“¿Cómo les digo a mis hijos que tienen que llevar mascarilla si luego ven los platos de televisión llenos de adultos sin ellas? ¿Cómo les digo a mis hijos que usen mascarilla en el patio del cole cuando ven los estadios llenos de adultos sin ellas? ¿Cómo les digo a mis hijos que los mayores estamos aquí para enseñarles, respetarles y cuidarles cuando estamos viviendo semejante incoherencia?...”.
Estas son algunas de las preguntas que se hacen once famosas madres blogueras, entre ellas la gijonesa Carmen Osorio, en un vídeo denuncia en el que exigen “no dejar a los niños al margen de la flexibilización” de medidas anticovid. “Están relajando normas en los bares, en el teatro, en los estadios de fútbol... ¿Cómo puede ser que dejen fuera de la nueva normalidad a los centros educativos? ¡Esto no puede ser!”, critica la periodista asturiana y autora del blog “No soy una drama mamá”. La queja, a la que se han unido familias de toda España, llega como consecuencia de que en los patios sigue siendo obligatorio el uso de la mascarilla para alumnos mayores de 6 años (1º de Primaria), incluso estando vacunados.
La iniciativa de crear un vídeo nació en las propias redes sociales, según cuenta Carmen Osorio. “Todo surge a raíz de que se conocen los protocolos de actuación en los centros y vemos que, pese a que la situación epidemiológica ha mejorado, las normas en los colegios e institutos son las mismas. En la redes encuentro a gente tan sorprendida como yo, así que personas especializadas en educación y maternidad decidimos unirnos para hacer un llamamiento a quienes ponen las normas”, explica. El vídeo, colgado hace cinco días, ya acumula cerca de 300.000 reproducciones. Madres de todo el país sostienen que “España no piensa en los niños” y demandan “patios libres de mascarillas”.
“Mientras casi toda Europa tiene a los niños sin mascarillas al aire libre, España sigue condenando a los suyos a moverse, jugar, correr y entrenar con mascarillas en los patios. Si ellos no pueden quejarse, lo haremos los adultos que les representamos. ¿Hasta cuándo este agravio comparativo? Los niños no son ciudadanos de segunda. Tienen las mismas necesidades emocionales y sociales que los adultos”, protesta Osorio.
