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Suárez Lafuente: “Ya está bien de que Eva sea la culpable de todos los males”

La catedrática de la Universidad de Oviedo, impulsora de los estudios de género, se jubila con una conferencia que fue del Génesis a “la manada”

Socorro Suárez Lafuente, durante su conferencia.

Socorro Suárez Lafuente (Gijón, 1951) se jubila como catedrática de la Universidad de Oviedo, y lo hace con actitud “guerrera” como ella misma dice, y en realidad como ha sido siempre. “Para acabar mi carrera voy a quejarme”, dijo ayer antes de acudir el aula magna de la Universidad, en la calle San Francisco de Oviedo, para poner punto final a su etapa como docente con la conferencia “La estructura genésica y el sueño patriarcal”.

Ese sueño patriarcal del que habla “empezó en el Génesis con el mandato divino de que el hombre debe salir a ganarse el pan y la mujer debe quedarse en casa con los hijos”, explica la catedrática que añade además que “esa ensoñación se ha prolongado durante siglos”.

La mujer despertó del sueño con el feminismo “pero el hombre se resiste”. En un recorrido literario la ponente apuntó que “el hombre siempre ha buscado argumentaciones fallidas para no aceptar la igualdad porque es muy duro repartir el poder, ya que si repartes te queda menos”.

Suárez Lafuente, que es cofundadora de los programas de Estudios de las Mujeres en la Universidad de Oviedo, mantiene que las mujeres siguen teniendo “mucho en contra” porque “esa argumentación falaz” que comenzó en el Génesis “se ha mantenido durante siglos”. “Siempre se ha dicho y escrito que las mujeres somos inferiores, tenemos menos fuerza y menos capacidad intelectual”, dijo la ponente, que recordó “el trabajo que nos costó entrar en la universidad, heredar o votar”. Lo resumió en que “en España, siendo menores de edad pasábamos del padre al marido” y explicó una experiencia propia, “mi beca salario cuando entré en la Universidad de Oviedo primero la ingresaban en la cuenta de mi padre y luego en la de mi marido”. “Ya está bien de que Eva sea la culpable de todos los males”, afirmó con rotundidad.

Socorro Suárez Lafuente, con la profesora Isabel Carrera, en el Aula Magna.

Siguiendo con la literatura y llevándola a la actualidad. la catedrática y feminista, puso sobre la mesa la obra “Jauría” de Jordi Casanova, una reconstrucción teatral del juicio “la manada”. “Ahora tenemos a un elemento de estos reconociendo que fue una violación y pidiendo perdón”, criticó Suárez Lafuente, que recordó también cómo “uno de los del tribunal llegó a decir que no había violación porque los hechos se habían producido en un ambiente festivo y de jolgorio”. “¿Cómo podemos oír eso y no salir todo el mundo a la calle?”, se preguntó.

La profesora volvió a insistir en el “no es no”, algo que, según ella, “a algunos hombres les cuesta mucho entender y parece que si no tienes moratones o arañazos no ha habido violación porque no te has defendido, no entienden que te bloqueas y no puedes hacer nada”.

En esa despedida “guerrera”, Socorro Suárez Lafuente tiró de clásicos del feminismo: “La calle por la noche es de las mujeres”, para pedir de una vez la igualdad. “Las mujeres no piden nada del otro mundo, nada más que igualdad y poder pasear como cualquiera y desarrollar nuestra vida con nuestras posibilidades”.

La profesora pone así fin a la carrera docente aunque seguirá vinculada en actividades de apoyo a las mujeres y a la investigación de género. También a cuidar y disfrutar de sus nietos, “y a escribir reseñas para LA NUEVA ESPAÑA”, periódico con el que colabora desde hace años.

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