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Tineo se harta: “Estamos abandonados”

“La gente está indignadísima, somos el culo del mundo”, dicen en la localidad del Suroccidente al saber que la obra del tramo de vía de La Barrosa tiene previsto abrirse a finales de 2022

Por la izquierda, Engracia Fernández, María Ángeles Fernández, Dorina de la Cera y Clementina García toman un café en Tineo.

Es día de mercado en Tineo y el tiempo es bueno. Así se explica el aspecto que presentaba ayer la localidad del Suroccidente, con gente comprando, coches circulando y, en definitiva, mucha actividad. Los plazos que dio el miércoles el Gobierno de España para resolver los problemas de comunicación que afectan a la zona –se estima que el tramo de Autovía Cornellana-Salas se abrirá en 2023 y el de Salas-El Regueirón, condicionado por la demolición del puente de La Barrosa, a finales de 2022– ya ni sorprenden en una comarca, la del Suroccidente, en la que consideran que está situación es “vergonzosa”: “Esto es la ruina total”, dice Dorinda de la Cera, jubilada de Tineo que ha vivido de la ganadería y que asegura que la incomunicación que sufre la zona es “un trastorno” y “un grave problema económico”.

De la Cera compartía ayer mesa en una terraza de Tineo con María Ángeles Fernández, Engracia Fernández y Clementina García. Las cuatro están jubiladas y las cuatro han estado vinculadas a la ganadería. Para María Ángeles Fernández, de Tineo, es “vergonzoso lo que están haciendo”: “La sensación de abandono es total”, añade. A Engracia Fernández, de Salas, lo que más le molesta es que cuando pasan por las zonas en obras “no hay nadie trabajando”. Clementina García, también de Salas, directamente se hace la siguiente pregunta: “¿Llegaremos nosotras a verlo acabado? Es difícil que terminen algo si no empiezan ni a trabajar”, añade.

Uno de los puestos que hay en el mercado vende pan, empanadas, chorizos y demás delicias gastronómicas. La gente le pregunta por ellos a Luis Álvarez, gijonés que lleva cinco años ofreciendo sus productos cada jueves en Tineo. Él reconoce que al venir “una vez a la semana” el trastorno no es tan grave. “El problema es para la zona, para la gente que tiene que ir todos los días a Oviedo, que pierde tiempo y dinero y que tiene que hacer más kilómetros todos los días”, explica. Él, por su parte, sí que ha visto de un tiempo a esta parte que cada vez está “todo más cerrado y parado”.

Fermín Martínez es taxista y está esperando por si llega algún cliente procedente del mercado. Es de Tineo, lleva trabajando el taxi desde hace casi 30 años y reconoce que estos problemas de comunicación son “un trastorno”, aunque la diferencia para ir a Oviedo ronda “los diez minutos”. “Más que el tiempo es el estado de la carretera”, dice. Además, considera que los que están sufriendo esta situación de verdad son “los que trabajan en el transporte de mercancías”. Y, lo peor de todo, “es cuando te coge delante un vehículo que va despacio”. En cuanto a la carretera, echando la vista atrás, duda de si no hubiera sido mejor invertir en tener una buena conexión en lugar de hacer una Autovía a la que el nunca vio “sentido”: “¿Estando la Autovía del Cantábrico va a venir alguien a La Espina para luego ir a Luarca? La lógica no acompaña”, dice el tinetense.

El taxista Fermín Martínez.

El taxista Fermín Martínez.

La carnicería regentada en Tineo por María de los Ángeles Álvarez Fernández tiene de todo y ella reconoce que, de momento, no ha notado mucho el problema de la carretera. Aun así, asegura que “la comunicación está mal”. Ella se desplaza a otras zonas del centro de Asturias alguna vez los fines de semana, pero los que más lo notan son “los viajantes” que le traen los productos a su establecimiento. “Hasta ahora no lo he notado en el precio”, reconoce. A pesar de todo, tiene pocas dudas de que “el Suroccidente está olvidado”.

