Asturias está ante un momento clave con las llaves puestas en el contacto del Delorean –la marca de coches de la conocida película “Regreso al futuro”–, pero no está claro que el viaje sea hacia adelante. Puede darse marcha atrás. La alerta y el símil con la famosa película –e icono pop– lo usó ayer el Catedrático de Economía Aplicada, Juan Vázquez en una conferencia titulada precisamente “Economía asturiana ¿regreso al futuro?”. y que se enmarca en el ciclo de conferencias de clausura del 75.º aniversario del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). “Estamos en un momento clave porque en la región hay una pugna soterrada entre dos Asturias. Una que intenta mirar hacia el futuro y otra que se refugia en el pasado”, agrega. De quién gane ese enfrentamiento dependerá el futuro económico del Principado.
Durante su charla, Vázquez echó mano de diez asuntos que pueden decantar la balanza para uno u otro lado. “Pueden decidirse si hay crecimiento o declive”, asegura. Son los siguientes.
Más dinamismo. “Durante los últimos años es evidente que hemos crecido menos que la media, es imprescindible revertir esa situación”, aseguró el catedrático. ¿Cómo se puede cambiar la marcha? Vázquez está convencido de que la prioridad absoluta debe ser “crear un marco de apoyo más potente para la industria asturiana, especialmente para la pyme. Tras la pandemia esta urgencia ha quedado aún más patente”.
Innovación. La tendencia global es a potenciar todo lo ligado con la innovación y el desarrollo (el I+D), recalcó. Vázquez considera prioritario “reorientar estas políticas para que sean mas eficaces”. La meta final es que la innovación “genere dinero”.
Protección social. Asturias parte con ventaja, tiene un escudo social bien armado. Aún así se necesitan retoques. Es necesario un cambio de enfoque para proteger a los nuevos trabajadores precarios, por ejemplo. “Se va a necesitar atender a quienes aún teniendo trabajo, carecen de sistema de protección”, apunta.
Educación. “La política educativa debe ser una prioridad”, sostiene Vázquez. Y el desajuste es más que evidente. “Faltan empleos, hay un problema de composición”, aseguró. El objetivo: “Hay que hacer una renovación seria y profunda de la oferta universitaria y de la Formación Profesional”. Reorientándola hacia las necesidades de las empresas.
Articulación territorial. Hay, dice el catedrático, que repensar la visión del territorio para sacarle fruto y abrazar nuevos “esquemas de actividad”. También es partidario de potenciar lo que se conoce como nueva movilidad, pero sin que sea “pintar carreteras sobre un mapa”. Es decir, potenciando infraestructuras poco explotadas como la del ferrocarril.
Reto demográfico. Otro reto global, con particularidades en Asturias. “El problema no es el del envejecimiento, es estupendo que las personas puedan vivir más tiempo, el reto es el de la natalidad, es necesario desarrollar políticas de apoyo para fomentarla”, señala. Para que haya relevo. Aboga por elaborar una estrategia para retener jóvenes y un plan para atraer inmigrantes.
Transición ecológica. La pregunta que se hizo Vázquez es la siguiente: “¿Por qué es más caro un videojuego que un xatín?”. Uso la cuestión para defender la necesidad de prestigiar actividades económicas como la de la ganadería. Sobre la transición aseguró que “es necesaria pero me da la impresión de que no está siendo justa con los territorios ni con los clases medias y bajas”. Hay, insiste, un problema en la manera y la gradualidad en la que esta transición se está desarrollando.
Digitalización. Las nuevas tecnologías están trayendo consigo un cambio económico. Por eso es necesario poner la agenda digital en el centro de todas las prioridades. Su propuesta es que en los colegios, a diferencia de lo que ocurre ahora, lo que se enseñe es el idioma computacional. El de la programación informática. Debe ser fundamental y transversal en el sistema educativo.
Fondos europeos. “Tras la frustrada experiencia de los fondos mineros, ahora es clave acertar. Tenemos una segunda oportunidad”, aseguró. La clave, a su entender, es que estas ayudas no se repartan si no que se dirijan a realizar inversiones. Hizo un llamamiento a fomentar la colaboración público privada para gestionar estas ayudas. “Ahora mismo tengo más confianza en la gestión que puedan realizar las empresas de los fondos que la que pueda hacer la administración”, resaltó.
La receta. “Si hay los ingredientes, ¿por qué no damos con el guiso?”, plantea. Uno de los problemas, asegura es el nivel institucional. “Los debates reales, los de la gente, no están en las instituciones”, señaló. Y puso como ejemplo el último debate sobre el estado de la región donde, defiende “se habló poco de estos temas y mucho de otros más simbólicos”.
