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Arriondas se harta de las riadas: “Es inaceptable tener que desalojar siempre colegio y hospital”

El Alcalde reconoce que el problema debía estar resuelto “hace años” pero defiende que el proyecto de contención “avanza hacia su final”

El puesto de control del 112, en Arriondas.

Las crecidas de los ríos que flanquean Arriondas (Parres) son desde siempre motivo de inquietud para los vecinos. Ya están hartos de padecer inundaciones y por primera vez el martes salieron a concentrarse en la calle para reclamar soluciones. Suman tantos años sufriendo los problemas de las avenidas que ya no pueden más.

En cuanto llega un temporal se ponen en lo peor, sobre todo en las zonas más inundables, como el barrio del Tocote, en el entorno de la zona escolar de la capital parraguesa; o en el área del hospital del Oriente. Fueron unas doscientas personas las que se concentraron y hay quien echa de menos que no hubieran sido más.

“Aunque no estés afectado directamente, seguro que tienen un familiar o un amigo que sí lo está”, comentó Ángel Martínez, alcalde de barrio de Triongu, localidad canguesa, pero a tan solo dos kilómetros de la capital parraguesa, que asistió a la concentración el martes. Los ánimos seguían ayer caldeados con el asunto. Saben que hay un proyecto en el que participan las tres administraciones (local, regional y estatal) que ronda los 18 millones de euros, pero quieren que no se anuncien las obras más, sino que se ejecuten.

El alcalde de Parres, Emilio García Longo, se mostró sensible al hartazgo mostrado por los vecinos. “Comparto su frustración, es evidente que el problema debería haberse solucionado hace años”, sostuvo. También quiso aclarar que él mismo hubo momentos hace tiempo en los que dudó de que se fuera a llevar a cabo el proyecto contra las avenidas de los ríos, pero no ahora. “El Gobierno de España tuvo momentos en los que miró hacia otro lado, pero han sido notables los avances. La fase que les corresponde ya salió a licitación, se han presentado 10 empresas y pueden comenzar a ejecutarse en enero”, aseguró.

“No es fácil tener que marchar de casa cada vez que crece el río”, dicen los afectados

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Mientras, los vecinos se quejan de que la Confederación Hidrográfica pone “trabas” para limpiar el río. “Aunque no solo la Confederación”, matizan. “Estamos hartos todos de esto. Ni limpian los ríos, ni dejan que los limpiemos. En 2010 fueron las últimas inundaciones, hicieron una limpia y ya”, manifestó Lin Sánchez, del mesón El Rincón del Castañu de la capital parraguesa. Sánchez entiende que se debería gastar el presupuesto asignado para limpieza de los ríos y, sobre todo, “preguntar a la gente mayor conocedora del terreno, que sabe lo que hay”.

El desalojo del hospital del Oriente es otro de los problemas graves que genera la amenaza del agua. También la afección a los centros educativos y de muchas viviendas y garajes que quedan anegadas, impidiendo realizar una vida normal. “Creo que debería haber habido más gente en la concentración. Es inaceptable que se desaloje un colegio, un hospital, que no podamos llegar a nuestras casas y aquí no pase nada”, dijo José Antonio Campoviejo, chef del restaurante El Corral del Indianu.

Lo vecinos, que ven como crece el río y ya saben que lo siguiente es la inundación de sus garajes y propiedades, viven con el “miedo en el cuerpo”. “No importa el partido político que sea. Tienen que hacerse cargo del problema. Condiciona nuestras vidas. Cuando empieza a crecer el río no sabes qué hacer. No es fácil tener que marchar de casa cada vez que esto pasa”, dijo Carmen Iglesias, vecina del Tocote.

El matrimonio conformado por Juan Díaz y Francisca Hortal, de 86 y 79 años, sabe bien lo que es padecer las riadas en Arriondas. De hecho, por su edad, tuvieron que pasar dos noches la semana pasada en un hotel porque el agua no les permitía entrar y salir de su edificio. “Llegó al segundo peldaño de la escalera. Deberían gastar en limpieza de los ríos”, dijo Juan Díaz.

Emilio García Longo comprende que los ciudadanos no van a percibir lo avanzado de la tramitación de la obra hasta que no vean las máquinas trabajando. Además del compromiso económico de las tres administraciones y de que el Estado está licitando su parte, recordó que el Principado destinará 3 millones de euros a la fase que le corresponde. “Los procedimientos son tediosos pero la situación ha cambiado notablemente. Avanzamos hacia el final del recorrido y esperamos que arranquen las obras en los próximos meses”, comentó. Para María Lorente, vecina de Arriondas, la gente está “muy harta y se siente ninguneada. Lo único que sabemos es que cada vez que sube el río los vecinos sufren”, sentenció.

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