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Asturias mira hacia la minería espacial

La Nasa trabaja desde el Principado en la misión “Lucy”, la sonda que se lanzará el 16 de octubre para estudiar ocho asteroides en Júpiter

Marc Buie, científico de la Nasa, explica a un grupo de jóvenes el funcionamiento de uno de los telescopios de la misión “Lucy” en Gijón. | Pablo Solares |

“En la NASA no utilizamos la palabra problema sino anomalía”. Así disculpaba Adriana Ocampo, ejecutiva de la misión “Lucy” de la agencia espacial estadounidense, el retraso en el inicio de la interesantísima conferencia que ella y su compañero Marc Buie, científico de la misión, ofrecieron ayer en la Facultad de Minas de Oviedo.

El 16 de octubre, a las 11 horas y 34 minutos de la mañana (hora española), la sonda “Lucy” iniciará desde Cabo Cañaveral un viaje que se prolongará durante 12 años en los que analizará el cuerpo y el “alma” de los troyanos, cuerpos de nuestro sistema solar primitivo “prisioneros” de órbitas estables y agrupados en dos enjambres que escoltan a Júpiter en su rumbo alrededor del Sol.

Asturias tiene un papel esencial ya que la Escuela de Marina Civil de Gijón acoge estos días un total de 22 telescopios de 40 centímetros de diámetro desde los que se estudiará, antes de la llegada de “Lucy”, la forma, el tamaño y la velocidad de giro del asteroide Polymele.

En la Escuela de Minas de la Universidad de Oviedo, Ocampo habló de “minería espacial”, de que “en un futuro cercano haremos minería de asteroides y, aprendiendo a usar esa materia prima, podremos construir infraestructuras en otro planeta”. “Estamos dando pasos de bebé”, reconoció la experta de la NASA, que arengó a los estudiantes asturianos a que estén lo mejor preparados posible. “Lo que estáis viviendo no es ciencia ficción, es ciencia realidad, estáis en la era de la exploración, del descubrimiento y de la innovación”, les dijo a los alumnos de Minas. “En vuestras vidas vais a ver a seres humanos en la superficie de la Luna, pero también de Marte”, aseguró.

Por la izquierda, Adriana Ocampo, Marc Buie y Javier del Cos, director del Instituto de Ciencias y Tecnología Espacial de Asturias (ICTEA). |

Ocampo recurrió a la cita de Richard Buckminster Fuller para recordar que “todos somos astronautas y nuestra nave espacial es la Tierra”. “La tierra es nuestra casa pero para sobrevivir tenemos que aprender a viajar, no solo dentro de nuestro sistema solar sino entre las estrellas de nuestra galaxia y también a otras galaxias”, añadió.

La investigadora instó a los estudiantes a aplicar “la fórmula de las tres ‘p’”. Que son pasión, planificación y perseverancia. Recomendó a los alumnos que escriban “su documento viviente”, en el que vayan planificando sus retos a corto, medio y largo plazo. “No importa que no logren esos objetivos. En la NASA tenemos ‘pausa (detente) y aprende’. Siempre hay problemas cuando hacemos algo por primera vez y no debe entenderse como fallo sino como oportunidades de aprendizaje”.

Su compañero Marc Buie ofreció mas detalles técnicos, ya que él está especializado en el estudio de esos asteroides.

En el turno de preguntas uno de los estudiantes se interesó por esa minería de datos, por esa colonización de otros planetas de la que habló Ocampo. El alumno preguntó sobre los aspectos legales de esta cuestión y la experta apuntó que “la Luna es un territorio independiente, como la Antártida”. Ocampo avanzó que “en Naciones Unidas ya se está hablando de esta cuestión, pero aún queda mucho para desarrollar una legislación y llegar a un acuerdo internacional”.

Esa ley marcará qué ocurrirá en un futuro con esos asteroides que explorará “Lucy” durante su viaje, “que puede ser de dos millones de años”, subrayó Ocampo, y que ayer noche se vieron desde los telescopios instalados en Gijón.

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