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Huergo, redactor de la nueva ley del suelo regional: “Nos colocará en la vanguardia”

El catedrático de Derecho Administrativo diseña una norma flexible y que ataja “el monstruo burocrático” | El urbanista Sebastià Jornet, también en el equipo, recalca el retraso con que se conceden ahora los permisos

Obras en el barrio de Montecerrao. | LUISMA MURIAS

La futura ley autonómica de Ordenación del Territorio, la denominada LOITA, apostará por una “protección inteligente”, que permita una mayor flexibilidad y reduzca “el monstruo burocrático” en que se ha convertido llevar a cabo algún tipo de modificación en el Plan General de un municipio. El catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo Alejandro Huergo Lora avanzó ayer ante la Comisión del Reto Demográfico de la Junta General las novedades de la nueva ley, que está en fase de elaboración, y que tiene como objetivo situar a Asturias en la “vanguardia” de las legislaciones urbanísticas del país.

Alejandro Huergo

Huergo Lora defendió que una buena legislación en materia urbanística puede influir en el atractivo de una comunidad autónoma como Asturias para atraer a población que no haya nacido o se haya formado aquí. “Necesitamos mantener nuestro atractivo paisajístico y ambiental, conseguir vivienda suficiente y asequible y espacios suficientes y bien conectados que permitan desarrollar actividad económica y empresarial , además de un entorno urbano agradable y atractivo con suficientes dotaciones públicas y espacios verdes”, afirmó el catedrático de Derecho Administrativo.

También esbozó las líneas que deben caracterizar una ley urbanística a la altura del dinamismo que requiere la sociedad actual: “La ley debe regular el planeamiento urbanístico de una forma flexible y ligera, que permita que los planes se aprueben y modifiquen en poco tiempo, no como hasta ahora, Y con menos riesgos de ser anulados, como ha ocurrido recientemente, y haya que volver a empezar con la consiguiente pérdida de recursos públicos y paralización de la actividad inmobiliaria y de todas las iniciativas que necesitan suelo para desarrollarse”, subrayó el administrativista. Huergo Lora hizo hincapié en la progresiva complicación de la tramitación urbanística. “La estructura se ha ido sobrecargando con nuevas exigencias, por ejemplo medioambientales que se manifiestan en la necesidad de recabar decenas de informes que muchas veces dicen poco pero cuya omisión, la de uno solo de ellos, puede dar al traste con todo el Plan diez años después de que haya empezado a tramitarse”. El catedrático de Derecho Administrativo fue de lo más gráfico cuando comparó un Plan General “ con un edificio ya viejo, a punto de colapsar por la cantidad de mobiliario acumulado en el”.

El urbanista Sebastià Jornet también intervino ante la Comisión del Reto Demográfica y coincidió en la necesidad de “repensar la regulación, para ir a una regulación inteligente, que permita respuestas proporcionales a la finalidad a conseguir” y juzgó excesivo que, por ejemplo, tengan que pasar dos años para conseguir un permiso urbanístico.

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