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La mujer de Pedro Nieva exculpa a su marido del asesinato de Ardines: "Estábamos mal como pareja pero nunca le vi desesperado"

Katia asegura que si le preguntó a su marido qué había hecho fue "por el shock del momento"

La amante de Ardines niega que su marido esté detrás del crimen del concejal de Llanes

La amante de Ardines niega que su marido esté detrás del crimen del concejal de Llanes

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La amante de Ardines niega que su marido esté detrás del crimen del concejal de Llanes A. L.

La mujer de Pedro Luis Nieva, supuesto inductor del asesinato de Francisco Javier Ardines, considera que su todavía marido ni es una persona vengativa, ni violenta, ni controladora. De hecho, aunque reconoce que el matrimonio está casi acabado, se muestra convencida de que Nieva no es culpable del delito que se le imputa y considera que no sentía odio por la victima. Durante su declaración, Katia, la aún esposa de Nieva, en el juicio que está teniendo lugar en la Audiencia Provincial, en Oviedo, da la versión de una pareja con problemas graves en su matrimonio, que dice una y otra vez está a punto de romperse, pero nada fuera de lo normal que pueda llevar a alguien a cometer un crimen. En esa línea, intenta desmontar la versión de que el acusado es una persona atormentada y obsesionada por la infidelidad de su mujer con el que fuera concejal en Llanes.

La declaración de Katia comenzó dejando en el aire el estado actual de las relaciones de la pareja: "De momento sí somos matrimonio, no hemos firmado los papeles del divorcio". De hecho, ante la pregunta directa de la Fiscal, Belén Rico, sobre si estaban o no separados, respondió: "Él está donde está (en prisión) y yo estoy en mi casa". Katia desmintió que llevara 30 años siendo infiel a su marido con Francisco Javier Ardines: "Teníamos una amistad y tuvimos algo más". La mujer de Nieva explica que comenzó a tener relaciones sexuales con Ardines hace cuatro años: "Cuando mi matrimonio empezó a estar mal". Sí reconoce que al principio de conocerse, hace 30 años "o más", sí que había tenido algo con él, "cuando éramos críos"; pero que esa relación se volvió a retomar muchos años después.

La Fiscal preguntó a Katia sobre la grabación que le hizo su marido de una conversación con Ardines. "Me pidió explicaciones y yo negué tener relaciones (con Ardines), me dijo que si era verdad que se lo dijera", explica Katia, que sostiene que Nieva "estaba enfadado" pero nunca fuera de sus cabales: "Estábamos mal como pareja, pero yo nunca le he visto desesperado". La Fiscal sacó a colación una serie de mensajes que se intercambiaba la pareja en los que Nieva parecía estar muy dolido y en los que llegó a decir cosas como "me habéis destrozado la vida", pero Katia sostiene que todo se debe a la dificultad de romper un matrimonio de 26 años: "Es normal que le diera pena que se fuera a romper un matrimonio después de 26 años". Pero, insistió, en que "no lo veía desesperado", a pesar de mensajes como uno en el que Nieva le decía "no me importa ni mi propia vida".

Tampoco considera Katia que Nieva llegara a ser una persona carcomida por los celos: "A mi Pedro nunca me ha controlado", dice. El hecho de que le cogiera el móvil para ver los mensajes que le llegaban es algo que considera normal en un matrimonio: "Yo no considero que mi teléfono sea privado para mi marido" De hecho, asegura que "como ya no había confianza él me podía mirar el móvil como yo le miraba la chaqueta". Otra de las respuestas repetidas una y otra vez por Katia fue la de "no lo recuerdo". Y es que, dice, "fueron miles los mensajes que nos mandamos". Lo que sí reconoce en todo momento es que el matrimonio estaba "muy mal" y que "cada vez iba a peor". Dice Katia que, cuando se fue a Llanes el verano en el que Ardines fue asesinado, "llevábamos tiempo sin hablarnos".

También sostiene Katia que el hecho de que la grabación de su conversación con Ardines llegara a la hija y la mujer del concejal fallecido fue un golpe: "No me hizo gracia" porque "se iba a enterar mi prima (la mujer de Ardines) de lo que había pasado". De hecho, en un momento del interrogatorio de la Fiscal, Katia declara que hubo un intento de arreglar el matrimonio: "Hemos intentando ver si podíamos continuar, llegamos ir a un psicólogo de parejas, había mucho cariño por medio".

