La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fin a la travesía del desierto del ocio nocturno

Los locales de copas y discotecas reciben con alegría pero con algo de recelo el anuncio de que volverán a una normalidad que nunca tuvieron en año y medio

A la izquierda, Javier Fernández, en Langreo. A la derecha, Álvaro Fernández limpia la barra de su establecimiento. | Miki López

Año y medio ha necesitado el sector del ocio nocturno para volver a la normalidad previa a la pandemia. Ha sido uno de los sectores más castigados con restricciones y ayer festejó por todo lo alto la inminente suspensión de las restricciones que les afectan (aún no pueden servir en barras ni se permite el baile en los locales).

“Es la noticia más esperada”, aseguran, tras una “travesía del desierto en la que algunos se quedaron por el camino”. El veterano hostelero avilesino José Ángel Hurtado Paniagua, “Pani” se muestra optimista: “Lo peor ha pasado”. Asegura que “será trabajoso recuperar las antiguas dinámicas, tanto para los que trabajamos detrás de las barras como para los clientes, porque se han perdido muchos hábitos, pero detecto ganas en ambas partes, que es lo importante”. Juan Arias, otro empresario que dobla su apuesta de locales cree que “ya era hora de que nos dejasen respirar; hemos pasado un calvario y necesitábamos poder volver a desarrollar nuestra actividad sin ataduras”. “Se nota inquietud, ganas de salir de fiesta... Lo cual es normal después de todo lo mal que hemos pasado”, asegura.

“Más vale tarde que nunca”, sostiene Javier Fernández, presidente de Otea en Langreo y empresario del sector del ocio nocturno. Considera que el levantamiento de las restricciones a los bares de copas y las discotecas “tendría haberse hecho antes” dado que la situación “ha provocado cierres en el sector y quien sigue, lo hace muy tocado”.

En el casco histórico de Oviedo, Álvaro Fernández recibe con los brazos abiertos el anuncio regional del fin de restricciones en el ocio nocturno, pero lamenta que el mismo no llegara antes. “Cuando ampliaron el horario al resto de la hostelería nos mataron porque no teníamos margen de venta”, recuerda, confiado en que el alivio de las medidas incluya la recuperación de la pista de baile.

El joven hostelero da por probado que en las condiciones actuales los bares de copa pueden funcionar con total normalidad. “Si en San Mateo no hubo contagios tampoco los va a haber ahora”, defiende.

“La valoración es positiva porque el ocio nocturno estuvo prácticamente año y medio cerrado y los dos meses que se le permitió estar abierto fue con unas restricciones tan grandes que lo hacía deficitario”, subraya Ángel Lorenzo, presidente de Otea en Gijón. “Ya era hora”, añade, también desde Gijón, Paco García: “Por fin la hostelería podrá trabajar con la normalidad que nos merecemos. Han sido meses muy duros en cuanto a restricciones y esperemos que esta sea la última vez que tengamos que pasar por algo así”, añade.

Otro hostelero gijonés, Santi Figaredo, muestra su “satisfacción” porque “los negocios vuelvan a funcionar con normalidad y a la senda de la rentabilidad”. Eso sí, advierte de que “estamos a la expectativa de verlo oficializado en el Bopa, no vaya a ser que nos encontremos alguna sorpresa tras año y medio de sobresaltos”.

Compartir el artículo

stats