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La Guardia Civil descarta ahora que Nieva estuviese presente en el asesinato de Ardines

La que llevó a los acusados fue la única vía de investigación, otras posibilidades "no tenían sentido", indica el teniente de Homicidios de la unidad

Benatia, Muguruza y Nieva.

El teniente de Homicidios de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha admitido este lunes en la sección segunda de la Audiencia Provincial que, la que llevó a los cuatro acusados, fue la única vía de investigación abierta por los investigadores por el asesinato de Javier Ardines, y que “no tenía sentido” abrir otras, como la que podría haber afectado a la mujer que mantuvo relaciones sexuales con el concejal la víspera del crimen, cuyo ADN se encontró en la Berlingo de la víctima, en las ropas, la palma de la mano (mezclada con la propia sangre del fallecido), bajo las uñas del asesinado y en las vallas que se usaron para forzar al edil a salir de su coche y que pudiese ser atacado. O la que podría haber puesto bajo la lupa al marido de la citada mujer. “Podría haber sido la pareja de esta mujer, pero ni su teléfono móvil ni el de ella dieron señal en el repetidor de Belmonte de Pría”, explicó. Además, ella no pudo cometer el crimen, sentenció, porque “estaba enamorada de Ardines, no le tenía rencor”. El oficial rechazó por otro lado que Pedro Luis Nieva estuviera presente cuando se cometió el crimen, una teoría, la de la “ventana de oportunidad”, que los investigadores mantuvieron durante casi medio año, en la idea de que el vizcaíno, que tuvo su teléfono móvil en Amorebieta en todo momento la noche y la madrugada anteriores al asesinato, habría podido viajar a Belmonte de Pría y regresar esa misma mañana.

Nieva se convirtió en el principal sospechoso de este crimen muy pronto. Según explicó el teniente de la UCO, después de saber por la viuda y la hija de Ardines del conflicto por la relación entre el concejal y la esposa de Nieva, los agentes interrogaron a ésta y le pidieron el teléfono de su marido. Gracias al análisis del mismo supieron que había viajado a Llanes el 27 de julio de 2018, otra vez el 5 de agosto y de nuevo en la noche del 13 al 14 de ese mismo mes, unos viajes que resultaron muy sospechosos a los agentes, de forma que el 27 de agosto pidieron a la juez la intervención de todos los teléfonos de la familia, y más tarde el balizamiento e incluso la instalación de micrófonos para tratar de obtener pruebas.

El teniente negó haber recibido presión alguna para detener a nadie. “Nuestro principal valor es el tiempo, nuestra experiencia en este tipo de delitos y que nos dedicamos a una investigación en exclusiva”, explicó. Y añadió que, “por supuesto, el caso está resuelto, participaron los cuatro acusados”. A preguntas de la fiscal Belén Rico, el teniente fue desgranando una investigación ya explicada este viernes por el capitán jefe de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón. Nieva ya era el principal sospechoso cuando Criminalística envió su informe, en el que se señalaba la aparición del ADN de la mujer citada más arriba. “Se encontró demasiado ADN para un crimen tan rápido como éste, por tanto, llegamos a la conclusión de que se había producido una transferencia, a través de la propia víctima. No sirve de nada encontrar ADN si no se logra situar a esa persona en el lugar del crimen”, explicó.

Para la UCO, “todo empieza con la grabación, totalmente intencionada, que hizo Pedro Nieva a su mujer y Ardines el 8 de diciembre de 2017, aunque para él quizá se inició antes, porque sospechaba que tuviesen una relación”. El teniente volvió a aspectos ya tratados, como la baliza que puso en el coche de su esposa. “Por supuesto que es celoso y controlador, se observa un trastorno constante, un reproche constante de la infidelidad de su esposa”, añadió. Descartó que en el viaje de reconocimiento del 27 de julio de 2018 viajase con Nieva y Muguruza “un tal Julián”, como ellos aseguran. Con ellos fue Djillali Benantia, y la prueba es que los repetidores sitúan a los tres en Pechón, junto a Unquera, esa misma tarde, y por supuesto, la declaración del argelino, sin que hubiese recibido presión alguna para hacerlo, como se encargó de remarcar. El 5 de agosto, cuando Nieva manda la grabación de su mujer con Ardines, “estaba trastornado con la infidelidad de su mujer y la posibilidad de que volviesen a reanudar la relación”. Ese día la pareja discutieron hasta el punto de decidir separarse. En la noche del 13 de agosto, Nieva viajó a Llanes y hubo una reconciliación, pero todo se fue al traste cuando él hizo un comentario en Facebook aludiendo a la infidelidad de su mujer, algo que hizo que ésta se enfadase mucho. “Estaba desesperado por no saber qué hacer con la relación”, especuló el teniente de la UCO.

