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Barbón avisa: “No me vale una financiación que no recoja los intereses de Asturias”

“Es imposible valorar el informe de Hacienda en un día”, afirma el presidente del Principado: “Quien lo haga miente a los ciudadanos”

Adrián Barbón en la Junta General del Principado

El Ministerio de Hacienda ha abierto la caja de Pandora. El viernes, víspera de puente, a primera hora de la tarde hizo llegar a las comunidades autónomas un documento muy técnico y complejo que incluye una propuesta de cálculo de la población ajustada para empezar el debate sobre la reforma del sistema de financiación autonómica. El envío agitó a los gobiernos autonómicos y desató una cascada de valoraciones, unas más prudentes que otras, acerca de quién gana y quién pierde en el reparto. Desorientados todos, la posición dominante es de reserva ante la constancia de que “es imposible valorar el informe de Hacienda en un día”. Eso dijo ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, convencido de que “quien fije opiniones en un día está mintiendo a los ciudadanos. Lo está estudiando la consejera de Hacienda porque es un documento muy complejo”, enfatizó.

En Mieres, durante el acto de homenaje a los fallecidos en la mina con motivo de la festividad de Santa Bárbara, Barbón hizo esa consideración cautelosa, divergente por ejemplo de la alegría que ya ha expresado la Comunidad Valenciana, y además una advertencia preventiva, repitiendo “la posición de Asturias que ya se fijó en la Junta y que llevé a Santiago. Si el documento del Ministerio no recoge los intereses de Asturias, no me vale. Si en el estudio del informe vemos que no hay una sensibilidad especial con los territorios envejecidos, con la dispersión y nuestros problemas de despoblamiento, entonces no me vale. Y así lo diré a la Ministra. Si no se refleja la solidaridad del artículo 2 de la Constitución, a mí no me vale”, reiteró.

En el resto de España, en realidad, al fondo de la cuestión sólo entró la Comunidad Valenciana, que abandera el bloque de las comunidades “infrafinanciadas”, que defiende en este debate postulados opuestos a los asturianos en cuanto al peso de las variables que deben gobernar el modelo de reparto y que fue la única que celebró abiertamente como una victoria el documento del Ministerio. En su contenido, el Ejecutivo socialista valenciano quiere ver la primacía de las variables demográficas que defiende y su presidente, Ximo Puig, una propuesta “bastante alineada” con las demandas de su comunidad.

Gráfico de alianzas.

Del desconcierto generalizado da fe la crítica de Andalucía, que comparte bloque con Valencia pero está gobernada por el PP. Ve “otra huida hacia delante” y lamenta que se excluya el fondo transitorio compensatorio que habían pedido mientras se reforma el sistema. También el PP valenciano censuró que su región sigue perdiendo peso y rechazó el documento como una “mala noticia” para los valencianos. En Murcia, otra de las regiones del bloque alternativo al asturiano, su Ejecutivo popular criticó asimismo que el Gobierno central vaya a mandar la reforma del sistema “por fascículos” para “ocultar un nuevo maltrato” a la comunidad.

Feijóo, ambivalente

La Generalitat catalana, que también se queja históricamente de su infrafinanciación, ya lamenta que esta “población ajustada” “no se ajusta a Cataluña” y el resto de las regiones se limitan a abordar con cautela la cuestión, valorando el paso al frente para la reforma y reafirmándose en sus posiciones de partida. Así, el presidente de la Xunta de Galicia, el popular Alberto Núñez Feijóo, ve en la propuesta “algún trazo positivo”, como “algún avance en el ámbito de la sanidad”, pero también “grandes” carencias, como que “no se valora adecuadamente el impacto”, precisamente, de la sanidad en función “de las estructuras etarias de la población” y que se aprecia “una valoración escasa de la dispersión y del envejecimiento de la población”.

A todo esto, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lamentó las “reacciones precipitadas” de los gobiernos regionales del PP y reclamó “altura de miras” en el debate. Nada dijo de las del PSOE.

Las diferentes formas de mirar el documento desde comunidades que defienden postulados similares da fe de que nadie sabe a ciencia cierta si la fórmula le beneficia o le perjudica. La clave está en el sistema de cálculo de la “población ajustada”, una de las variables que ya utiliza el modelo de financiación, en la que se ponderan las necesidades de sus habitantes y pesan factores como el envejecimiento o la dispersión. La propuesta de Hacienda, que emerge del grupo de trabajo configurado para orientar la reforma, sugiere elevar el peso del gasto sanitario y educativo y aumentar también el de la despoblación y la dispersión.

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