Las cuentas claras: en la variante de Pajares se han invertido hasta ahora casi 3.717 millones de euros, de los 3.846,86 que costará la obra, según la última estimación realizada por Adif. Esto significa que restan por ejecutar 129 millones de euros, o lo que es lo mismo, el 3,4% de la obra. Con la particularidad de que buena parte de los trabajos pendientes no afectan a la circulación de los trenes, por lo que las pruebas de circulación pueden realizarse sin problema. Eso si, de momento, solo con trenes de tracción diésel, ya que una de las obras que aún no han concluido es la instalación de la línea aérea de contacto (catenaria). Acabará “en el otoño”, indicó Adif.
Además de la catenaria, las obras pendientes en la Variante son: la protección acústica del tramo La Robla-Pola de Lena (1,7 millones de inversión y 9 meses de plazo de ejecución); las instalaciones de telecomunicaciones fijas y sistemas de protección y seguridad del tramo bifurcación Galicia-bifurcación Pajares, y del tendido de cable de fibra óptica entre bifurcación Pajares y Pola de Lena por el túnel Oeste (4 millones y 11 meses de plazo); la adaptación al tercer carril y sistema de gestión de tráfico ERTMS nivel 2 (20,2 millones y un plazo de 15 meses); las actuaciones adicionales en la Pantalla en la ladera de Campomanes en la que se registró un gigantesco argayo (12 millones y 12 meses); y la adecuación de accesos, evacuación e instalaciones de protección y seguridad en los túneles (13,45 millones y12 meses).
Estos proyectos suman en total 55 millones de euros. El resto, hasta los 129 de gasto pendiente se corresponden con proyectos aún en ejecución, como las instalaciones de ventilación de los túneles (se están construyendo en la actualidad los prototipos) o la ya citada colocación de la catenaria, así como a los contratos de asistencia técnica asociados a los proyectos pendientes.
Entre los trabajos que se están ejecutando en la Variante destacan los relacionados con las instalaciones de protección, seguridad y ventilación en los túneles, que suponen un gasto de 64,37 millones de euros (IVA incluido). Estas obras comenzaron el 11 de septiembre del año pasado, y puesto que el plazo de ejecución quedó establecido en un año y medio, la adjudicataria tiene hasta marzo de 2022 para entregarla, aunque Adif ha manifestado su confianza en que concluyan en diciembre de este año. Esta actuación prevé la ejecución de los sistemas de ventilación de los túneles de Pajares, Pontones, Vega de Ciego y Pico de Siero, las instalaciones de protección contra incendios, los sistemas de comunicaciones y otros elementos de protección y seguridad. En cuanto a las obras de adecuación de accesos, evacuación e instalaciones de protección y seguridad en los túneles de la Variante, el retraso que acumula en su ejecución se debe a que ese proyecto no aparecía en el proyecto inicial, y tuvo que ser incorporado al cambiar las exigencias de seguridad durante la ejecución de la Variante de la Unión Europea en materia de túneles.
La Variante, que comenzó a ejecutarse en 2004, está llamada a sustituir a la rampa de Pajares, construida en 1884 y que ya hace 50 años estaba considerada “obsoleta”. La nueva conexión a la Meseta posibilitará la llegada a Asturias de la alta velocidad. Está diseñada para tráfico mixto: pasajeros y mercancías, y tanto para trenes de ancho Renfe como de ancho AVE.
El récord mundial de “Aspirino”
El convoy que inauguró la Variante el lunes alcanzó 256,38 km/h en junio de 2002, lo que lo convierte en el más rápido del planeta con tracción diésel
“Aspirino” no es un tren cualquiera: tiene el récord mundial de velocidad con tracción diésel: alcanzó los 256,38 kilómetros por hora el 12 de junio de 2002, en el kilómetro 402,2 de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona, entre las localidades de Ballobar (Huesca) y Montagut (Gerona). Es el mismo tren que el pasado lunes protagonizó el primer viaje en pruebas por la variante de Pajares.
La cabeza tractora fue fabricada en Alemania en 1999 y tiene 1.500 kw de potencia. Tiene un “hermano mellizo” (no son exactamente iguales y, además, el otro se fabricó en España). Ambos llevan 19 años auscultando las vías de alta velocidad españolas. Este convoy se diferencia de su “hermano” en que incluye una serie de comodidades –por ejemplo, coche-laboratorio con aseo– que le permiten funcionar como tren corporativo para viajes oficiales y visitas a las líneas de construcción. De ahí que fuera elegido para el viaje del pasado lunes.
“Aspirino” es uno de los trenes de la serie 355 de Adif, conocidos inicialmente como Talgo XXI, y luego como Talgo BT de ancho variable. Está homologado para circular a una velocidad comercial máxima de 220 kilómetros por hora. Cuenta con tecnología pendular (mejora la velocidad en trazados sinuosos), pesa 224 toneladas y puede transportar hasta a 40 pasajeros. El tren está constituido por una cabeza motriz diesel, un coche extremo de un eje con cabina de conducción y dos coches intermedios. Como es costumbre en Talgo, “Aspirino” recibió el nombre de una virgen. En un primer momento (cuando pertenecía al grupo XXI) la del Rocío, y tras pasar a BT, la del Pilar. Su “hermano” también tuvo dos nombres: primero Virgen de los Reyes y ahora de Montserrat. Su nombre popular se debe a que tiene los mismos colores, verde y banco, que el popular medicamento.