El responsable de Homicidios de la UCO explicó las relaciones entre los implicados. Muguruza fue la persona contactó a Nieva con Benatia. Nieva contactaba con Muguruza y éste con Benatia, “era siempre la misma secuencia”. El día del crimen, Benatia llamó 100 veces a Muguruza porque quería el resto del pago por el crimen. Maamar Kelii se puso nervioso, tal como contó Benatia en su declaración, y decidió marcharse a Argelia el 19 de agosto. Regresó, pero justo el día que un medio de comunicación publicaba que la los investigadores centraban su atención en el País Vasco. Compró otro billete el 17 de octubre y se fue el 18. Volvería el 23 de diciembre y aguantaría hasta febrero de 2019, para marcharse a Suiza.

La defensa de Pedro Luis Nieva, a cargo de Javier Beramendi, continuó buscando los puntos débiles de la investigación, los motivos por los que los agentes se centraron en el vizcaíno tan pronto pese a que no había prueba alguna de que hubiese estado en Belmonte de Pría la mañana del crimen. Beramendi preguntó sobre los motivos por los que no se había investigado a otra mujer, cuyo marido se había enfrentado a Ardines, y el contenido de los mensajes de ella que el concejal borró en los tres días anteriores a su asesinato. También por los motivos por los que no se había reseñado la declaración de la mujer que había mantenido relaciones sexuales con Ardines un día antes del crimen. El teniente admitió que, tal como se produjo el ataque al concejal, todo indicaba que se trataba de “una revancha”. Beramendi también preguntó el motivo por el que, en la segunda declaración de Katia Blanco, la esposa de Nieva, no se le indicó que no tenía que declarar contra su propio marido. El teniente admitió que se trataba de un error. El responsable de Homicidios de la UCO también admitió como poco común que asistiesen él y sus hombres a las declaraciones judiciales de los acusados. “Éramos meros espectadores, la jueza no vio inconveniente y los letrados no pusieron pega alguna”, aseguró. La declaración de este agente continúa este martes a las partir de las nueve y media de la mañana.

La maratoniana jornada se había iniciado con el final de la declaración del capitán de la Policía Judicial de Gijón, sometido a las preguntas del letrado de Maamar Kelii, Fernando Barutell. El capitán no dudó en asegurar que “el perfil de Kelii es el de un hombre violento, con antecedentes por robo con violencia e intimidación”. El responsable policial indicó cómo habían dado con el teléfono de Kelii y los sospechosos movimientos de éste, con dos viajes a Argelia y otro a Suiza. Sobre los esprais hallados en la casa de Kelii, indicó que uno de ellos tenía la misma composición que el usado para aturdir a Ardines. Se analizó su contenido, pero no sus huellas. También declaró otra integrante de la Policía Judicial de Gijón, que analizó las grabaciones de las llamadas a los sospechosos y asistió a la segunda declaración de Katia Blanco, en noviembre de 2018. También realizó algunas diligencias con la mujer con la que Ardines tuvo relaciones sexuales la víspera del crimen. Admitió que se habían omitido datos para preservar su intimidad de cara a su pareja y a la viuda de Ardines. Con ella examinaron el lugar donde habían tenido relaciones sexuales, y hallaron el plástico sobre que el que las realizaban, que no fue analizado.

El juicio por el asesinato de Javier Ardines continúa acumulando atrasos. Este lunes debería haber declarado cinco integrantes de la UCO. Terminó de declarar el capitán de la Guardia Civil de Oviedo y compareció otra integrante de la Policía Judicial, que tenían que haber declarado el viernes, y también tuvo lugar parte de la declaración del teniente de la UCO, quedando otros cuatro sin declarar, de forma que este martes ya habrá nueve personas pendientes de declarar. El juicio parece que va a eternizarse.

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