La designación de la cultura asturiana de la sidra como patrimonio mundial inmaterial de la UNESCO será una carrera de fondo que llegará a la ansiada meta en 2023 o 2024. La elección de la candidatura de Asturias por parte del Gobierno de España el pasado viernes ha sido recibida como "un espaldarazo por todo lo que implica para la identidad asturiana", según ha valorado esta misma mañana la consejera de Cultura, Berta Piñán, quien ha comparecido junto a representantes del mundo de la sidra, el consejero de Medio Rural y Cohesión, Alejandro Calvo, y el director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, el avance y repercusión de la candidatura de un sector cuya punta de lanza son los 80 llagares y los 12 millones de kilos que se recogen cada año en Asturias.

Pablo León explicó de manera detallada el proceso que ha de llevar a la cultura de la sidra asturiana a obtener el reconocimiento máximo de la UNESCO tras lograr la nominación inicial, e indispensable, del Gobierno de España la pasada semana. "Llegamos con los deberes hechos", afirmó el director general de Cultura y Patrimonio, que se mostró muy optimista de que la candidatura llegue a buen puerto como ha sucedido "con todas o casi todas" las avaladas por el Ministerio de Cultura de España, el cuarto país del mundo con más inscripciones en la lista del patrimonio inmaterial. La próxima etapa de esta carrera de fondo llegará el 31 de marzo de 2022 cuando la UNESCO hará su evaluación formal y comprobará que la cultura de la sidra asturiana cumple con todas las exigencias para la proclamación de la candidatura. Tres meses después, el 30 de junio se conocerá si entra entre las 50 candidaturas que obtienen el reconocimiento global. Pasar ese corte más temprano o más tarde no depende ya de la candidatura en sí, "sino de que otros países con menos declaraciones de bienes inmateriales las presentes o no, ya que tienen prioridad", según indicó León, quien ya avanzó que "si hay muchas de candidaturas de África o América Latina, habrá que esperar". Superado ese corte, empieza la evaluación del contenido final del expediente, que se prolongará entre septiembre de 2022 y octubre de 2023, en el mejor los escenarios, o justo un año después de tal forma que la declaración definitiva maneja dos posibles plazos, noviembre de 2023 o de 2024.

El expediente de la candidatura de la cultura sidrera asturiana, ya ultimado y que ha recibido las "bendiciones" del Ministerio de Cultura recoge cinco aspectos exigidos por la UNESCO: la justificación de que se trata de un elemento patrimonial cultural e inmaterial, el interés en darla a conocer de una manera global para que la ciudadanía del planeta tome conciencia de la importancia que tiene, el establecimiento de salvaguardas, la existencia de consenso sobre la propuesta y que cuente con la mayor protección patrimonial del Estado, "algo que ya tiene", afirmó León, tras la aprobación de la candidatura el pasado viernes en la sesión ministerial de Palma de Mallorca. "Entendemos que hemos defendido bien el expediente con el cumplimiento de esos cinco criterios, según esta primera evaluación del Ministerio de Cultura, que nos ha hecho alguna indicación en cuestiones puntuales", concretó el director general de Cultura y Patrimonio.

El director de la Cátedra Universitaria de la Sidra de la Universidad de Oviedo, Luis Benito García, dio algunas claves de la relevancia que tendrá la declaración de la cultura sidrera asturiana como patrimonio inmaterial de la humanidad. "En primer lugar, compromete a las autoridades para que velen por su conservación y conocimiento; pone a la sidra asturiana en el escaparate gastronómico mundial ya que supone un acicate importante para los cosecheros, para el turismo y una cota de publicidad para un sector familiar que no pudo tener jamás pese a que sobrevivió, con éxito, a las amenazas de la sociedad de consumo moderna, que arrasó con las bebidas blancas y carbonatadas que acabaron con todo", afirmó Luis Benito García.

La consejera de Cultura, Berta Piñán, confirmó que "en breve" se distribuirá entre todas las sidrerías por parte del Principado el famoso cartel histórico "sobre el palabreru de la sidra, que en muchas despareció por vieyu", una campaña que coincide con la "gran satisfacción" de la candidatura al patrimonio inmaterial de la humanidad. Alejandro Calvo, consejero de Medio Rural, destacó el impacto positivo que esta candidatura supone "para toda la cadena de valor de la sidra, desde la pumarada" y como "herramienta de futuro", también para superar complejos. "Somos la referencia absoluta de la sidra para España y ahora tenemos la oportunidad de serlo en el mundo", sostuvo Calvo. Guillermo Guisasola, presidente de la Denominación de Origen Sidra de Asturias puso cifras: "El 80 por ciento de la sidra natural de España es la asturiana y el 80 por ciento de ella se consume en Asturias. El resto de la sidra natural sale a otras comunidades autónomas y países donde hay cultura de la sidra como Estados Unidos e Inglaterra".