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Benatia, uno de los acusados por la muerte de Ardines, expulsado del juicio tras encararse al sargento de la Guardia Civil: "Tú me has pegado"

El presunto sicario acusa al hombre que le encerró: "Estuviste amenazándome, estuviste encima de mí todo el rato"

Djillali Benatia

Abrupta quinta jornada del juicio por el asesinato de Javier Ardines. El magistrado presidente del tribunal del jurado, Francisco Javier Iriarte, se ha visto obligado a expulsar de la sala a uno de los supuestos sicarios, Djillali Benatia, después de que éste explotase durante la declaración del entonces sargento de la UCO (hoy teniente), que hizo las veces de secretario del atestado de esta unidad de la Guardia Civil. “Tú me has pegado, estuviste encima de mí todo el rato”, le espetó en un primer momento, siendo apercibido por el magistrado, que poco después ordenó un receso para “templar ánimos”, ya que también había terciado otro de los acusados pidiendo hablar con la típica fórmula “con la venia”. Luego, tras reanudarse la sesión, cuando el investigador se refería a dos agentes que habrían ido a ver a Benatia a los calabozos del cuartel de Langreo (las defensas sospechan que para presionarle antes de ser trasladado a Llanes), el argelino volvió a enrabiertarse. “Tú estuviste en comisaría amenazándome, ahora vienes de bueno, pero de bueno no tienes nada”, le espetó al agente. En este punto, el magistrado ordenó la expulsión de Benatia, aunque, cuando finalizó la declaración del sargento, se le permitió regresar a la sala.

Con esta actitud tan belicosa, apuntalaba Benatia su versión de lo ocurrido cuando fue detenido. Hay que remarcar que, aparte de una serie de posicionamientos de teléfonos móviles y las pruebas de la relación entre el concejal llanisco y las esposa de Pedro Luis Nieva, sin olvidar lo mal que éste la encajó, los investigadores y la Fiscalía solo tienen una cosa palpable que presentar ante el jurado: la declaración que Benatia prestó ante la jueza de Llanes el 21 de febrero de 2019, en la que admitió haber acudido con Maamar Kelii a “dar una paliza” a Ardines, aunque su compinche, dijo, acabó estrangulándolo. De esta declaración se retractó el martes de la semana pasada en la sección segunda de la Audiencia, indicando que los agentes de la Guardia Civil le habían pegado unas bofetadas, amenazado con perder a sus hijos y engañado prometiéndole no ingresar en prisión si daba la versión que “ellos querían” de los hechos.

El entonces sargento de la UCO aseguró que era “mentira” que los agentes hubiesen presionado a Benatia: “Ni se le pegó ni se le amenazó”. Es más, “antes de la lectura de derechos, no sabíamos siquiera si iba a declarar”, añadió. El teniente de Homicidios que le había precedido en la mañana de este martes se encogió de hombros cuando le preguntaron por qué motivo se había autoincriminado el argelino: “Sus razones tendría para declarar, no solo ante nosotros, sino en el Juzgado”.

Los improperios de Benatia no fueron el único golpe de efecto de la jornada de este martes. El letrado Fernando de Barutell, abogado de Maamar Kelii, llegó a pedir que se anulase la declaración del teniente y del sargento de la UCO después de que admitiesen que habían estado hablando amistosamente con el capitán de la Policía Judicial de la Comandancia de Gijón, que les precedió en su declaración. El letrado trajo a colación la prohibición legal de que los testigos se comuniquen. El magistrado Iriarte recordó a ambos agentes que no debían hablar con otros testigos, pero se negó a anular su declaración.

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