Tras escrutar la relación que tenía con su marido, comenzaron las preguntas sobre lo que sucedió una vez que se descubrió el cadáver de Ardines, que en un principio se dijo había fallecido de un infarto. "Me llamó mi primo y me dijo que había encontrado a Ardines muerto y que parecía que había sido por un infarto". Luego, comenzó a llegar la versión de que la causa había sido un golpe en la cabeza. A partir de ahí, en el juicio se comenzó a hablar de la actuación de la Guardia Civil el mismo día en el que se descubrió el cadáver: "El capitán de la Guardia Civil de la comandancia de Gijón me preguntó si mi marido era celoso", explica Katia. A eso achacaba Katia la pregunta que le hizo a su marido. "Le pregunté que qué había hecho". La explicación de Katia es que "era un momento de shock, habían matado a Javier, la Guardia Civil me preguntaba y no sabía qué pensar".

A partir de ahí, la mujer de Pedro Nieva pasa a dar una versión de su marido que no casa con la de un asesino: "Yo nunca he visto a Pedro tenerle odio a Javier, nunca he sentido eso". También critica Katia la actuación de la Guardia Civil en uno de los interrogatorios, que, asegura, duró entre las cuatro de la tarde y la una de la madrugada: "Estaba nerviosa no, lo siguiente". Uno de los momentos importantes de la declaración tuvo lugar cuando la Fiscal sacó a colación una conversación entre Katia y Nieva en la que éste dice: "Yo no he estado allí, ni lo he matado ni he mandado a nadie que lo matara". Una conversación que Katia dijo no recordar, pero cuyo audio fue puesto durante el juicio para que lo escuchara el jurado.

Tras las preguntas de la Fiscal, le llegó el turno al abogado de Pedro Luis Nieva, que preguntó por la relación entre el acusado y Ardines después de la grabación: "Le dio explicaciones no subidas de tono y ya está. Javier le dijo a Pedro para quedar a hablar si tenía algún problema". Katia también reconoce haber acordado con Ardines negar en todo momento la relación que les unía. También se entró en el momento del interrogatorio y ahí Katia asegura que el trato que le dispensaron fue malo e insiste en que le dijeron que no necesitaba abogado. "Me acuerdo de un gesto que no se me olvidará, uno de los guardias civiles dio una palmada en la mesa y me preguntó ¿es que te estás riendo? Yo estaba muy mal y le dije que no, que esto no era para reírse". Añade Katia que a la salida le dijeron que su marido "era un maltratador" y que ella les dijo: "Mi marido no me ha puesto nunca la mano encima".

Declaración del dueño de la finca donde estaban las vallas que se encontraron en el lugar de los hechos

El siguiente en intervenir fue el dueño (especificó que su familia es la que es propietaria) de la finca donde están las vallas que se encontraron en el lugar de los hechos, cuya mujer, dijo, era prima carnal de Ardines. Reconoció que las vallas encontradas eran de su finca y que el día de antes estuvo comiendo con el concejal fallecido, corroborando que era posible la versión de la mujer de Ardines de que éste hubiera llegado a casa a las 18:30 horas.

La Guardia Civil descarta que la mujer cuyo ADN apareció en el cuerpo de Ardines estuviera en la escena del crimen

La primera guardia civil que compareció hoy en el juicio de Ardines defendió que la mujer con la que estuvo Ardines el día antes de su fallecimiento nada tuvo que ver con el caso y que no estuvo en la escena del crimen. Ella fue la encargada de hacer el segundo interrogatorio a esta mujer. Una declaración a la que se procedió porque se encontró su ADN en la escena del crimen. Explicó que ésta reconoció tener una relación sentimental con Ardines y dio por supuesto que una relación sentimental conlleva una relación sexual. Esta agente explicó que había visitado el lugar donde tenía encuentros la pareja, "entre eucaliptos" y "en un plástico" cerca del domicilio del concejal fallecido. Todo ello, dijo esta agente, "nada tiene que ver con la escena del crimen". Un interrogatorio en el que queda claro, explicaba la agente, que esas relaciones sexuales "eran intensas". Esta guardia civil también aseguró que la mujer "no tocó la valla" que apareció en el lugar de los hechos y que el ADN llegó "por transferencia". La mujer que tuvo relaciones con Ardines el día antes del crimen, que declarará el jueves, ha pedido declarar a puerta cerrada y el jurado popular ha considerado que se acepte esa petición. El magistrado, aunque esta decisión no era vinculante, ha decidido que así sea y por lo tanto la declaración será a puerta cerrada, sin publicidad y sin ser retransmitida para preservar su intimidad.

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