuencas, bañistas procedentes de las playas del concejo carreñense y del vecino Gozón. Para paliar el intenso tráfico, este verano se colocaron semáforos en sustitución de un stop. Sin embargo, en días de gran afluencia a las playas, de poco sirven y los atascos llegan con facilidad a la altura de Albandi.
Para hoy, la Aemet prevé otra subida de temperaturas, que en el caso de la costa puede ser de cinco grados más. Así, Llanes pasará de una máxima registrada ayer de 24,7 grados a 30. Y Avilés, de 25,9 a 31. Gijón aumentará sus valores, pero menos, pasando de 28,5 a 30 grados. Llama la atención también que la mínima en Llanes será, según pronostica la Aemet, de 20 grados, la más alta de la región. Aun así, los registros máximos se esperan para Oviedo y Langreo, con 33 grados. En cuanto al estado de los cielos, se prevén intervalos de nubes medias y altas, con nubosidad de evolución en el interior. Y no se descarta algún chubasco que podrá ir acompañado ocasionalmente de tormentas durante la segunda mitad del día en la Cordillera.
A partir de mañana, el verano asturiano ya irá volviendo a la normalidad, con temperaturas en descenso –aunque Oviedo y Langreo seguirán anclados en los 30 grados–, nubes, lluvias y chubascos ocasionalmente acompañados de tormentas en el Occidente y por la tarde.