Una “lamentable”, “intolerable” y “previsible” “tomadura de pelo a los asturianos” que evidencia que “el Gobierno de Asturias se ríe de los gijoneses” y que está “más preocupado de las fotos y del marketing que de hacer política”. La frase recopila la colección de descalificaciones que toda la oposición en la Junta ha hecho descargar en tromba esta mañana sobre el Ejecutivo de Adrián Barbón tras declararse desierto el proceso de licitación para la ampliación del Hospital de Cabueñes. El portavoz de Foro, Adrián Pumares, ha remarcado esta mañana que este “mazazo”, que cambia “el compromiso claro de empezar esas obras en 2021” por un plazo incierto que las deja en el aire, hace “harto difícil, por no decir imposible”, el respaldo de la formación al presupuesto autonómico de 2022. “Decepcionado”, “preocupado”, el también secretario general de Foro añade a las afrentas el “bajísimo grado de ejecución” del presupuesto vigente y sin negarse a “sentarse en ninguna mesa de negociación” encarece notablemente su postura. Por su parte, la portavoz socialista, Dolores Carcedo, asegura que la negociación presupuestaria "está abierta con todos los grupos parlamentarios a excepción de Vox" y que "no me consta que se haya roto" ninguna de sus conversaciones.

Coincide en la expresión, “tomadura de pelo”, con el diputado del PP Pablo González, que denuesta en perspectiva un proceso de licitación “que salió mal, que se anunció tarde y mal justo cuando se conocía que los presupuestos generales del Estado arrinconaban a Asturias”. El fiasco, aporta el diputado de Ciudadanos Sergio García, supone “un ejemplo más que evidente y lamentable de la mala gestión de este Ejecutivo socialista”. “Se están riendo de los gijoneses”, avanza el portavoz de Podemos, Daniel Ripa, con una obra que “lleva presupuestada sin avances desde 2017. Ha habido escasísimos avances, y eso es una cuestión de voluntad política. Si no, llegaríamos a la conclusión de que nuestros gestores son unos incompetentes que no saben licitar, o que necesitan permisos, y les quedan desiertas las convocatorias. No puede ser que en una intervención necesaria, que está presupuestada y tiene el apoyo político, sean incapaces de ejecutar un solo euro en los últimos cuatro años”.

El diputado de IU y coordinador regional de la coalición, Ovidio Zapico, opta por exigir “un itinerario claro e inmediato que garantice en el menor tiempo posible la licitación de esta obra importantísima no sólo para los gijoneses, sino para todos los que tenemos un concepto en torno a la sanidad como elemento básico de cualquier política de gobierno basada en el servicio público y la calidad. Se van a perder unos cuantos meses, pero no podemos tolerar más demoras”, afirma el parlamentario, que sitúa su exigencia en una licitación con garantías para que esa obra “sea una realidad en los primeros meses de 2022”.

El portavoz de Vox, mientras tanto, lo veía venir. “Era previsible”, afirma Ignacio Blanco. “Cuando una obra se saca a licitación con los precios de hace tres años, es normal que quede desierta. Una vez que se vuelva a licitar, veremos cómo se incrementa en un treinta o cuarenta por ciento, con un sobrecoste de veinte millones de euros por la tardanza en ejecutarla que tendrían que pagar de su bolsillo los miembros del Consejo de Gobierno”.