“Es un dolor lo que pasó, está todo el pueblo consternado”. Son las palabras del vecino allandés Manolo Ramos ante el terrible accidente que se llevó la vida de María Luscinda Mon Uviaño la noche del sábado. No obstante, podrían pertenecer a cualquier persona del concejo incluso de los municipios limítrofes de Cangas del Narcea y Tineo, puesto que el duro golpe que ha supuesto la pérdida de esta vecina de Allande, natural del pueblo de Fresnedo y residente en Tarallé, ha entristecido a la comarca por completo, algo que se reflejó ayer en el funeral que se celebró en la iglesia parroquial de Pola de Allande donde se dieron cita decenas de personas.
La familia de la fallecida es muy conocida en la zona, especialmente su marido Alfonso Álvarez, por ser uno de los socios que lleva el conocido restaurante Lozano, situado en el centro de la capital. Pero no solo son conocidos, asegura su vecino Juan Ramón Campo, “son una familia muy querida, que está implicada en la sociedad allandesa”, matiza.
Lo mismo destaca Ilia García, que confiesa que la pérdida de María Luscinda Mon es “una auténtica pena” y asegura que no puede dejar de pensar en las circunstancias en las que se produjo: a causa del impacto de una gran roca en el techo del coche en el que viajaba de vuelta a casa desde Oviedo con su familia, a pocos metros del pueblo tinetense de Soto de la Barca. “No me puedo imaginar el dolor de esas hijas al ver como perdían a su madre sin poder hacer nada y con el miedo en ese momento de también poder perder a su padre”, rememora.
El suceso no solo ha inundado el Suroccidente de tristeza, sino que también ha creado una ola de indignación por la situación en la que están las comunicaciones en la zona, que ahora suma el corte de la carretera principal del Suroccidente (AS-15) y con la alternativa derivada a La Espina, donde los conductores tienen que volver a pasar por el antiguo tramo de la N-634, al estar cerrada la primera calzada de la futura autovía A-63 que permitía acortar tiempos y ganar en seguridad entre La Espina y Salas.
“Es una vergüenza la comunicación que tenemos en esta zona, la gente está indignadísima porque seguimos con carreteras de hace cincuenta años, no hemos avanzado nada y tienen que pasar estas desgracias para darnos cuenta”, lamenta Ramos.
También muestra su preocupación la allandesa Beatriz Pérez que asegura que ella que transita el corredor del Narcea a diario, en la última semana ha sido testigo de numerosos accidentes, que por suerte no han tenido un desenlace tan grave como el que le tocó a su vecina, a la que conocía de siempre y por la que se siente apenada.
Ante la situación en la que están las infraestrucutras, partidos políticos de Tineo, concejo en el que se produjo el desprendimiento, exigen una intervención del Estado. Por un lado, Somos Tineo solicitó la declaración de zona catastrófica para el municipio, para conseguir que lleguen a Tineo ayudas al tejido empresarial y exoneración de impuestos. Asimismo, el concejal de Somos Tineo, Roberto Menéndez, insta a una reunión con el presidente autonómico, Adrián Barbón, para buscar compensaciones autonómicas, así como proyectos generadores de empleo para el municipio.
Por su parte, el PP tinetense ha pedido un pleno extraordinario para para exigir que el Ministerio de Transportes, Agenda y Movilidad Urbana “intervenga de manera urgente en la situación de las carreteras del Suroccidente”.