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Gran millonada para Cataluña: once veces más de inversión para sus cercanías que para las asturianas

Sánchez trata de asegurarse los votos de sus socios independentistas con una inversión de mil millones para mejorar la red ferroviaria interna

Un tren de Feve circula por el entorno donde se realizan las obras del soterramiento de la línea, en Langreo. Julio VIVAS

El proyecto de presupuestos generales del Estado para 2022, cuyo desglose autonómico ha sido escrutado con singular intensidad en los últimos días, reserva una partida sin precedentes que ronda los mil millones de euros para la mejora de las cercanías ferroviarias en Cataluña. La concesión ha sido rápidamente interpretada como un guiño de Pedro Sánchez de cara a la obtención del necesario respaldo a las cuentas de los independentistas catalanes, sobre todo de ERC.

Puesta en contraste con la partida que se lleva en el diseño presupuestario la mejora del servicio ferroviario asturiano –92 millones, según la cuenta que echó ayer la delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa–, la dotación catalana la multiplica por casi once. Como quiera que son poblaciones y servicios incomparables por sus dimensiones, se impone una traslación relativa a la población de la que Asturias sale también perdiendo, toda vez que la aportación per capita en Cataluña eleva muy significativamente la del Principado. Si se ejecutara todo lo prometido para 2022, cada asturiano saldría a una media de 90,8 euros; cada uno de los catalanes, a 130,3.

Son las diferencias inversoras en dos redes ferroviarias fuertemente cuestionadas por sus deficiencias, la catalana en el eje de la controversia política por las deficiencias del servicio; la asturiana, seriamente dañada después de años de abandono que han desembocado en un reguero de retrasos y cancelaciones, entre otras fallas particularmente visibles en la malla de la antigua Feve. Las necesidades de inversión se han hecho evidentes en los últimos años y han justificado la promesa inversora contenida en un plan específico auspiciado por el Ministerio y anunciado en diciembre de 2017, todavía en tiempos del Gobierno de Mariano Rajoy. El esfuerzo inversor del Gobierno ha experimentado algunas variaciones desde entonces y más de un desfase entre las cantidades presupuestadas y las ejecutadas, justo la misma queja que ahora justifica los recelos de los independentistas ante la inversión para el ferrocarril catalán que contiene el diseño presupuestario para 2022.

En Asturias, el presupuesto aprobado para este 2021 partía de 71 millones de euros y la previsión inversora para este año, tal y como ha sido actualizada en el proyecto de 2022, ronda los 26,2. En Cataluña, la baja ejecución presupuestaria también hace recelar a los grupos a los que corteja el Gobierno y que tienen en el punto de mira el traslado de las competencias ferroviarias a la Generalitat.

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