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Me quedo en el pueblo

El zoco rural que lo tiene todo

“Si no tengo algo, lo consigo para el cliente”, asegura Raquel Pire, con tienda de menaje, moda, libros, droguería, prensa y mucho más en Muros del Nalón, lugar donde nació y donde vive

Raquel Pire a la entrada de su tienda en Muros de Nalón. Ana Paz Paredes

Raquel Pire Fidalgo lleva siete años como emprendedora rural al frente de su negocio propio en Muros, capital de Muros de Nalón y de donde es natural. Mujer con encanto, agradable y atenta con una clientela que la conoce, como quien dice, desde niña, regenta una tienda muy completa, con una distribución cuidada y elegante, donde ofrece desde lo último en el apartado de librería y papelería, junto a la prensa –entre la que no falta LA NUEVA ESPAÑA– y revistas, así como ropa de última moda, objetos de decoración y regalo, zapatos, bisutería e incluso productos de limpieza . Su tienda, con el nombre de Mizoko, define bien su contenido, que está constantemente renovando e incrementando.

Detalle de algunos productos para niños en la tienda de Raquel Pire. Ana Paz Paredes

Su historia como emprendedora va ligada a Muros, de donde su familia es natural y de donde nunca quiso irse. “Yo empecé en esto cuando el dueño de quien entonces tenía una librería me contrató para recepcionar los periódicos por la mañana. Cuando se jubiló me la ofreció a mi y decidí ponerme por mi cuenta. Era un local muy pequeñín y, después de tres años y por la persistencia de mis amigos, acabé cogiendo el local donde estoy hoy, más amplio, y donde puedo ofrecer un poco de todo. Y es que, como ves, intentando que cada cosa tenga su lugar, aquí tengo papelería, librería, droguería, menaje del hogar, ropa, zapatería, juegos infantiles, bisutería y artesanía de lo más variada”, explica ella no sin cierta pasión por lo que hace y donde lo hace: su pueblo natal, Muros.

A renglón seguido añade que “no me puedo quejar, me va bien, pero también es cierto que aquí a mis padres los querían mucho y yo soy, para muchos vecinos, Raquelina. Al ser de aquí de toda la vida y conociéndote bien, como a mis hermanos, la verdad que es un punto a mi favor. Además de que a mi me encanta escuchar a la gente y, si puedo ayudarles en lo que haga falta, hacerlo”, explica con una sonrisa.

Raquel Pire tras el mostrador de su tienda en Muros. Ana Paz Paredes

Al mismo tiempo que vende sus productos también recoge trabajos de reparación de calzado, o de arreglos de ropa e incluso de la tintorería. “Además de contar con servicios de mensajería y paquetería como UPS y MRW, la gente trae también por cuenta propia zapatos o ropa para arreglar y vienen a recoger una vez a la semana una zapatera de Avilés, dos costureras y también de la tintorería. Incluso hay veces que me dejan paquetes aquí para algún vecino cuando no está en casa”, recuerda Raquel Pire, que gusta del trato con las personas y, sobre todo, escucharlas.

Bolsos, bisutería, ropa y colonias, en el interior de la tienda de la emprendedora de Muros. Ana Paz Paredes

“Yo aquí escucho a todo el mundo. Que la gente confíe en ti es muy importante. No sé, a veces pienso que tendría que haber estudiado Psicología”, bromea. Cree que se puede emprender y vivir en el medio rural y más ahora, tras lo vivido con la pandemia. Así destaca que “cada vez hay más gente que está convirtiendo lo que aquí tenían como segunda vivienda en primera. Se ve claramente en el colegio, donde aumentó de forma importante el número de niños. También se está construyendo mucho en la zona”, recuerda.

Raquel Pire sostiene uno de los últimos libros llegados a la sección de librería de su tienda, en Muros. Ana Paz Paredes

Su único día de descanso es cuando viaja a Oviedo a la búsqueda de nuevos productos y de aquellos que le pide la clientela. “Yo siempre digo que tengo de todo y, si no lo tengo, lo consigo. Hasta un producto muy concreto de limpieza para las chapas de las cocinas antiguas, por ponerte un ejemplo entre tantos”, destaca esta emprendedora rural.

Exterior de la tienda de Raquel Pire, frente a la iglesia local, en Muros. Ana Paz Paredes

No obstante, un consejo: “Se puede emprender y vivir en el medio rural pero claro, dedicándole mucho tiempo y esfuerzo, que al principio a muchas cosas no le sacas rentabilidad, todo lo contrario, pero tienes que pelearlo y persistir, seguir adelante cada día hasta lograr los beneficios que persigues, que para eso abres un negocio. Por otro lado, a mi me encanta lo que hago y vivir donde vivo”, afirma. La buena marcha de su tienda le ha servido para crear, recientemente, un puesto de trabajo y desde el pasado mes de mayo cuenta con una empleada con sobrada experiencia en el sector.

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