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Recuento de daños tras las inundaciones provocadas por el temporal

La limpieza de ríos “no evita crecidas de este calibre”, alega la Confederación

El organismo afirma que gasta más de dos millones anuales en mantener cauces y que el proyecto de contención en Arriondas “está en marcha”

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Inundaciones en Asturias: Todas las imágenes del temporal

Otro día de resaca y valoración de daños en el Oriente tras las riadas del miércoles. Y con el temor a un nuevo empeoramiento del tiempo desde hoy. En el foco de las críticas de los afectados se ha situado la Confederación Hidrográfica del Cantábrico, a quien acusan de no limpiar los cauces y de poner multas a los ciudadanos que lo deciden hacer por su cuenta. Y, ayer, desde el organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica se recordó que emplean cada año en Asturias “más de 2 millones de euros” en obras de mantenimiento y conservación de cauces fluviales. “Desde 2019 se han invertido 6,5 millones en casi 500 actuaciones”, apuntaron a este periódico fuentes del departamento que dirige Manuel Gutiérrez. Pero estas obras “no evitan crecidas como las del pasado miércoles”, aseguraron. Asimismo, aseguraron que la ansiada obra para mejorar la contención de los tres ríos que pasan por Arriondas –Sella, Piloña y Chicu– “está en marcha”.

La Confederación sale así al paso de las críticas. “Hace tres años no había programa de mantenimiento de cauces, ni presupuesto para conservación de los ríos. Se actuaba solo a través de obras de emergencia, cuando pasaba algo”, apuntaron desde la Confederación. Los más de dos millones anuales del plan van destinados a mantener en buen estado los más de 1.000 kilómetros de ríos en Asturias.

En todo caso, la Confederación, recuerdan, no tiene competencias en aquellos tramos que discurren por núcleos urbanos, pues en esas zonas recaen en los ayuntamientos y el Principado. De ahí que en el caso del proyecto –cuyo retraso critican también los vecinos– para proteger Arriondas de las crecidas haya sido necesario sellar un convenio a tres bandas: Ministerio para la Transición Ecológica, Principado y Ayuntamiento de Parres.

El “problema”, argumentan desde la Confederación, es que firmar un convenio resulta “muy complicado” en España, ya que tienen que intervenir obligatoriamente los servicios jurídicos de las tres administraciones implicadas, la Abogacía del Estado, el Ministerio de Hacienda… Y el sí definitivo debe darlo el Consejo de Ministros. Y la burocracia, agregan, alarga notablemente los plazos a partir de ese momento, pues los proyectos de cada administración deben superar muchos trámites.

De ahí el retraso que acumulan las obras tan deseadas en Arriondas, que ya debieron comenzar en 2020. De momento, el proyecto que corresponde a la Confederación, centrado en los ríos Sella y Piloña y que supondrá una inversión superior a los 11 millones de euros, está en fase de evaluación de ofertas. A la licitación pública concurrieron diez. Pero queda aún un largo trayecto hasta que firme el sí definitivo la ministra Teresa Ribera. Los cálculos de la Confederación son que los trabajos empiecen a ejecutarse en Arriondas el año que viene. “El proyecto está en marcha, no es humo”, apuntaron las fuentes consultadas.

Por su parte, la presidenta del PP asturiano, Teresa Mallada, pidió ayer al Gobierno regional que “presione” al Gobierno central para que el Consejo de Ministros “obligue” a la Confederación Hidrográfica para que se haga cargo de la limpieza de los ríos y evite más catástrofes en el Oriente. “Es una responsabilidad que tiene la Confederación Hidrográfica, pero también el Gobierno autonómico porque no hace nada para que la Confederación mantenga los ríos en condiciones. Pero, claro, es mejor que pase el tiempo y venir a hacerse una foto cuando sucede una desgracia como hizo el Presidente del Principado”, criticó Mallada, que se hizo eco de las peticiones y quejas de los vecinos.

La líder del PP recorrió varios puntos afectados por el desbordamiento de los ríos en el Oriente en los concejos de Cangas de Onís, Ribadesella, Peñamellera Baja y Llanes e instó al Principado a que se “vuelque” con los ayuntamientos afectados para que se pueda hacer una tasación completa de los daños registrados. Las declaraciones las hizo desde la localidad de San Martín de Bedón (Llanes), donde reclamó que se rehabilite el estado del único acceso de la localidad a través de un puente que se encuentra en mal estado y por el que pasó el agua por encima estos días.

El vicenconsejero de Infraestructuras del Principado, Jorge García, acudió a otra zona afectada –el concejo de Ponga– para valorar daños “in situ”. “El Oriente en general ha sufrido unas precipitaciones poco frecuentes y altamente excepcionales. Una vez que ha bajado el nivel de los ríos nos encontramos con problemas en las comunicaciones y los temidos argayos que dejan a pueblos incomunicados”, señaló García, que explicó que de las 40 actuaciones en carreteras cortadas total o parcialmente, el Principado ya ha reabierto todas menos una en Torazo (Cabranes), que “quedará cerrada por precaución durante el fin de semana al haber pasos alternativos para los vecinos”. Eso sí, García, que aseguró que el Principado tiene “a sus efectivos movilizados” y ofreció colaboración a los concejos afectados, hizo un llamamiento a la prudencia en carreteras secundarias ante la posibilidad de nuevos derrumbamientos y teniendo en cuenta que el temporal “no ha finalizado”.

Aislados tras la riada

Mientras tanto, los afectados por las inundaciones del miércoles continúan con las tareas de limpieza. En el caso de la familia de Valle (Piloña) que tuvo que ser rescatada con la ayuda de un helicóptero, el problema parece irresoluble a corto plazo. El río Piloña, que hacía una curva muy cerca de la casa de Patricia Andrea Alonso, sigue ahora de frente y discurre por el medio de la finca en la que se ubica la vivienda, que ha quedado completamente aislada entre el antiguo cauce del Piloña y el nuevo que se ha abierto. “El caudal del río ya ha bajado, pero el nuevo ‘afluente’ sigue fluyendo, lo que nos impide, incluso, hacer una mudanza”, señaló la joven, que informó hace ya dos años a la Confederación del problema que afectaba a su propiedad, e incluso aportaba posibles soluciones. No recibió respuesta. Está también preocupada por la situación de una torre eléctrica situada fuera de su propiedad. “Está completamente rodeada de agua, por lo que hay riesgo de que caiga. Podría provocar un gran problema”, apuntó.

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