A vueltas con la cumbre de presidentes autonómicos convocada por Feijóo para buscar puntos comunes de cara al debate sobre el modelo de financiación. Las dudas públicas sobre la convocatoria del presidente popular de Galicia mostradas por los barones socialistas –entre ellos, el asturiano Barbón–, coincidiendo con el congreso del PSOE en Valencia y una llamada de Ferraz a no airear discrepancias con otras regiones socialistas en la materia de financiación, tuvieron ayer la réplica del presidente de la Xunta, quien se mostró molesto.
Feijóo dice no entender la injerencia del PSOE en la cumbre autonómica organizada para el 2 de noviembre en Santiago, a la que estaban llamados sus homólogos de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, La Rioja, Aragón y Extremadura. “Yo no di cuenta a la calle Génova ni al presidente de mi partido sobre este encuentro. Nunca los presidentes autonómicos pedimos autorización para reunirnos con otros colegas, aunque no sé si a partir de la fecha hay algún partido que necesite solicitar autorización”, criticó.
El anuncio de la cumbre levantó recelos en Moncloa después de que el presidente gallego lanzase duros ataques hacia el Gobierno central. Fue entonces cuando manifestaron sus reticencias al encuentro varios barones socialistas –entre ellos, Barbón– al entender que Feijóo buscaba un “frentismo” contra el Ejecutivo de Sánchez y las comunidades del Levante. Después, el mandatario socialista extremeño, Guillermo Fernández Vara, flamante responsable de Política Autonómica del PSOE, se mostró dispuesto a reunirse, pero pidió a Feijóo un aplazamiento para pactar antes una postura conjunta con sus homólogos socialistas.
Feijóo se mostró ayer abierto a ese aplazamiento, pero solo si así lo acuerda la “mayoría” de líderes autonómicos convocados. El cántabro, Miguel Ángel Revilla, ya avanzó que prefiere que no se retrase la cita porque se van a abordar “cosas urgentes”. La fecha del 2 de noviembre, defendió ayer Feijóo, no la puso él sino que fue una decisión de todas las comunidades citadas.
También explicó que se celebra en Santiago porque así se lo propuso “un presidente socialista”, dado que las anteriores se habían organizado en Castilla y León, Asturias o Aragón. Además, recordó que tanto con Mariano Rajoy en La Moncloa como con Pedro Sánchez se han mantenido encuentros similares entre diversas autonomías con intereses comunes, y que él nunca pide permiso al presidente de su partido. “Desde luego, no lo voy a hacer. Esto no es una reunión de partidos, sino de presidentes autonómicos”, advirtió. “No vengo aquí a representar los intereses del partido sino de Galicia”, aclaró. Barbón, por su parte, mantiene silencio desde que llamase al presidente gallego a huir del “frentismo”. Aunque sí explicó la postura del Principado, en declaraciones a LA NUEVA ESPAÑA, el vicepresidente Juan Cofiño, quien matizó que en ningún caso rechazaban acudir a la cumbre y mostró la voluntad de Asturias de “reconducirla”.
Mientras, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que inicialmente también expresó sus reticencias ante la cumbre si se entendía como un frente contra el Gobierno, salió ayer en defensa de la misma y negó la existencia de directrices de Ferraz al respecto: “Es una cita muy importante, desvinculada de cualquier ideología”.
El embrollo
- Cumbre. Feijóo convoca a otros siete presidentes autonómicos a una cumbre en Galicia para fijar postura común de cara al debate estatal sobre financiación. Entre todos pactan una fecha.
- Dudas socialistas. Los barones del PSOE convocados a la cumbre muestran sus dudas tras unas críticas de Feijóo al Gobierno central. Dicen temer que el encuentro sea un arma “frentista” contra Sánchez.
- Pendiente de desenlace. Los socialistas han pedido aplazar la reunión para fijar una postura común entre ellos y Feijóo está abierto a retrasarla si así lo decide la mayoría de convocados.