José Manuel Fernández González está jubilado y echa el rato en la cochera que tiene en Tineo, donde se entretiene haciendo bricolaje. Él asegura que no se mueve mucho de Tineo, pero sí que escucha a la gente y lo que le cuentan es que están “muy cabreados”. “Está toda la gente muy mal, a cualquiera que le preguntes te dirá lo mismo”, explica. Sobre todo, las personas que “están trabajando en el transporte”.

Muy cerca de donde está la cochera en la que echa el rato José Manuel Fernández se encuentra el taller que regenta Carlos García García. Él sale poco porque su labor es reparar los coches que le llevan a su lugar de trabajo, pero sí que escucha y que nota que la situación está empeorando. “Es una perdida de tiempo y económica grande”, dice. Y es que ir a Oviedo “sale más caro” con este tramo cortado que hasta final de 2022, si es que se cumplen los plazos, no estará reparado. “Es una carretera con muchas curvas, más lenta, pero sobre todo se nota a nivel de los transportistas”. Él, por su parte, va a la zona centro de Asturias “una o dos veces al mes”.

Luis Álvarez, en su puesto del mercado de Tineo.

Luis Álvarez, en su puesto del mercado de Tineo.

Esperando a que le hagan un arreglo en el taller de Carlos García está otro taxista, David Valdés, que asegura que en su caso tiene que hacer “muchos viajes al HUCA”, a Oviedo, y que cuando estaban los dos tramos cortados “tardaba media hora más”. Considera que está situación “repercute económicamente” en el concejo y no se corta a la hora de calificar lo que siente la población de Tineo y de casi todo el Suroccidente: “Somos el culo del mundo”. Otro problema derivado de la comunicación es que “la gente no viene”.

Pero si hay un lugar en Tineo donde los problemas de conexión tiene a la gente soliviantada es en el polígono industrial de La Curiscada. Allí regenta desde hace cuatro años una cafetería Mihaela Nuta, nacida en Rumanía pero que lleva ya veinte años en España. Una mala conexión se traduce inmediatamente en menor actividad en el polígono y menos trabajo para Nuta. “Me afecta mucho, la gente lo nota, hay menos actividad, necesitamos que la carretera esté bien”, dice la propietaria de esta cafetería, que espera “salir adelante”.

Fernando Verdasco Marrón, a la izquierda, y José Manuel Fernández Menéndez, en el polígono de La Curiscada.

Fernando Verdasco Marrón, a la izquierda, y José Manuel Fernández Menéndez, en el polígono de La Curiscada.

En un rincón de la barra del bar de Mihaela Nuta está José Manuel Fernández Menéndez, fundador de Embutidos La Aldea, un negocio del que aún está pendiente pero que llevan sus hijos. “De la empresa salen tres furgonetas todos los días y tardan media hora más en llegar a la zona centro todos los días”, explica. La traducción de ese tiempo es “más gasolina y más gasto”. “Todo son inconvenientes”, asegura este empresario, que indica que ya se hicieron movilizaciones “con 300 coches y trayendo un burro”, pero que todo eso no ha conseguido cambiar nada. El resumen es desolador: “La gente se siente olvidada y discriminada”. Y pone un ejemplo: “Si hay una urgencia médica aquí tiene que venir un helicóptero”. Y por si fuera poco: “Encima nos fríen a multas”.

Aviso del corte de carretera en el tramo Salas-La Espina.

Aviso del corte de carretera en el tramo Salas-La Espina.

A Fernando Berdasco Marrón, propietario de la empresa Benfer y del matadero de Tineo, está situación le afecta de lleno: “Se acaba de marchar el tercer camión del día”, explica. Y es que las malas condiciones de la carretera suponen “tiempo y consumo de gasolina”, lo que se traduce en “dinero”. Y es que, dice, “la gente hasta se pierde para venir a Tineo”. Además, está el tema de la seguridad: “No es lo mismo ir por una Nacional que por una Autovía”, dice. Tampoco tiene dudas a la hora de hacer una valoración del estado de ánimo que tiene la población de la comarca por esta situación: “La gente está indignadísima, que echan fuego por la boca, por todos lados”. Y lo que le da menos confianza es que todo “depende de la administración”.

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