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Gotor, a los científicos en su adiós: “No os desmoralicéis”

Casi un centenar de universitarios despiden en pie y con aplausos al exrector recién jubilado, que se emocionó durante un homenaje en la Facultad de Química

Vicente Gotor, en el centro, acompañado por (de izquierda a derecha) el profesor Miguel Ferrero, la decana Susana Fernández, el rector Ignacio Villaverde y la directora de departamento Pascale Crochet, ayer, en el aula Rector Julio Rodríguez de la Facultad de Química, donde tuvo lugar el homenaje. | Universidad de Oviedo

En pie y aplaudiendo. Con este cariñoso gesto despidieron ayer casi un centenar de personas a “uno de los grandes” de la Universidad de Oviedo: el exrector y catedrático emérito Vicente Gotor Santamaría. La institución académica a la que llegó en octubre de 1977 y en la que se alzó como referente internacional de la biocatálisis le rindió un caluroso homenaje en la Facultad de Química con motivo de su reciente jubilación. “Esta siempre será tu casa; de ninguna manera esto es una despedida, te necesitamos para construir una Universidad que sea admirada”, le transmitieron el rector Ignacio Villaverde y la decana Susana Fernández durante el acto. Gotor mantuvo a raya al “llorón” que lleva dentro, salvo cuando se refirió a su mujer, Rosa Fernández: “Como saben, estamos luchando (contra su enfermedad). Hace más de 40 años, dejó su trabajo como profesora de instituto en Zaragoza por mí. Ahora me toca devolvérselo”.

El catedrático (Calatayud, 1947) terminó su vinculación oficial con la Universidad de Oviedo el pasado 31 de agosto, después de 44 años de trayectoria. Fue entonces cuando su departamento, el de Química Orgánica e Inorgánica, con Pascale Crochet en la dirección, pensó en expresarle su “reconocimiento a toda una vida dedicada a la química y a la Universidad asturiana”. “En nuestro departamento tenemos la suerte de contar con grandes científicos y gestores, pero pocos como Vicente Gotor, que destacó en todas sus facetas. Debes tener el sentimiento del deber cumplido y debes estar orgulloso de todo lo que has hecho y la herencia que nos dejas”, expresó Crochet, que confesó que hubieran preferido un homenaje “más festivo y con más abrazos”, pero por el covid “cambiamos los abrazos por un gran aplauso”.

El homenajeado, junto a su mujer, Rosa Fernández, durante el acto.

Fue el primero de muchos a lo largo de la hora larga que duró el acto. El protagonista recibió el cariño de compañeros y amigos sentado en la primera fila del aula Rector Julio Rodríguez, junto a su esposa y sus dos hijos, Vicente –que siguió sus pasos y es integrante de su grupo de investigación, el de Bioorgánica– y Miguel –que es ingeniero químico y trabaja como jefe de planta en una empresa en Mérida–. Al homenaje asistieron científicos de renombre como Carlos López Otín, Xosé Antón Puente, Javier de Cos o Santos González, así como discípulos y miembros de su equipo rectoral (de 2008 a 2016). Otros muchos investigadores estuvieron en la distancia e intervinieron a través de vídeos o audios.

La última charla de Gotor no fue científica, sino “de agradecimiento”. En primer lugar, a su departamento “por organizar esta iniciativa”. “Tenemos un departamento excepcional, que se ha convertido en un referente nacional e internacional. Y espero que así siga siendo, aunque en los últimos años he venido notando una cierta desmotivación, quizá por los problemas de financiación. Los gobiernos tienen que hacer un esfuerzo en este sentido”, señaló para lanzar a continuación un mensaje a sus compañeros, extensible a todos los investigadores: “Ánimo, seguir trabajando y no os desmoralicéis”. El segundo agradecimiento fue para la Facultad de Química, en la que desarrolló la mayoría de su brillante trayectoria profesional. “Siempre me preocupé por los alumnos, siempre me gustó la docencia. He tenido la suerte de dedicarme a una profesión que me apasiona y he trabajado muy a gusto”, confesó. El exrector Vicente Gotor tuvo asimismo palabras de gratitud para su grupo de investigación, el cual fundó “tirándose a la piscina” –porque era una línea nueva, la hoy llamada química verde– en 1988. “Somos referentes en Biocatálisis y espero que mis discípulos mejoren posiciones”, afirmó.

Villaverde entrega a Gotor una placa como obsequio.

El tercer “gracias” fue para su equipo rectoral. “Fueron ocho años duros con la crisis, pero al final los sacamos adelante”, recordó. Y el cuarto y último mensaje de reconocimiento fue, por supuesto, para la familia. El químico empezó recordando a sus padres, dos personas “humildes, honestas, cuya mayor ilusión era que su hijo fuera a la Universidad”, siguió con sus hijos Vicente y Miguel, y acabó con su mujer, Rosa. Fue el único momento en el que se le quebró la voz de la emoción, consciente del sacrificio que ella hizo para que su carrera científica llegase a las cotas actuales. El público reaccionó con una ovación y Rosa con un beso en la mejilla.

El profesor Miguel Ferrero fue el encargado de glosar su trayectoria, mientras el proyector del aula fue pasando fotografías de su vida profesional y personal. Entre oras cosas, Ferrero destacó que Gotor acumula una trayectoria científica “intensa y de excelencia”; contribuyó al despegue de la química orgánica en España; fue director de área, jefe de departamento, vicerrector y rector, y logró para la Universidad la acreditación de Campus de Excelencia Internacional. “Enhorabuena porque tu nombre permanecerá siempre unido a la biocatálisis en España y en el mundo”, remató. Susana Fernández, decana de la Facultad de Química y discípula del homenajeado, también tuvo palabras cariñosas para el que considera su “maestro”. “Él ha marcado mi vida. Es un extraordinario profesor que transmite entusiasmo durante las clases, una persona honesta y un trabajador infatigable”, destacó. “La Facultad de Química seguirá siendo tu casa”, sentenció.

El público en pie (con sus hijos Vicente y Miguel en primera fila) y aplaudiendo al catedrático emérito. | Uniovi / M. G. S.

El rector Ignacio Villaverde, que obsequió a Vicente Gotor con una placa y un sello, insistió en que el acto de ayer no fue de despedida, sino de “merecido homenaje a uno de los grandes de la Universidad”. “Para mí siempre serás un rector y nunca dejarás de ser un universitario. Aquí siempre estará tu sitio, te necesitamos para construir una Universidad que sea admirada como ella te admira a tí”, concluyó.

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