La necesidad de afrontar la recuperación con el respaldo de un presupuesto y los guiños de las cuentas a los contenidos de la concertación social, aún en negociación, pesan en la evaluación inicialmente positiva que hacen los sindicatos del proyecto presupuestario del Gobierno para 2022. Es un aval con matices a un diseño que “va en la buena dirección”, afirma el secretario general de CC OO en Asturias, José Manuel Zapico, aunque las cuentas no son, a su juicio, “realmente expansivas, ya que de no contar con los fondos europeos dispondríamos de menos recursos que el año anterior”.
El líder sindical se dice satisfecho al comprobar que “medidas que estamos negociando –con el Gobierno y la patronal– en la concertación ya tienen reflejo en los presupuestos”, que “aumenta la inversión en industria o en políticas activas de empleo y se refuerza la atención primaria”, pero tiene otras dudas. Reclama ambición en el mantenimiento de infraestructuras mirando a la situación “lamentable” del Suroccidente y rechaza “políticas trasnochadas como el ‘cheque bebé’, que ha demostrado que no funciona”.
Javier Fernández Lanero, secretario general de UGT en Asturias, enfatiza la necesidad de que Asturias tenga un presupuesto como condición para “no perder el tren de los fondos europeos”. Subraya en el proyecto el 65 por ciento del gasto destinado a la “inversión social” y da por cierto también que las cuentas “van a contener lo que estamos negociando en la concertación y van a proteger a las personas ante la difícil situación que tenemos con el aumento de la tasa de pobreza y del número de trabajadores pobres”. “Son unos presupuestos necesarios”, resume, y la alternativa es peor: “No tenerlos sería la parálisis”.
Mientras la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) espera a un análisis más profundo del documento para emitir su dictamen, el primer vistazo del presidente de la Cámara de Comercio de Oviedo, Carlos Paniceres, coincide en la necesidad de las cuentas. “Vale más tener un presupuesto que no colme todas las expectativas que no tener ninguno”, afirma. Deja constancia de que identifica “cosas que suenan bien” e incluye aquí “una partida importante para incentivar el emprendimiento y la actividad económica”, así como la acometida para “afrontar algunas asignaturas pendientes en las carreteras” o los viales de acceso a la Zalia y el polígono de Bobes. En el otro lado, echa en falta “un apoyo más decidido a la innovación”, “más esfuerzo en ayudas a la Asturias rural” o políticas “más disruptivas” para “la atracción de los llamados ‘nómadas digitales’”.
El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, espera que “los proyectos pendientes en la ciudad se liciten y ejecuten con rigor para que no vuelva a suceder lo ocurrido recientemente con el Hospital de Cabueñes”.
