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Temor a una nueva ola por la intensa vida social de personas de todas las edades

Asturias suma 84 nuevos casos, la cifra diaria más elevada en tres meses | Los positivos surgen en celebraciones y comunican muchos contactos estrechos

Una sanitaria le hace una PCR a un hombre en el autocovid del HUCA.

Si no es el inicio de la sexta ola, se le parece bastante. Los 84 nuevos casos de coronavirus sumados ayer en Asturias constituyen la cifra diaria más alta desde el pasado 23 de agosto (hace casi tres meses). Y, en principio, no parece que va vaya a ser un incremento aislado. La cifra de hospitalizados también está aumentando: ayer había 40 (31 en planta y 9 en la UCI). Este dato incluye varios contagios sospechosos, aún no confirmados, y prolonga un incremento lento y con números muy alejados de los que se registraban en las peores fases de la pandemia.

Aumento lento, pero inquietante. Por el momento, el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) continúa concentrando toda la asistencia hospitalaria al coronavirus, pero está cada día más próxima la reapertura de plantas para estos enfermos en los hospitales de Cabueñes (Gijón) y San Agustín (Avilés).

¿Qué está pasando con el covid en Asturias? A esta pregunta respondió ayer el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández Muñiz: “Las medidas están siendo eficaces. Tenemos la incidencia más baja de todo el país. Sin embargo, estamos preocupados por lo que vemos en el resto de España y en Europa. Obviamente, en Asturias conseguiremos tener un ascenso quizá más lento que en el resto de las comunidades, pero qué duda cabe de que el ascenso va a seguir”. Ayer, la incidencia del covid en Asturias volvió a rebasar los 50 casos nuevos por cada 100.000 habitantes en catorce días, lo que significa pasar de riesgo “bajo” a “medio”.

¿De dónde está saliendo ese aumento de infectados? Según varias fuentes consultadas por este periódico, en los últimos días no se han registrado brotes de envergadura. Se trata más bien de pequeños grupos vinculados a “reuniones sociales”: comidas, cenas, certámenes y encuentros festivos de diversa índole. Ya no puede hablarse, como el pasado verano, de botellones y excesos juveniles, sino de casos en edades muy variadas de personas que se reúnen en espacios cerrados sin medidas de protección. Esta eclosión de la vida social otoñal está dando lugar a nuevos contagiados que manifiestan cifras muy elevadas de contactos estrechos en las 48 horas previas al diagnóstico.

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