La lluvia caída en la mañana de ayer en Oviedo afectó a las casetas de San Mateo, que se vieron obligadas a pemanecer cerradas durante la hora del vermú. El agua provocó tráfico muy intenso en la ciudad durante toda la mañana, especialmente a partir del mediodía y hasta las dos de la tarde. Después, la lluvia remitió y durante la tarde hubo fases de orbayo y otras de lluvia suave. Oviedo fue, no obstante, una de las localidades asturianas en las que menos lluvia cayó durante la jornada. Fueron, en concreto, 12,8 litros por metro cuadrado hasta las nueve y media de la noche, según los datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).